El Papa tomó notoriedad este miércoles luego de respaldar la unión civil entre personas del mismo sexo. En contraposición, Francisco fue uno de los principales detractores de la ley de matrimonio igualitario sancionada en Argentina durante 2010.
Hace diez años, cuando Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, llevó adelante una fuerte campaña contra el tratamiento en el Congreso de la ley de matrimonio igualitario. En aquel momento, llegó a pedir apoyo a la "guerra de Dios" contra la iniciativa.
Dentro de la contundente resistencia de las instituciones religiosas, Bergoglio no era la expresión más dura del sector ultra conservador de la Iglesia, con los que incluso llegó a tener diferencias.
Un ejemplo de ello es Héctor Aguer,arzobispo emérito de la Arquidiócesis de La Plata, quien trabajó para que la Iglesia encabezara e impulsara las protestas callejeras contra la iniciativa que reconocía derechos para la comunidad LGBTQ+.
Sin embargo, en junio de 2010, el actual Papa escribió una carta a las Monjas Carmelitas en donde volcó un mensaje muy duro y contundente contra la iniciativa, donde hablaba del debate por el matrimonio igualitario como "una situación cuyo resultado podía herir gravemente a la familia".
"Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones", sostenía un fragmento del escrito.
En otra parte, hablaba de "la envidia del Demonio" que pretendía "destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra".
"No se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una 'movida' del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios" decía en otro párrafo.
Además, en la carta dejaba un mensaje para las y los legisladores: "Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los Senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala[...]Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria".
A lo largo de todo el escrito, Bergoglio hacía hincapié en la importancia de la familia y pedía acompañamiento en "esta guerra de Dios".
En la misma línea, Francisco se ha manifestado en contra de la ley de Identidad de Género y del derecho al aborto legal, seguro y gratuito, una iniciativa que actualmente impulsa el presidente Alberto Fernández y que se espera sea tratada este año en el Congreso.