La Cámara Penal de Vera confirmó la pena a 16 años de prisión para el ex sacerdote Néstor Monzón, acusado de abuso sexual contra dos niñes que tenían 3 años en 2015, en Reconquista. El fallo unánime del tribunal compuesto por Antonio Mántaras, Eduardo Alberto Bernacchia y Jorge Alberto Andrés resolvió no hacer lugar al recurso de apelación y nulidad de la defensa del ex párroco. Además, sostiene el cumplimiento de la pena con prisión efectiva, lo que llevó "algo de paz" a las familias de las víctimas que desde hace cinco años no cesan en la búsqueda de justicia. Con esa decisión, la sentencia quedó firme, aunque desde la querella se preparan para la eventual presentación de más recursos de parte de la defensa del imputado. 

Tras haber llegado al juicio en estado de libertad, en diciembre pasado, Monzón fue condenado a 16 años de prisión, tal como lo solicitaron querellantes, en representación de las familias de las víctimas. La fiscalía había pedido 12 años. Semanas después, en el expediente canónico se resolvió la "dimisión del estado clerical" del ahora ex sacerdote. 

La apelación por el caso que conmovió, desde el norte provincial, a toda Santa Fe y hasta tuvo alcance nacional, se realizó a principios de septiembre pasado; es decir, nueve meses después del veredicto condenatorio por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por su condición de ministro de un culto religioso reconocido. La familia de las víctimas pidió que se ratificara la decisión que permitió que Monzón vaya preso; mientras que la defensa insistió con la absolución.

Ahora, la Alzada avaló lo decidido por el tribunal de juicio que estuvo integrado por Claudia Bressán, Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero. "Esto deja un sinsabor porque no se puede hablar de alegría, sino de encontrar algo de paz después de tanta lucha, agresiones de personas cercanas a Monzón, y otras cosas que sucedieron durante estos años. Vendrán recursos de la defensa, seguramente, pero ya con la tranquilidad de que está detenido. Es el cierre de la etapa más importante, y por fin las víctimas pueden empezar a sanar", dijo la abogada Luciana González, una de las querellantes. 

En su momento, la letrada contabilizó cinco audiencias con pedidos "sistemáticos" de libertad del acusado, desde que lo detuvieron tras la condena, ya que atravesó la mayor parte del proceso en libertad. 

En tanto, la resolución también plantea que se corra vista al Ministerio Público de la Acusación para que investiguen "eventuales delitos de falso testimonio" de dos testigos de la defensa y por la “aludida tentativa de fraude procesal cometida por la defensa al introducir como elemento probatorio material de video supuestamente editado”, reza el fallo. "Es importante, y esperamos que sea un antes y un después en la forma de litigar", dijo González.

Monzón, de 52 años, fue denunciado en diciembre de 2015 por la madre de la niña, luego de haber escuchado el relato de su hija pequeña. Meses después, se sumó una segunda denuncia, por parte de la familia del niño, primo de la nena. La nena contó los abusos del cura en Cámara Gesell y voceros del caso señalaron que siempre mantuvo sus dichos y que fueron coherentes. El niño, por consejo del equipo de psicólogos del Poder Judicial, no fue sometido a la Cámara Gesell. En abril de 2016 el ex sacerdote fue detenido e imputado, pero tiempo después fue beneficiado con domiciliaria y luego le concedieron la libertad, estado en el que llegó a juicio. Según la presentación que dio inicio a la causa, los abusos fueron cometidos a fines de noviembre de 2015, en una vivienda emplazada en el predio de la parroquia María Madre de Dios, donde Monzón era sacerdote.