“El gobierno argentino está trabajando en el proceso de formulación de un plan integral que pueda ser apoyado por un programa financiero del FMI. La finalidad es apoyar el diseño que hagan las autoridades de un programa que encuentre un balance apropiado entre seguir apoyando a las familias más necesitadas durante la pandemia y a la recuperación de la economía argentina en los próximos meses junto al establecimiento de las bases para regresar a la estabilidad macroeconómica”, dijo este jueves Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Werner consideró que “el equipo técnico del Fondo está trabajando muy de cerca con las autoridades argentinas” y confirmó que en noviembre habrá una nueva visita al país. Las últimas reuniones entre los funcionarios del FMI y las autoridades del gobierno nacional tuvieron lugar hace dos semanas en Buenos Aires. En esa ocasión, los representantes del organismo internacional también se reunieron con representantes del Congreso, del sector privado, los sindicatos y la sociedad civil “para discutir los desafíos multifacéticos que enfrenta el país e intercambiar opiniones sobre la mejor manera de abordarlos".
El Fondo publicó la actualización de su informe semestral de la economía de América latina, presentado por Werner. Naturalmente, el eje de la conferencia fue el impacto de la pandemia. “América latina apeló el confinamiento temprano, cuando los casos totales seguían siendo bajos. Las medidas fueron estrictas y la movilidad se desplomó durante un tiempo. Sin embargo, el confinamiento en América latina no fue del todo efectivo y la movilidad comenzó a aumentar incluso antes de la relajación de las restricciones y cuando los nuevos casos y muertes seguían aumentando. Con eso, el número de muertes aumentó gradualmente, lo que resultó en un patrón de crecimiento lento, en contraste con la rápida explosión de infecciones que ocurrió en Europa. Factores estructurales, como el alto grado de pobreza e informalidad, la aglomeración urbana, baja capacidad estatal y falta de recursos fiscales, sistemas de salud débiles y falta de pruebas y rastreo han contribuido a agrandar las dificultades y continúan representando desafíos para la reapertura”, indica el informe del FMI.
El organismo prevé que la economía argentina caiga este año un 11,8 por ciento, por encima de la baja prevista para Brasil (-5,8 por ciento), Chile (-6 por ciento), Colombia (-8,2), Ecuador (-11 por ciento), Bolivia (-7,9) y Uruguay (-4,5) y mejor que el desempeño de Perú (-13,9). Las perspectivas para 2021 marcan una recuperación parcial del 4,9 por ciento para la Argentina, en la línea de Chile, Uruguay, Ecuador y Colombia, algo mejor que Brasil y peor que Perú y Bolivia.
La negociación con Argentina
El gobierno argentino está en plena negociación con el FMI para conseguir un nuevo paquete de financiamiento que permita repagar el megacrédito de 44 mil millones de dólares que apenas permitió estirar la agonía de los últimos meses de la economía macrista. “El fracaso pasado no tiene por qué ser determinante de los resultados futuros. Es importante generar un consenso amplio en la sociedad de la necesidad de aplicar estas medidas. Por eso debe ser un programa técnicamente sólido y gozar de un apoyo amplio en su implementación”, dijo Werner.
Si bien “el fracaso pasado no tiene por qué ser determinante”, según Werner, lo cierto es que algunos puntos ya no van a estar en discusión en esta nueva etapa. Por ejemplo, la idea del Fondo, sobre la cual coincidían varios de los referentes económicos del macrismo, de que el dólar debía flotar libremente como si se tratara de cualquier otro mercado, lo cual trajo consecuencias nefastas para la economía, como una serie de corridas cambiarias que dispararon la cotización, la inflación consiguiente y la pauperización social.
Sin embargo, no está clara cuál será la postura del Fondo en relación a temas clásicos de sus recetas de ajuste, como las jubilaciones y la reforma laboral. Werner dijo que “en la medida en que se llegue a una visión común sobre este programa que presente el gobierno argentino, en la medida en que sea conducente a la estabilidad y al crecimiento será apoyado con un programa financiero del Fondo. Debe ser un programa que continúe apoyando la recuperación pero al mismo tiempo siente las bases para la sostenibilidad macroeconómica”.
Por otro lado, Werner evaluó que “Argentina se vio, como todos los países, afectada de manera severa por la pandemia, pero con muchas menos herramientas disponibles para contrarrestar los efectos”. Resaltó que “han habido avances como la reestructuración de la deuda privada, es un hito importante y es una parte central del futuro programa económico”. También hizo referencia a las “recientes medidas para tratar de controlar la volatilidad n el mercado cambiario”.