La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó este jueves el antiviral remdesivir para ser usado en el tratamiento de pacientes hospitalizados por coronavirus. La aprobación no está ajena a la polémica: semanas atrás, un estudio apoyado por la OMS puso en duda que el fármaco tenga efectos sustanciales en la recuperación.
El laboratorio Gilead anunció que recibió la autorización para el medicamento y destacó que, tras un riguroso proceso de verificación, es el único medicamento específico contra la covid-19 que hasta el momento fue aprobado. Otros tratamientos recibieron autorizaciones, pero solo para ser utilizados en urgencias.
Según informó la empresa biofarmacéutica Gilead Sciences, se aplicará para pacientes con covid-19 que requieran hospitalización.
El fármaco intravenoso fue uno de los medicamentos utilizados para tratar al presidente Donald Trump, quien dio positivo por el virus a principios octubre.
En agosto, la empresa fabricante aseguró que planeaba producir más de 2 millones de ciclos de tratamiento del medicamento para fin de año y anticipó poder hacer “varios millones más” en 2021. La acción de Gilead subió 4 por ciento en la bolsa de Nueva York después del anuncio.
Un estudio puso en duda su efectividad
Un ensayo clínico elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que el fármaco Remdesivir no tiene efectos sustanciales en la recuperación de los pacientes infectados con coronavirus.
Los resultados se desprenden del ensayo Solidarity, que analizó los efectos del Remdesivir y otros tres posibles fármacos en 11.266 pacientes hospitalizados en distintas partes del mundo.
El estudio elaborado por los científicos de la OMS, que aún no ha sido revisado por sus pares, tuvo como objetivo principal evaluar el impacto en la mortalidad hospitalaria.
La prueba estableció que ninguno de los fármacos “afectó sustancialmente la mortalidad” o disminuyó la necesidad de conectar a los pacientes a respiradores artificiales.
“Estos cócteles de remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir e interferón parecieron tener poco efecto sobre la mortalidad hospitalaria”, afirmaron los investigadores en sus conclusiones.