Una chica de 16 años fue maltratada por policías bonaerenses, esposada y luego abandonada con las esposas puestas en su propia casa, en la Isla Maciel. La agresión ocurrió durante un allanamiento en la madrugada de ayer. El padre de la joven también fue esposado y golpeado brutalmente. La violenta actuación policial fue realizada bajo la supervisión de la fiscal María Olmos Coronel, quien no sólo participó del operativo sino que además fue quien dio la orden de colocar las esposas a la adolescente. La chica, con las esposas puestas, se dirigió a la parroquia del barrio para pedir ayuda al cura villero Francisco “Paco” Oliveira. En diálogo con PáginaI12, el padre Paco Oliveira aseguró que operativos violentos como éste son “usuales” en los barrios de la zona, y que “hay una sensación de que la policía está más suelta de cuerpo”.

“Entraron a la madrugada y empezaron a pegarle a mi papá. Yo intenté defenderlo, me agarraron y me esposaron. Después me subieron hasta el cuarto y entre tres policías, dos varones y una mujer, me pegaron durante una hora”, contó la joven a este diario. La adolescente manifestó ante la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO), que los policías empezaron a golpear a su padre cuando ya estaba esposado, y fue entonces cuando ella trató de interponerse para que dejaran de golpearlo. En ese momento, un policía “la agarró violentamente, la ahorcó contra la pared”, hasta que se acercó una policía mujer y le puso las esposas. Como la adolescente gritaba, la policía mujer “le pegó un cachetazo y le dio la cabeza contra la pared”. Luego se acercaron otros dos policías hombres que también “le pegaron cachetazos”, “sujetándola del cuello”. La joven quedó bajo la custodia de la policía mujer, quien le dijo que “si seguía gritando la iba a llevar detenida”, y que “todo lo que digas me lo paso por los huevos, negrita villera dejá de gritar, guacha de mierda”.

En la declaración ante miembros de ATAJO, se le preguntó a la adolescente si había podido ver alguna identificación del personal policial, y ella contestó que “no, debido a que la mayoría no portaba ningún tipo de identificación”. La mujer policía que la golpeó “no tenía identificación en el uniforme ya que tenía chaleco antibalas”. La joven la describió como una mujer “de tez blanca, tenía lentes y el cabello colorado oscuro”. Antes de retirarse, la policía la tiró contra un espejo, que se rompió por el impacto. 

Pero el castigo para la chica no terminó cuando los policías se fueron de la casa. A la joven la dejaron con las esposas puestas, por lo que se dirigió a la parroquia del barrio, Nuestra Señora Fátima, para pedir ayuda. “Entraron a la casa y les rompieron todo”, dijo a este diario el cura villero a cargo de la parroquia, Francisco Oliveira. “También le robaron 4 mil pesos a la mamá, plata que tenía por la asignación universal para sus siete hijos. Los vecinos dicen que ellos no tenían ni drogas ni armas y que los policías se las plantaron”, agregó.

Oliveira subrayó que en los últimos tiempos “hay una sensación de que la Bonaerense está mucho más suelta de cuerpo”, y que “dejar a una chica menor de edad esposada muestra una impunidad absoluta”. “Estos casos son usuales en los barrios del conurbano”, aseguró el cura. “En los allanamientos que se están haciendo se violan todas las normas. En una villa cercana, Villa Inflamable, se equivocaron de casa en un allanamiento, y se robaron todo lo que encontraron de valor e hicieron un desastre”, añadió. 

Voceros de la Bonaerense aseguraron que en el operativo se hallaron ocho mil dosis de cocaína. Sin embargo, tanto la joven como muchos de los vecinos, afirmaron que la droga fue plantada por los policías. Fuentes de la fuerza indicaron que la fiscal a cargo del operativo, María Olmos Coronel –de la fiscalía Nº1 del Polo Judicial de Avellaneda– estuvo presente en el allanamiento y fue quien dio la orden de esposar a la chica. Además, argumentaron que la joven de 16 años se escapó con las esposas puestas en medio del operativo. “Aun si eso fuera verdad sería una falta total de profesionalidad irse y dejar a la chica esposada”, opinó el padre Francisco Oliveira. “Si el allanamiento se hace conforme a la ley que se haga, no queremos droga en el barrio. Pero en este caso se violaron todas las normas”, agregó.

Informe: Juan Funes.