Aunque el presidente Donald Trump dijo en el último debate presidencial este jueves que "hay que aprender a vivir con el virus", su país está definitivamente sufriendo una segunda ola de infecciones. En los últimos treinta días, los casos positivos aumentaron un cuarenta por ciento y este jueves, el día del debate, hubo más de 75000 casos nuevos. El peor día registrado en lo que va de la pandemia fue uno a mediados de julio en que hubo 76000 casos.
De todos estos nuevos casos, 41000 terminaron en el hospital, lo que no se acerca al record absoluto al comienzo de la pandemia, cuando los casos se concentraban en las grandes ciudades. Pero una diferencia es que los casos hospitalizados se desparraman por el oeste y el medio oesta del país, con una implantación geográfica que no se había visto hasta ahora. Esto abarca amplias zonas rurales con poca infraestructura médica y está llevando al borde del colapso a estados como Utah.
En la última semana hubo un promedio de 777 muertos por día, todavía bastante por debajo del pico mayor en junio. Pero trece estados de los cincuenta de la unión tuvieron su peor semana en contagios y ocho batieron sus propios records de contagios por día. Ciudades en el área afectada, como Chicago, están tomando medidas como la prohibición de reuniones de más de seis personas y cierres de actividades no esenciales.
El discurso del gobierno federal sigue siendo uno de "traer esperanza" al pueblo, pero según parece el candidato demócrata Joe Biden tuvo razón cuando dijo en el debate que está empezando "un invierno que va a ser oscuro".