Nada cambiará en las próximas dos semanas respecto de las dos que pasaron, a excepción de la cuenta de contagios y de muertes por covid-19, que ayer sumó 2536 casos nuevos y 25 personas fallecidas en Santa Fe, de las cuales 12 residían en Rosario. Omar Perotti activará mañana el decreto que prorroga el mismo panorama de restricciones y habilitaciones para el centro y sur de la provincia, sin variantes. Así lo impuso el presidente Alberto Fernández ayer para esta y otras siete provincias que concentran el 55% de los contagios, y donde el departamento Rosario califica como el segundo distrito con más camas críticas ocupadas en el país. "Los contagios se amesetaron, pero en un número alto todavía", concluyeron. Los trabajadores de salud, en tanto, fueron al Monumento y clavaron cruces negras: le insisten a las autoridades que endurezcan las restricciones por períodos cortos pero estrictos para reducir la circulación del virus y así mitigar la velocidad de contagio. No les hicieron caso y por eso se lo reprochan al gobernador y al intendente Pablo Javkin, que atribuye el agravamiento de la crisis sanitaria a la inconducta social. "El Estado no puede soslayar su rol central para el cuidado de la población. Ideológicamente eso es inquietante", le pegaron.
El decreto que regirá desde mañana en la provincia va en sintonía con la senda trazada por Fernández ayer desde Misiones. Se mantiene el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) para los departamentos del sur santafesino más La Capital, Las Colonias y Castellanos, e incluso para algunas localidades cercanas a Rosario que derivan sus pacientes a hospitales de esta ciudad. Restaba ayer definir si el gobierno sumaría la reanudación de clases presenciales del nivel secundario en las 56 escuelas rurales habilitadas la semana pasada. En cambio, seguiría restringida la actividad recreativa y deportiva para niños menores de 12 años en los distritos referidos.
El reporte diario de la pandemia arrojó 2.536 casos nuevos en la provincia, de los cuales 923 pertenecen a Rosario. Ahora la ciudad explica la mitad de los 91 mil contagios que viene registrando Santa Fe. Lo más dramático es la cifra de pacientes fallecidos: ayer se contaron 25 en la provincia y la suma llegó a 995 personas muertas. En Rosario ayer se informaron 12 víctimas fatales, y su cuenta llegó a 560 en total. Estremece el hecho de que la quinta parte de ese número –117 personas– murieron esta semana.
Santa Fe es la provincia que Nación más escruta en el grupo de ocho donde se concentra el núcleo de la pandemia. Javkin ayer polemizó con la ministra Sonia Martorano para desmentir que Rosario sea el epicentro de la peste, como dijo ella. Pero es el conglomerado donde hoy están los mayores apremios. Y como tiene más de 500 mil habitantes, la gestión del ASPO aquí es asunto de la Jefatura de Gabinete de la Nación, escapa al albedrío del gobernador.
Según el informe habitual de la Secretaría de Salud municipal, la tasa de incidencia del virus se duplicó en el último mes: entre el 11 y el 17 de octubre la probabilidad de enfermarse en Rosario de coronavirus era del 72,55% entre 10.000 habitantes. Entre el 13 y el 19 de setiembre, este riesgo afectaba solo al 40,55%.
El dato auspicioso, no obstante, es que la duplicación de casos sigue estirándose: ahora es cada 26 días. Por eso algunos en el gobierno prefieren percibir un amesetamiento de contagios, aunque no se baje de 1200 casos en Rosario o de 2500 en la provincia.
El 86% de las camas para pacientes críticos en hospitales rosarinos está ocupado, y en el sistema privado de salud ese índice llega al 93%.
Los trabajadores del sistema de salud organizados en Asamblea no tenían mayores expectativas de que Perotti o Javkin atendieran su pedido. Igual fueron al Monumento (ver aparte) plantearon su parecer. "Vemos que ponen énfasis en el cuidado individual, pero es complicado dejar el cuidado de la población al criterio individual. El Estado debe hacerlo", dijo la trabajadora social Marina Iraolagoitía a Rosario/12.
"Disentimos con que la estrategia sea por el índice de ocupación de camas críticas, porque eso es asumir que habrá un porcentaje importante de personas que morirá, y son muertes evitables. Si se restringiera la circulación viral la ocupación de camas críticas sería inferior. Pero tenemos ocupación alta y en aumento. Ante mayor circulación de virus, más contagios, más internados y más fallecidos", cuestionó.