La tapa de los diarios, los noticieros, los columnistas más renombrados y también los más ignotos, todo el aparato mediático opositor se mueve en una única dirección: impulsar la corrida cambiaria y la consiguiente devaluación. Para su sorpresa, el ministro Martín Guzmán no pierde la calma y repite una y otra vez que no pasará.
“¿Y por qué esta vez debería creerte que no habrá devaluación?”, le preguntó este viernes Alejandro Fantino, convencido de que cuando los economistas mediáticos anuncian la debacle no hay forma de evitarla.
Guzmán elige entonces su versión más didáctica: “¿Cuándo devalúan los países? Cuando se quedan sin dólares. ¿Y cuándo se quedan sin dólares? 1) Cuando tienen que pagar de golpe mucha deuda externa, 2) cuando importan más que lo que exportan y 3) cuando no hay forma de controlar que los pesos vayan al dólar. Eso hoy no nos pasa.”
Vayamos por partes
1)Cuando tienen que pagar de golpe mucha deuda externa.
“La deuda la reestructuramos --explica el Ministro--. El año que viene los pagos son prácticamente cero, no necesitamos dólares para pagar.”
2) Cuando importan más que lo que exportan.
“Hoy tenemos un superavit comercial robusto, unos 12 mil millones de dólares”, responde ante la incredulidad de Fantino que solo atina a preguntar qué es el superávit.
3) Cuando no hay forma de controlar que los pesos vayan al dólar.
“Por lo que pasó en los últimos años, el gobierno que nos precedió adoptó controles de capital. No puede ir cualquiera a comprar dólares. Eso quiere decir que tenés más control de las reservas, por lo que podemos manejarlas, y las reservas que tenemos nos alcanzan”, desarrolla Guzmán hasta que Fantino lo interrumpe: “Pará, pará, pará… ¿vos estás tranquilo con las reservas que hay?” “Sí, claro --responde el ministro--. Con la situación de superávit comercial, sin tener que hacer frente a pagos de la deuda externa y con controles de capitales”.
Por las dudas, enseguida aclaró que la hoja de ruta indica que los controles se sacarán. ¿Cuándo? “Cuando tengamos más reservas, cuando hayamos logrado acumular más dólares”, concluye.
El problema del Contado con liqui
“Hay millones de argentinos que no saben lo que es el contado con liqui, y está bien, porque es algo muy sofisticado, pero se pone todo el día en el centro de la escena y eso empieza a generar esta ansiedad”, responde Guzmán ante el requerimiento de Fantino.
Enseguida vuelve a dar clase para explicar el verdadero alcance del problema planteado por el alza en su cotización. “El contado con liqui es un mercado para transacciones financieras y en el año 2016 empezó a haber mucha entrada de dólares, no para la economía real, no para invertir en una fábrica que genere empleo. Entraba para obtener un retorno de corto plazo. ¿Qué estaba pasando? Las lebacs entonces daban mucho interés. Entonces traían los dólares, los invertían en lebacs, cobraban los intereses, compraban más dólares y los sacaban del país. La famosa bicicleta financiera. En 2018 decidieron no prestarnos más y en 2019 se instrumentaron los controles de capitales y no se pudieron ir. Desde entonces, han ido saliendo, goteando, por este mercado que se llama contado con liquidación. No es un mercado para la economía real. Son unos 30 millones por día, para la macroeconomía eso no es relevante, no implica ninguna pérdida de reservas. Si le damos mucha bolilla es por lo que genera en las expectativas de la gente y de las empresas que ven esa brecha ancha y piensan que puede haber problemas en el dólar oficial”, tranquiliza el ministro.
¿Cuál es el dólar relevante?
Para responder a esa pregunta Guzmán empieza por desmontar el argumento más común de los adoradores del “dólar blue”: es el que fija los aumentos de precios. Sin ir más lejos, Fantino confiesa que él se guía por esa pantalla para saber cómo anda la economía.
“Los precios se vienen moviendo no con el dólar blue, no con el dólar ccl, se vienen moviendo con el dólar oficial”, le señala el ministro. Miremos los datos, en los últimos 10 meses la inflación está yendo de la mano con el tipo de cambio oficial”, cerró.