En las redes sociales circularon recientemente fotos de un particular insecto que causó zozobra en Estados Unidos y México, al que se lo denominó: “tarántula con alas”. Sin embargo, en realidad se trata de una polilla de gran tamaño, cuyo nombre científico es Antheraea polyphemus.
También llamada polilla de seda, es inofensiva para los humanos y suele habitar en algunas regiones de México, Estados Unidos y al sur de Canadá. Principalmente en bosques, huertas y humedales, debido a que su alimento principal son las cortezas de los árboles y los follajes.
Si bien sus patrones de color pueden variar desde un canela rojizo hasta un marrón oscuro, casi siempre son de un tono color café. Pueden llegar a medir hasta 15 cm y la similitud que poseen con las tarántulas se debe a los pelos que tienen en sus múltiples patas, una característica común en los artrópodos.
También se destacan por lucir grandes manchas oculares violáceas en sus dos alas traseras. Este rasgo, además de darle su nombre por el mito griego del cíclope Polifemo, lo utiliza como mecanismo de defensa para protegerse de sus depredadores, ya que sirve tanto para confundir o distraer.
La polilla Polifemo posee un ciclo de vida similar a cualquier otra especie de las polillas gigantes de la seda, cuyo nombre científico es Saturniidae. En este sentido, ponen huevos planos de color marrón claro en las hojas de varias plantas hospedantes.
No obstante, se destacan porque los adultos tienen bocas vestigiales, es decir, sus partes bucales se han reducido, por lo que no comen y solo viven como adultos por un par de semanas. En caso de vivir en cautiverio, el macho y la hembra tienden a ignorarse mutuamente, a menos que haya una planta alimenticia, como las hojas de roble.
Los machos se diferencian por exhibir antenas más tupidas que utilizan para detectar feromonas liberadas por hembras no apareadas. En tanto, las hembras presentan antenas moderadamente menos tupidas y muestran un abdomen más grande, donde llevan los huevos.
El control de la población de estas polillas suele estar dado por insectos parásitos, como la avispa parasitoide, que deposita sus huevos en las orugas jóvenes para que luego eclosionen en larvas, que consumen el interior de las orugas.
Las ardillas también suelen consumir las pupas (fase de desarrollo posterior al estado de larva y anterior al de adulto) de las polillas Polifemo, aunque podar árboles y dejar las luces exteriores encendidas por la noche también puede ser perjudicial para estas polillas.
La especie fue documentada por primera vez en 1776 por Pieter Cramer, entomólogo (corriente científica que estudia los insectos) neerlandés y director de la sociedad científca Zealand Society, situada en Nueva York.