Cerca de 18 mil adultas y adultos mayores ya recibieron algún tipo de contención, servicio o asesoramiento a través del programa Rosario cuida a los grandes.

Se trata de una propuesta que la Municipalidad puso en marcha a pocos días de declararse el aislamiento social, preventivo y obligatorio el pasado 20 de marzo, a raíz de la pandemia de coronavirus.

El programa tiene tres ejes fundamentales: apoyo telefónico, acompañamiento digital y cuidados en domicilio, y es llevado adelante por un equipo de alrededor de 30 personas.

La Red telefónica, que brinda escucha, acompañamiento y contención con personal municipal y voluntarios a cargo, fue la que tuvo más demanda. Al 8 de octubre pasado, se contabilizaban 8.100 contactos de personas que se habían comunicado de manera espontánea o que fueron contactadas a través de los llamados propositivos del personal del área.

En tanto, la Red de acompañamiento digital alcanzó ya a más de 5.000 vecinas y vecinos de la ciudad. A través de la cuenta de Facebook de la Dirección de Adultos y Adultas Mayores y de diferentes grupos de difusión de WhatsApp, se envían diariamente propuestas de estimulación cognitiva, actividad física, recreativas y otras, con contenidos elaborados por los profesionales del área. A su vez, se produce e imprime en papel una revista que es distribuida en algunos hogares, sobre todo en aquellos en los que se detecta que no hay acceso a redes sociales. La edición gráfica también ofrece actividades cognitivas y físicas.

Por otro lado, más de 4.000 adultas y adultos mayores recibieron ya algún tipo de asistencia en sus hogares a partir de la Red de cuidados domiciliarios, creada precisamente para que las personas mayores eviten salir de sus casas durante la época de contagio.

“Hay cosas que vinieron para quedarse; este programa vino para quedarse, ya está instalado, se seguirá modificando en base a los diferentes tiempos que vayan transcurriendo, se irá acomodando, pero la recepción telefónica quedó instalada y va a seguir”, aseguró Mario Miranda, una de las personas a cargo del centro de recepción de mensajes.

“Las tareas se van transformando día a día, mañana quizás nos sentamos y volvemos a modificar de acuerdo a la necesidad, pero siempre con el propósito de mantenernos cerca del adulto y la adulta mayor” concluyó.