En diciembre de 2019, la rosarina Majo Clutet viajó a Tailandia, con el proyecto Cantando el mundo, y la idea de pasar por lo menos un año completo en distintos lugares de Asia, viviendo de la música junto con su compañero. Como a millones de personas en el planeta, la pandemia le trastocó los planes y pocos meses después volvió a la Argentina. La frustración fue grande, aunque la vuelta a casa tuvo recompensa. Su zamba del desasosiego fue una de las ganadoras del VII Premio Ibermúsicas a la creación de canciones de la cuarentena, donde se presentaron 2372 temas. El certamen se realiza todos los años y premia obras originales e inéditas por cada uno de los países que integran la región. Las obras premiadas son reconocidas a través de su edición y un estímulo económico. "Fue una alegría enorme, sobre todo en el contexto en el que se dio, porque son momentos muy duros, muy difíciles, que estamos viviendo todos, todes como sociedad, de mucha incertidumbre. Entonces recibir un reconocimiento es como una caricia al corazón, porque sobre todo la canción nace en contexto de pandemia. Es una canción que habla directamente de la cuarentena y la situación de incertidumbre que nos afecta, que me afectó a mí especialmente y creo que también a todos y a todas, entonces fue una alegría, sentir que pude sacar algo bueno de una situación realmente angustiante", dice Majo a Rosario/12.

 

Integrante del Colectivo de Mujeres Músicas de Rosario, Majo es también abogada, estudió Comunicación Social y es una viajera apasionada. El 2020 la obligó a cambiar sus planes. "Lo viví en forma muy intensa, porque yo este año planificaba viajar haciendo música, era mi objetivo. Me preparé durante mucho tiempo para esto, económicamente, proyectándolo, dejé un montón de cosas en Rosario. Para realizar un proyecto así se tienen que dar muchas condiciones, que una las va generando, mi objetivo era recorrer toda Asia haciendo música, desde Filipinas hasta Turquía, en un viaje de por lo menos un año, y la idea obviamente era sustentarse haciendo música. Y lo arranqué con mi compañero en diciembre de 2019, cuando no existía la pandemia", relata sobre la experiencia. Cuando llegó a Tailandia, escuchó noticias de un virus, pero "todavía no era nada concreto". "Cuando ya se decreta la pandemia, la situación de emergencia sanitaria, ya no pude tocar más, las fronteras del mundo se cerraron y no quedó otra que volver. Nos decidimos a volver porque no teníamos más chances de continuar con el proyecto Cantando el mundo", sigue el relato de estos últimos meses.

Considera que la vuelta fue una "situación frustrante", pero está convencida de que los sueños no se frustran, "nunca se abandonan". "Sí fue sentir que lo que planificaste no te salió y que de vos no depende todo, porque hay factores externos que uno no puede manejar ni controlar y por más que uno planifique demasiado, siempre va a haber un grado de incertidumbre. De eso habla zamba del desasosiego, yo creo que no la hubiese podido componer si no me hubiese pasado lo que me pasó".

Sigue con la génesis de su Zamba del desasosiego: "Decidimos volver, acuciados por la situación global, y fue encerrarme en un departamento y decir qué largos que se están haciendo los días, qué fuerte sentir que no hay certezas y que hay que abrazar la incertidumbre. De ahí surgió esta zamba, que hoy resultó ser la ganadora de un concurso iberoamericano", cuenta Majo sobre la sorpresa de haber logrado un reconocimiento a partir de esa experiencia. 

La canción ganadora fue producida por Daniel Pellegrinet y mientras se ultiman los detalles para su edición, Majo continúa componiendo las creaciones que integrarán un nuevo material que saldrá a la luz el año próximo. En abril de este año, sacó su primer EP “El río va”, con un recital virtual desde Tailandia, donde estuvo varada varios meses antes de regresar a la Argentina. El material -que puede escucharse en todas las plataformas- está compuesto por canciones originales que van desde el bolero hasta el tango, pasando por el vals y la canción litoraleña.

Puesta a hablar de sus canciones, Majo enfatiza: "Hablo de lo que me pasa a mí, y de lo que les pasa a mis amigues, cuando me cuentan lo que les pasó o alguna historia, yo a veces logro transformar ese relato en una canción. También creo que en mis canciones está muy presente el litoral, el río, mi identidad como rosarina, en sus letras y su sonido. Siento que también está esa incertidumbre propia de mi vida, porque soy una persona que apunté por un lado a un montón de cosas que me dan estabilidad, estudié abogacía, comunicación, tengo un trabajo estable por un lado y por otro lado está mi otro costado creativo, mi costado más volátil, de los viajes, de la aventura. Siento que hay una tensión entre esas dos Majos, que todo el tiempo trato de negociar y también está presente esa tensión en mis canciones. Creo que está presente también la incertidumbre de mi propia vida". 

Pero además, aunque no sea de forma tan explícita, está presente el feminismo. "Cuando hablo del amor y el desamor, soy muy consciente de pararme en un lugar donde se pretenda deconstruir el amor romántico. Me parece muy importante hablar de un lugar de empoderamiento afectivo, porque creo que las canciones me han hecho mucho daño, las canciones que han machacado tan fuerte en esta idea de 'si no estás me muero', 'sin vos no soy nada'. Entonces, todas mis canciones que tocan el tema del amor y el desamor, yo siempre lo hago desde el lugar de deconstruir el amor romántico y liberarse de esas opresiones", plantea su posición ante el arte y la vida. 

Es que Majo Clutet divide su tiempo entre la música, su trabajo como abogada y su militancia en el Colectivo Mujeres Músicas Rosario y la Red Federal Plurinacional y Transfeminista TRUENA.  "Creo que mi feminismo está en mis canciones de una forma más indirecta, quizás no en una forma tan directa, pero está el feminismo en la medida en que yo pienso cada palabra que uso. Pienso que, sin darme cuenta, porque todes estamos aprendiendo y en proceso de deconstrucción, en mis letras no puedo cometer el error de usar una palabra que vaya a estereotipar o que vaya a poner a la mujer en un lugar de opresión. Entonces, creo que el feminismo está ahí, en el cuidado de las palabras que uso. Creo que el feminismo es transversal, quizás no se ve directamente en mis letras, pero está...". 

Sobre la posición de las mujeres en el mundo de la música, Majo hace equilibrio entre valorar lo hecho sin conformarse. "Siento que por fin estamos empezando a tomar nuestro lugar y nuestra palabra en la música, es un buen comienzo, pero no siento que esté ya todo hecho y todo dado. En los últimos dos años, sobre todo acompañando la ley de interrupción voluntaria del embarazo, se formaron muchas colectivas artísticas, entre ellas las colectivas de mujeres músicas en todo el país, porque nos empezamos a dar cuenta de que no solamente estábamos atravesadas por las violencias y la discriminación como mujeres, sino también como mujeres trabajadoras en el sector musical, de repente, con muchas más dificultades para producir nuestros materiales y eso al mismo tiempo nos dejaba mucho más relegadas, mucho más excluidas para participar de festivales, para ser programadas". Por eso, le pide prestada una frase a Teresa Parodi, a quien escuchó en un encuentro en Santiago del Estero. "Ella dice que separadas somos invisibles y juntas somos invencibles. Digo esto, también haciendo hincapié en lo revolucionario que es el movimiento feminista en todos los ámbitos", culmina.