Nadie lo esperaba en estos momentos. Sin embargo, el papa Francisco, sorprendió a propios y extraños al anunciar el domingo “la unción” (designación) de trece nuevos cardenales para la Iglesia Católica, entre ellos nueve “electores” de menores de 80 años, elevando de esta forma a 128 miembros el número de integrantes del colegio cardenalicio, la asamblea encargada de una eventual designación de nuevo pontífice. De ese total 73 fueron ungidos por Jorge Bergoglio.
Otros cuatro nuevos cardenales han superado el límite de edad para contarse entre quienes pueden elegir a un eventual sucesor de Francisco. Entre ellos está el mexicano, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristobal de las Casas, una zona compleja en el territorio de aquel país y en la cual la Iglesia Católica ha tenido un gran compromiso con las organizaciones indígenas y campesinas. Arizmendi Esquivel también fue Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) el organismo que reúne a los obispos católicos de toda América Latina.
El otro latinoamericano, en este caso por adopción, es el hispano chileno Celestino Aós, a quien el Papa le encomendó la conducción del arzobispado de la capital chilena, desplazando al también cardenal Ricardo Ezzati después de los escándalos de abusos sexuales por parte del clero del país trasandino y cuando la totalidad del episcopado chileno puso su renuncia a disposición del pontífice.
Entre los nuevos cardenales “creados” (tal la fórmula que se usa oficialmente en la Iglesia) no se cuenta ningún argentino, pero sí un estadounidense, el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, quien fue Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (2001-2004) y que se convertirtá en el primer cardenal negro de la historia de los Estados Unidos. Se trata de un obispo muy crítico al actual presidente Donald Trump.
Esta es la séptima ocasión en la que Bergoglio procede al nombramiento de cardenales y en cada caso la presencia de los italianos se había ido reduciendo. Ahora entre los nuevos posibles electores del Papa, que serán ungidos oficialmente el próximo 28 de noviembre, se cuentan tres italianos. Se trata de Marcello Semeraro, nuevo prefecto (ministro) de la Congregación de las Causas de los Santos, Augusto Paolo Logiudice, arzobispo de Siena, y del franciscano conventual Mauro Gambetti, custodio de la comunidad franciscana de Asís.
A la lista de los nuevos ungidos se suma también un africano, el arzobispo de Kigali, Ruanda, Antoine Tambanda, el primer cardenal en la historia de ese país. Tambanda nació el 10 de noviembre de 1958 en Kigali y todos los miembros de su familia murieron en la guerra de 1994, excepto un hermano, que actualmente vive en Italia. Además ingresan al colegio cardenalicio el filipino José Advincvula, arzobispo de Capiz, Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei, también primer cardenal de este país de mayoría musulmana.
Entre los mayores de 80 años se cuentan los italianos Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, Enrico Feroci, ex director de Cáritas de Roma y el nuncio Silvano M. Tomasi, Arzobispo Titular de Asolo, antiguo observador permanente en las Naciones Unidas en Ginebra, y que actualmente trabaja en el Departamento para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.