Para Cande Buasso y Paulo Carrizo “Barro tal vez” fue como un sino, una especie de anunciación de lo nunca se hubiesen animado a pensar que podía suceder. En 2017 comenzó a circular por las vueltas de las redes el video con la interpretación que hizo el dúo en el Teatro del Bicentenario de su San Juan natal del tema de Luis Alberto Spinetta, ella cantando y tocando el contrabajo, y él en los teclados. Las reproducciones se fueron multiplicando hasta sumar algo así como 10 millones. Pero más allá del poder de persuasión de los números se trata de una versión cautivante, de una belleza vaga que en su lenta fluidez viaja sobre numerosas influencias, pero al mismo tiempo suena original. Una música tan leve que si quiere, como dice el tema, “se toca el alma”.

De ese estilo y de la consecuente viralización en las redes se percataron desde Decca Records y enseguida el legendario sello multinacional -surgido en Inglaterra- incorporó al dúo a su escudería. Así, la etapa vertiginosa iniciada tres años antes en San Juan concluyó en un estudio de grabación de Los Ángeles, donde Cande y Paulo terminaron de grabar un disco del que, como anticipo, presentaron una nueva versión de “Barro tal vez”. “Más allá de que fue la canción que nos abrió muchas puertas, para nosotros es algo entrañable, lo que escuchamos de toda la vida; no nos resulta complicado conectarnos con esa música y con su profunda espiritualidad. Las dos veces que la grabamos fueron momentos mágicos, de mucha conexión entre los dos”, asegura Buasso sonriente del otro lado del Zoom.

Buasso sonríe satisfecha cuando le dice que su imagen tocando el contrabajo y cantando remite enseguida a la de Esperanza Spalding, por quien no oculta su admiración. “De todas maneras, empecé a estudiar contrabajo por la música clásica, lo del dúo y ‘Barro Tal Vez’ vino después”, explica Cande. “No recuerdo bien cómo fue que este instrumento llegó a mis manos. Sí recuerdo que siempre intenté tocar de todo, por eso es natural que me pasen estas cosas. Experimento mucho, cada día descubro más cosas y me enamoro más del instrumento. Lo mismo me pasa con el canto. Cuando empecé a estudiar el contrabajo, al mismo tiempo comencé a estudiar canto lírico y así se fueron armando las cosas. Todo enriquece, todo abre puertas”, agrega.

La nueva versión, como todo el disco que el dúo terminó de grabar, cuenta con la producción artística de Larry Klein, nombre ligado a figuras como Joni Mitchell, Herbie Hancock y Tracy Chapman, y ganador de varios premios Grammy, entre otras cosas. “La idea básica para esta nueva versión de ‘Barro tal vez’ fue la misma que aplicamos para la primera; es decir, dejarla sonar tal cual es. Busca la sencillez, pero para que partir de ahí se abran una serie de posibilidades. Probamos durante mucho tiempo, tratamos de quitarle cosas hasta dejar expuesto el inmenso espíritu que ese tema tiene. Es un buen recurso para abordar la música de Spinetta”, comenta Carrizo y enseguida agrega: “Larry (Klein) lo entendió del mismo modo y dejo que todo fluya”.

Más sólida que la primera en la producción musical y decididamente barroca en la edición de video, la nueva versión de “Barro tal vez” sale del entorno emotivo original y apuesta a cautivar un público más abierto y cosmopolita. “Hasta que comenzó la pandemia, viajamos mucho entre Barcelona, Londres y Los Angeles trabajando en nuestro nuevo álbum y tocamos el tema ante auditorios muy variados”, dice Carrizo. “Cuando la tocamos en Inglaterra, por ejemplo, todos la conocían. Tenían la traducción y había mucha curiosidad con respecto a Spinetta. Les impresionaba mucho que el Flaco hubiera escrito esta canción a los 14 años”, continua el pianista. “Quien escucha ‘Barro tal vez’ siente y descubre cosas diferentes. Lo vemos en los comentarios que la gente deja en los videos”, agrega Buasso.

Pero no solo de “Barro tal vez” viven Cande y Paulo, que en el disco que terminan de grabar y que, como tantos trabajos en esta época, no tiene fecha precisa de salida, se aventuraron en una mezcla irreverente de nombres y estilos. “Las canciones de disco son muy variadas y van desde Cat Stevens hasta Atahualpa Yupanqui, pasado por Neil Young, Chet Becker y una versión vertiginosa de ‘Summertime’, de George Gershwin. Pensamos un álbum con un poco de todo, pero unido por el denominador común de un sonido despojado. Ese es el estilo que hace años venimos buscando y recién ahora empezamos a sentir que estamos logrando”, dice Carrizo y concluye: “En España habíamos grabado un disco de covers, siempre buscando el camino del despojo, hasta que apareció Decca y nos contactó con Larry Klein. Grabar con un tipo de semejante experiencia nos puso definitivamente en otro lugar”.