La producción de las pymes industriales retrocedió 6,9 por ciento interanual en septiembre, pero mostró una desaceleración de la caída con respecto a los meses previos. “El lento aumento del consumo interno, sumado a los mayores controles a las importaciones, van recuperando los pedidos de producción”, destacó el informe elaborado por CAME. En lo que va del año la caída acumulada es de 19,3 por ciento.
En septiembre hubo dos sectores con subas anuales en sus niveles de fabricación: Productos de caucho y plástico (4,6 por ciento), cumpliendo tres meses consecutivos en alza de esa actividad y Productos electrónicos e Informática, donde la elaboración subió 1,8 por ciento anual, especialmente impulsada por artículos informáticos. Este rubro fue un refugio frente a la suba del dólar blue, lo que elevó la demanda, sumado a menores importaciones.
El rubro con mayor declive anual continuó siendo Calzado y Marroquinería donde la demanda descendió 36,7 por ciento. “Incide la cuarentena, donde el desgaste de calzado fue muy bajo, tanto en el de vestir como deportivo, y que en este momento las familias no lo están considerando una prioridad. El ramo escolar, que siempre fue un demandante constante, también se desactivó este año”, remarcó CAME.
En Alimentos y Bebidas la baja anual fue de 4,7 por ciento. Un sector muy afectado es el de frutas y hortalizas, y con la excepción de vinos, el resto de las bebidas también se mantienen con bajos niveles de elaboración. Las firmas productoras vinculadas al ramo gastronómico son una de las más resentidas. CAME remarcó que algunas empresas se vieron afectadas por las dificultades para importar repuestos de maquinarias dañadas, lo que generó demoras en la producción. Esa situación se repitió en los rubros de mayor uso de maquinaria industrial avanzada.
El sector Indumentaria y Textil tuvo una reducción anual de 21,4 por ciento y es otro de los sectores que no consigue encaminarse. Algunos empresarios consultados observan que aumentó la participación nacional en las ventas, pero que aun así la demanda es baja. Incide el factor precios, donde la indumentaria venía con subas demoradas que de a poco fue acomodando y escapan a los bolsillos de las familias. “El dilema de los fabricantes es vender sin rentabilidad o resignar ventas pero teniendo beneficios”, subrayó CAME.
La producción de sustancias y productos químicos cayó 1,9 por ciento anual en el mes con bastantes disparidades entre rubros. Por ejemplo, todo lo vinculado a artículos de limpieza y farmacéuticos, se mantuvieron mayormente en alza, lo mismo que pinturas, mientras que otros como tintas o aceites, continuaron en baja.