Desde Roma
El papa Francisco recibió este sábado en el Vaticano por primera vez al presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, a quien le manifestó entre otras cosas su “gran respeto por la vocación política, una de las formas más altas de la caridad”.
Según un comunicado de prensa del Vaticano, se abordaron temas relativos a las relaciones bilaterales pero también cuestiones de interés común que atañen a la Santa Sede y a España. Asimismo, “se ha subrayado la oportunidad de un diálogo constante entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales” y luego se trataron “temas de carácter internacional como la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones”.
La emergencia sanitaria por la covid-19 es uno de los temas más candentes actualmente en Europa. Tanto en España como en Italia se anunciaron medidas para restringir los contagios que en los dos países oscila en torno a los 20.000 casos cotidianos.
Sánchez fue acompañado hasta la Biblioteca del Pontífice donde fue recibido por el papa Francisco. Al concluir la audiencia privada entraron su esposa, Begoña Gómez, y otros diplomáticos españoles. Todos se sentaron en torno al Papa, pero curiosamente y aunque al Vaticano habían llegado con mascarillas, en la audiencia papal no las tenían, pero estaban distanciados.
Y en ese momento Francisco aprovechó para enviar un mensaje a todos los parlamentarios españoles y pidió a Sánchez que les transmitiera lo que pensaba el Papa sobre la política y la dura tarea de construir un país. “La política no es solo un arte sino que para los cristianos es un acto de caridad, de nobleza, y muchas veces lleva al sacrificio”. dijo Francisco. “El político tiene en sus manos una misión muy difícil: hacer progresar el país, consolidar la nación y hacer crecer la patria”, agregó. El político según el Papa tiene la misión de hacer progresar el país, la agricultura, industria, ganadería, minería, investigación, educación, arte. “Pero tiene también la misión de consolidar la nación, no sólo de cuidar las fronteras, que ya eso es muy importante, sino la nación como organismo de leyes, de modos de proceder, de hábitos. Y tiene la misión de hacer crecer la patria. País, nación y patria están en las manos de un político”, subrayó.
El Pontífice aseguró además que hacer progresar un país “parece fácil, pero no lo es” pues supone relaciones internacionales, de comercio, de ciencia y de técnica. Consolidar la nación – dijo – “a veces supone dificultades de entendimiento con los localismos, pero también de entendimiento del derecho, de la justicia, de hacer que la nación sea más fuerte”. Pero quizás lo más difícil para mí – aseguró Francisco – “es hacer crecer la patria porque allí entramos en una relación de filiación. La patria es algo que hemos recibido de nuestros mayores y algo que tenemos que dar a nuestros hijos”. El país “lo debemos hacer progresar, la nación la tenemos que consolidar, la patria tenemos que construirla. Construirla con todos. Porque en este campo no nos está permitido el “borrón y cuenta nueva” y tampoco nos está permitido revivir lo que fue allá, hace 60 o cien años”. Además, le dijo el Papa a Sánchez, “es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria”.
El pontífice también citó en su discurso el libro de un intelectual italiano del Partido Comunista, Siegmund Ginzberg, titulado “Síndrome 1933”. “Vale la pena leerlo”, comentó. El libro se refiere al nacimiento en Alemania del nacional-socialismo que dio lugar al nazismo, “una patria inventada por una ideología”, indicó. El libro no sólo hace referencia a la década del 1930 sino que saca a la luz semejanzas con la actualidad.
Francisco terminó su breve discurso ante la delegación española pidiéndole lo que pide siempre a sus fieles, que recen por él. Pero en caso de que no fueran creyentes, les pidió por favor que le “tiren buena onda”. Y esta frase provocó la sonrisa de Sánchez.
Luego, como impone el protocolo, intercambiaron regalos. El Papa, entre otras cosas, le regaló a Sánchez su última encíclica, “Fratelli tutti”. El papa recibió de Sánchez un facsímil del Libro de Horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
Al concluir la audiencia con el Pontífice, Sánchez fue recibido por el ministro de exteriores del Vaticano, Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados. Los encuentros de Sánchez en el Vaticano duraron cerca de dos horas. Con Francisco estuvo poco más de media hora.
Sobre su audiencia con Francisco Sánchez escribió en Twitter: “Estamos de acuerdo en que debemos afrontar la crisis causada por el Covid 19 a través del multilateralismo y con una perspectiva social, en la necesidad de proteger a los más vulnerables y llevar adelante a la entera sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario”.
Según un comunicado del gobierno español, dado que Sánchez no hizo declaraciones a la prensa, el mandatario le subrayó al Papa las similitudes sobre la visión de la sociedad internacional que tiene el Gobierno y la última encíclica Fratelli Tutti, “ya que ambos ven un mundo donde la cooperación y la solidaridad son necesarias, partiendo de la fraternidad”. El comunicado dijo además que Sánchez y el Pontífice han compartido la necesidad de luchar contra el cambio climático y el mandatario español ha subrayado que la emergencia sanitaria de la pandemia “no puede alejarnos de temas urgentes como éste”. Sobre la cuestión migratoria, el jefe del Ejecutivo ha dicho al Pontífice que se debe ofrecer una respuesta digna a las personas que quieran venir a Europa.