Miguel Isa es sin duda uno de los personajes con más trayectoria de la política salteña, con cuatro intendencias, ocupó la vicegobernación en el último período de Juan Manuel Urtubey, pero también pasó por la Legislatura y arrancó su carrera política en el Concejo Deliberante de Salta, adonde quiere retornar el año que viene “para aportar mi experiencia desde el primer escalón de la democracia”.
Hoy maneja un estudio de consultoría junto a un grupo de abogados y especialistas, ya que mientras era intendente obtuvo el título de procurador. Pero afirma que nunca se va apartar de la política, porque la lleva en la piel desde que llegó a Salta desde su Colonia Santa Rosa natal con solo 17 años.
Reconoce admiración por su hermano Daniel Isa, fallecido en 2011, quien lo introdujo en la militancia del PJ, lugar del que jura que nunca se irá y desde donde anuncia peleará cada espacio.
En diálogo con Salta/12 reconoció sus errores políticos en los últimos años y sobre todo en las primarias del 2019, en las que él mismo manifiesta se empecinó en querer representar al justicialismo desde el Frente de Todos, “pero después mis votos se fueron con Sáenz”. De todas maneras, aclaró que de 10 elecciones en las que se presentó, solo perdió una, justamente en la que intentó ser gobernador.
Parafraseó al ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, para argumentar por qué quiere volver al ruedo pero desde el llano: “triunfar en la vida no es ganar, sino levantarse cada vez que uno cae”.
Distanciado del urtubeicismo y lejos del Frente de Todos, explicó que siempre mantuvo una relación de aprecio con el gobernador Gustavo Sáenz, al que hoy vuelve a acompañar desde el PJ. Y cree que realizará una muy buena gestión a la salida de la pandemia. Lo mismo opinó de Alberto y Cristina, a quienes les reconoce su liderazgo absoluto y asevera que en breve pondrán al país de pie con políticas de reactivación económica.
Sostuvo que el justicialismo en Salta se está renovando con nuevas figuras, aunque no cree en el discurso de la juventud como sinónimo de mejora. Y opinó que al Frente de Todos local le falta liderazgo ya que Sergio Leavy no cumple ese rol.
-¿Qué es de tu vida? ¿qué hace Miguel Isa?
-Yo armé un estudio jurídico, porque me recibí de procurador, y junto al doctor Ricardo Núñez, que hoy está en coma farmacológico por covid, pero que seguro va a salir de esta, porque ya hace 40 días que está dormido y de a poco lo están despertando. Bueno, con él y otros dos abogados también pusimos una consultora y estamos asesorando a gremios, inmobiliarias, también organizamos eventos, hacemos muchas actividades desde ahí.
Así que estaba armando eso y no quería dar notas hasta hace poco. Pero decidí volver a hacerlo para aportar, ayudar desde mi lugar, porque después de lo que pasé creo que puedo aportar y sumar experiencia.
-Y seguís vinculado a la política
- Sí, yo sigo dentro del Partido Justicialista, desde el Consejo Provincial, que está en proceso de reorganización porque se dio una apertura a través del Loro Outes (Pablo) en la conducción de la CAP (Comisión de Acción Política).
Queremos darle al Partido una organización interna para que vuelva a tomar vuelo y que tenga su doctrina, que la gente sepa qué vota, porque se ha individualizado mucho la política, en el sentido que se presentan particulares que llegan por su fama, su conocimiento. Se busca la popularidad y llegan por ahí, pero muchas veces sin proyecto, doctrina, ni ideales.
-Pero justamente eso no se ve desde el gobierno actual, ni del Partido, ni del Ejecutivo. Todos los outsider llegaron de la mano del frente del gobernador, y hoy, quienes lideran el PJ también llegaron de afuera. ¿No se vive eso como una tensión?
-Siempre va a haber tensiones, pero es momento de pensar en apertura, de recambio, y que esa puerta giratoria que tiene el Partido justicialista sea para que entren y no para que salgan.
-¿Y por eso querés volver desde el PJ?
-Sí, porque nunca me fui. Y porque yo a Gustavo lo conozco desde hace años, por eso me puse a disposición. Él cuando estuve enfermo (por la covid-19), permanentemente me llamó y me preguntaba por mi salud. Somos amigos, y yo siempre estoy dispuesto a ayudar.
Yo siempre tuve que lidiar con las más difíciles en mi vida, repartía pan a los 12 años desde un carro en un pueblo como Colonia Santa Rosa, en donde se cortaba la luz a las 8 de la noche. Por eso mismo me considero un piloto de tormentas.
El día que asumí el municipio (su primer interinato, en agosto de 2001) no me había sentado en la oficina que ya el secretario de Hacienda me avisó que nos estaban cortando la luz en el edificio. Pero me dijo que eso no era lo único, sino que en las próximas 48 horas teníamos que desalojar el edificio, que estaba en la peatonal Florida. En esa época se pagaban los impuestos en un bar que se llamaba Gallina Gómez, al frente de Rentas, con ticket canasta, era de terror todo.
Entonces uno en este tiempo de reflexión, evalúa toda esa experiencia, ocho años en el Concejo, fui presidente un par de veces, fui diputado y senador, cuatro veces intendente y llegué a ser vicegobernador, estuve de los dos lados del mostrador, y hoy veo a muchos amigos, muchos empresarios que se están fundiendo y creo que la única manera de salir es para adelante y con la participación. Como decía Platón, “si no quieres que te gobiernen seres inferiores a vos, participa”, para no irnos en la crítica, sino aportar en una salida.
Además, están esos que dicen que hay que darle el paso a los jóvenes y cuando se lo dan, dicen que les falta experiencia. Y vos hoy tenés en el país más poderoso del mundo, a un tipo de 78 años disputando con uno de 74. En México pasó lo mismo, llegó un joven como Peña Nieto que se fue mal y lo cambiaron por uno ya grande con mucha experiencia. Por eso yo digo, que la pasión que uno lleva adentro no la debe dejar de lado.
Tengo muy presente el discurso de Mujica (ex presidente de Uruguay) renunciando a su banca del Senado, que dijo “triunfar no es ganar, sino caerse y volver a levantarse”, es una frase maravillosa que siento que me representa, yo no me voy a ir nunca de la política porque soy un hombre con vocación de servicio.
-Considerás que la última elección fue una caída entonces
-Yo participé de 10 elecciones y gané 9. En la última me equivoqué, cometí errores, insistí porque quería que el Partido Justicialista no se quede sin candidato. Me confié mucho también, a mí me habilitaron a participar faltando seis horas para el cierre y muchos dirigentes de fuste que me acompañaban terminaron arreglando con otros sectores.
Cuando vos no haces lo que tus dirigidos quieren, te dejan, te abandonan. Yo, por ejemplo, cuando perdí las internas con (Sergio) Leavy, no supe contener los votos y se fueron para Sáenz, porque mi gente no quería saber nada, lo acusaban a él de no dejarme participar de las elecciones.
Son errores de no haber planificado y preparado con tiempo, no preví todo lo que iba a pasar. Yo pensé que cuando se juntaron Pichetto, Massa y Urtubey, íbamos a dar pelea desde el justicialismo, pero uno terminó de vice de Macri, el otro de Lavagna y el otro se fue con Alberto Fernández, por lo que se terminó dividiendo el Partido en mil pedacitos.
-¿Y qué opinás del rol de Leavy?
-Su doble candidatura, como senador y como gobernador desmovilizó, quitó fuerza. Mientras se consiguió un triunfo contundente en todo el país, acá se obtuvo una gran derrota. Yo pese a haber perdido fui y le levanté la mano, pero los que me seguían a mí se fueron con Gustavo Sáenz.
Hoy no veo liderazgo en el Frente de Todos, no tiene liderazgo Leavy, ese sector se va a tener que movilizar para que aparezca y creo que va a pasar, sí.
-¿Cómo lo ves al gobernador?
-Me gusta, lo veo a Gustavo con una visión localista, tipo a la de Roberto Romero en su tiempo, ahora tiene que pegar un volantazo y empezar a trabajar fuerte con el Norte Grande, el Zicosur y exigir mayor federalismo. Es tiempo de pensar en la pospandemia ya, necesitamos reactivación.
-¿Qué significó tu hermano Daniel Isa en tu vida?
-Mi hermano fue el que me metió en la política, al él le debo eso, yo soy un gran admirador de él, porque sacó a nuestra familia del lugar de pobreza en la que estábamos. De jovencito ya se tuvo que exiliar en la época de la dictadura, mi papá le tuvo que dar la patria potestad antes de los 21 para que pueda salir. Él se fue a los 18, primero a España, después a Portugal y París, fue periodista y segundo agente internacional de la Agencia France Presse.
Yo quería seguir sus pasos, me vine a los 17 a Salta y viví en 25 pensiones, hice de todo acá, vendedor ambulante, vendía medias de toalla, cadete de una compañía de seguros. Cuando él volvió a los 26 años, a los 28 ya era ministro de Gobierno, Justicia y Educación, imaginate la idolatría que yo tenía. Ahí nomás me convertí en un militante de la Juventud Peronista, cuando todavía estaba (Reynaldo) Bignone de presidente, y milité fuertemente por los desaparecidos, hacíamos marchas con velas, a pesar de que estaba prohibido marchar.
Y después, cuando decidí participar primero como concejal y después como intendente, era un asesor de lujo que yo tenía, y gratis (se ríe).
-Bueno, arrancaste como concejal, llegaste a ser vicegobernador, y ahora querés volver a empezar desde ese lugar, no es común.
-Yo creo que la política no es una carrera de posgrado. Es aprender a escuchar, hablar con la gente. Y yo mientras lo pueda hacer lo voy a hacer hasta el final de mis días. Todos creen que tienen que subir un grado más arriba siempre, pero yo lo veo distinto.
Cuando el pueblo te dice que no, o te castiga porque has liderado mal, que es lo que pienso que ha pasado conmigo, tengo que darme esa oportunidad de empezar de nuevo, volver a levantarme y arrancar desde abajo, sin treparme en el avión de otro o aspirando más arriba. Por eso quiero volver al primer escalón de la democracia. Pero con ninguna mala intención, yo no tengo rencores, quiero ayudar desde ese lugar sin esperar que nadie me dé la oportunidad. Quiero recomenzar mi carrera por donde arranqué o terminarla ahí, ya veremos.
Yo creo como dice Lula (da Silva), que tengo la juventud de los 20 años, la energía de los 30 y la experiencia de los 60. Eso me da mucha fuerza y tengo ganas. Aunque todavía tengo que convencer a mi familia.
-¿Y la vas a pelear dentro del PJ?
-Sí, del modo que se proponga, con internas, en las primarias, como sea, yo tengo esa decisión. Seré uno más de los cientos de candidatos que se presenten. Yo quiero volver a trabajar con el plan de urbanización con el que avancé, el PIDUA que hoy tiene Salta, para que siga creciendo de manera ordenada.
-Acompañaste a Juan Manuel Urtubey en su última gestión ¿Cómo se llevaron? Y ¿cómo te llevás hoy?
-Juan Manuel es un joven con toda la energía y ganas de hacer. Pero dividimos nuestros caminos de nuevo cuando se fue del PJ. El da por liquidados los partidos políticos y quiere algo nuevo y liderarlo. Yo cuando se fue atrás de Lavagna ya no lo seguí.
Durante la gestión tuvimos una buena relación, siempre me sentí incluido, a pesar de que fue la parte más fea, cuando gobernaba Macri y se cayó la Argentina de vuelta, entonces se hizo todo muy difícil. Pero desde que terminó su mandato mantuvimos algunos mensajes de texto de saludos y nada más, y no nos vimos nunca más personalmente.
-¿Qué opinás de la gestión de Bettina Romero?
-No la veo anunciar un plan para Salta, no se cuál es su proyecto. Yo, por ejemplo, si me hablás de Bettina lo único que te puedo decir que está haciendo es ciclovías. Los que andan por el centro están de acuerdo, pero en los barrios están enojados.
-Alberto y Cristina ¿Cómo los ves liderando al país?
-Cristina es una gran líder, ella sabía que por sí sola no llegaba, pero que tenía un caudal de experiencia tremenda y en un gesto de humildad bajó a ser vicepresidenta. Ella ponía a quien ponía y llegaba a ser presidente.
Alberto eso lo sabe, pero también tiene su carácter fuerte y a pesar de que se lo ve moderado tiene una gran personalidad. Va a hacer lo que sea para sacar a la Argentina adelante.
También me encanta (Martín) Guzmán como ministro de Economía, la tiene muy clara y sabe hacia dónde va. Creo que pese a todo el difícil momento que estamos pasando y cómo recibimos al país, lo van a sacar adelante, más allá del dólar y la timba financiera, lo que veo es que hay una decisión firme, que no vamos a tener hiperinflación y que va a haber una reactivación. En cualquier momento se viene el gran volantazo.
-¿Mauricio Macri?
-Bueno, después del libro este que está circulando con las palabras de su hermano, no creo que pueda decir mucho más (se ríe). Creo que habla con un libreto escrito, pero no veo crecimiento. Sí hay disgusto en la gente, que no sabe por dónde canalizarlo. Está enojada con todos, y no podemos correr el riesgo de que pase lo que pasó en Bolivia, porque después se vuelve al origen, pero en el medio hicieron desastres.