Los que comprendieron todo el proceso histórico sobre la marcha fueron los trabajadores, porque ellos mismos lo estaban haciendo, sin creer que la historia la hacen los grandes hombres y mujeres.
Creo importante señalar que Kirchner no solo es grande por lo que fue como líder popular, sino por lo que representaba y representa todavía. No son los grandes hombres que hacen la historia, son los pueblos en su marcha histórica los que hacen grandes a los hombres. Es decir, no importa cuántas cualidades tenía Néstor (y tenía muchas), lo que importa es lo que la gente trabajadora veía en él, lo que significó para sus intereses, más aun en la clase humilde.
Lo importante es que él y el peronismo representan una idea, una intención, un sentimiento. Ya ni siquiera hace falta disentir a Néstor conductas ni mucho menos a Perón como personas, porque el fenómeno que ellos encarnan está dado por lo que significaron sus figuras y por lo que el pueblo veía y siguen viendo en ellos. En Néstor y Cristina se plasman lo más nobles sentimientos de nuestro pueblo, la idea de rebeldía de oposición a los imperios, el amor a la Patria y de sus habitantes, la solidaridad e idea de la justicia social.
Néstor ya ha dejado de ser un hombre o Cristina una mujer, y al haber sido depositarios de la enorme confianza de la gente trabajadora, han pasado a ser una idea de lo que la sociedad debe ser. La idealización que el pueblo hizo de ellos los han desbordado, a tal punto que para intentar destruir esa idea han sido necesarias calumnias, mentiras de todo tipo, denuncias, bombas, palos, balas y hasta muertes. Eso era y es necesario para la oligarquía, borrar de la memoria sus recuerdos, sus rostros, sus nombres, no por lo que eran o son como personas, sino por lo que políticamente representan para la gente.
Tuvieron errores, muchos de los cuales construyeron hacia sus propias caídas (y las que no tuvieron, se las adjudicaron), pero sus aciertos fueron muchísimos más, tuvieron el gran acierto de la historia política argentina que es haber interpretado el sentir popular, como nadie lo hizo antes.
Néstor y Cristina dejan de ser políticos, dejan de ser hombre o mujer y se transforman en una idea, en una exigencia, en un derecho en la búsqueda de la justicia social, soberanía política e independencia económica.
Kirchner va a pasar como una anécdota, no fue perfecto, ni nada por el estilo. Lo relevante es lo que representa para los trabajadores y no para los genios librescos; la imagen y el concepto que el pueblo ha elaborado acerca de Néstor y Cristina es superior a Néstor hombre y Cristina mujer.
* "Los Muchachos Peronistas”