En la semana en que comienzan a reabrir las salas de 5 años del nivel inicial, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, anunció que en 2021 buscarán que las clases sean cien por ciento presenciales. Arrancarían en febrero. "En las escuelas que hemos abierto para séptimo grado de primaria y quinto y sexto año de la secundaria, tenemos un porcentaje de presentismo altísimo. Te diría que hasta mayor que en las épocas de cursada normal", aseguró sobre la "revinculación educativa". Cuando este diario quiso conocer los datos precisos de presentismo a los que aludía la ministra, se encontró con que no estaban disponibles los números. Sí comentaron que ya reabrieron 134 primarias y 58 secundarias de educación estatal, pero no cuántos estudiantes se acercaron a cada una. Un relevamiento sobre una muestra de escuelas de los gremios docentes muestra números magros.
Acuña volvió a hablar del regreso a clases en el día en que iniciaban una nueva etapa de reaperturas de "revinculación educativa" (no de clases): ya habían comenzado con quinto año de la secundaria y séptimo grado de la primaria y se sumarán gradualmente a partir de esta semana la sala de 5 de los jardines de infantes. A partir de 2 de noviembre, también primer grado y primer año. Todas con una serie de protocolos y grupos burbuja de estudiantes. Acuña indicó que las clases volverían en febrero de 2021 que están trabajando en "dos escenarios posibles" para el ciclo lectivo del año próximo.
"El de máxima, que es al que apuntamos, es lo mismo que pasó en otros países, cuya curva descendió y pudieron volver después del receso de verano con todos los chicos dentro del aula de forma completa, con protocolos de seguridad, pero cien por cien presencial", remarcó.
"En caso de que la baja no sea tal como esperamos o que pueda haber un pequeño rebrote después del verano, como pasó en la mayoría de las ciudades, iremos a un escenario de semipresencialidad, que sería con todos los chicos en la escuela pero en grupos reducidos, con burbujas, lo que va a hacer que haya días que los chicos vayan y otros que no", detalló. "La escuela, al ser organizadora del mundo del trabajo, de la ciudad en general, para nosotros es importante que vuelva 100 por ciento presencial. Y además ya hemos visto que se puede hacer, que las escuelas no son el foco de contagio", indicó.
El viernes pasado hubo una polémica por un trabajador de limpieza al que le detectaron COVID-19 en una escuela técnica y tuvieron que cerrarla. "Pasó lo que sabíamos que iba a pasar", sostuvo la secretaria general de UTE-Ctera, Angélica Graciano. Los larretistas se esforzaron en plantear que la persona no se contagió en la escuela, sino en su entorno familiar. Lo cierto es que se lo detectaron poco antes de que llegaran los estudiantes, por lo que se evitó un contagio mayor.
A raíz de esto, la legisladora Lorena Pokoik presentó un pedido de informes. “No caben dudas que fue una desgracia con suerte, porque si a la persona le notificaban que tenía coronavirus un par de horas después, es muy probable que algunos estudiantes hubieran sido afectados por la enfermedad”, indicó la presidenta de la comisión de Educación en la Legislatura. El pedido de informes incluye ocho preguntas entre las que se destaca que el gobierno porteño deberá revelar si “el/la trabajador/a auxiliar que contrajo covid-19 es personal del Gobierno de la Ciudad, de una empresa o de una cooperativa de limpieza”, ya que todo indica que la persona infectada correspondería a una empresa tercerizada.
No obstante, la ministra de Educación insistió en que buscará que antes de fin de año se pueda volver a las aulas: "De a poquito vamos sumando espacios para que puedan revincularse con sus amigos, con los docentes, con sus escuelas. Vamos a intentar que puedan volver todos antes de fin de año", aseguró.
También indició que el objetivo es que haya clases en verano. En enero para "aquellos chicos y chicas que no hayan podido acreditar que alcanzaron los conocimientos esperados para este año". Y en febrero, la idea es que ya comiencen las clases. En el Ministerio indicaron que esto no estaba cien por ciento cerrado (faltaría, además, que lo apruebe el Gobierno nacional), pero se tendía a ese retorno temprano a clases.
En esa línea, hace unos días la ministra planteó que los encuentros de estudiantes en las aulas tienen una alta asistencia, "Te diría que hasta mayor que en las épocas de cursada normal". Lo dijo con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sentado al lado. Este diario quiso acceder a los datos concretos de la asistencia que motivaron esa afirmación, pero no están disponible. Argumentaron en el Ministerio que se suman grados todos los días y "la realidad es muy dinámica". Sí informaron que, además de las 134 primarias y 58 secundarias estatales, ya 295 primarias y 168 secundarias privadas fueron autorizadas a reabrir. De esas, ya habrían reabierto unas 179 primarias y 116 secundarias privadas. Los jardines de infantes privados que tengan autorización ya pueden reabrir sus salas de 5 esta semana. Los estatales es probable que lo hagan más hacia la semana que viene.
Los gremios docentes hicieron un muestreo de la asistencia en más de 40 escuelas estatales y los números de asistencia que encontraron son magros, a diferencia de lo que señalaba la ministra. Por ejemplo, a la escuela escuela 4, del Distrito Escolar (DE) 1 fueron 3 chicos en total. En otra del Distrito Escolar 5, la número 2, había inscriptos nueve estudiantes y no fue ninguno. Varias no pudieron reabrir en su primer día por falta de termómetro para controlar. En la escuela 4 del Distrito Escolar 9, fueron 9 estudiantes a la mañana y uno solo a la tarde. Tiene una matrícula de 6400 alumnos y alumnas. Los docentes hasta le hicieron un video a Acuña con más ejemplos.
Como todo en la pandemia, el regreso a clases no estará exento de polémicas y de dificultades.