El ex presidente de Ecuador Rafael Correa calificó a Néstor Kirchner como “uno de los grandes líderes integracionistas” de Latinoamérica y consideró que su fallecimiento, del que hoy se cumplen diez años, “golpeó fuerte al proceso” de construcción de la Patria Grande. No obstante, se manifestó "seguro de que vamos a volver" a esa unidad en la región porque la derecha "podrá entorpecer el curso de la historia, pero no lo podrá cambiar".
También hizo alusión a la estatua del exmandatario argentino que este mediodía se inaugura en el CCK y que fue traída desde Ecuador, luego de que el gobierno de Lenin Moreno decidiera sacarla de la sede de la Unasur. “Es solo prestadita” porque “volverá a Unasur”, bromeó.
“Néstor era la típica persona que no busca ser importante, busca ser útil. No busca ser pomposo ni llamar la atención, sino cumplir objetivos”, definió el ecuatoriano al ponderar las virtudes como dirigente político del fundador del Frente para la Victoria.
Durante una entrevista por Radio 10, Correa recordó la cercanía personal e ideológica que mantuvo con el ex presidente argentino. “Nos entendíamos bastante bien en varios sentidos”, tanto “ideológicamente como en el deseo de construir la Patria Grande”. “Me encantaba su sencillez y pragmatismo”, describió.
La "época de oro" de la región
Correa consideró que cuando Kirchner fue presidente de la Argentina y luego secretario general de la Unasur se vivió “una época de oro en América latina”. “De diez países latinos, en ocho había gobiernos progresistas” y durante esos años “nuestra región cambió para mejor”, sostuvo.
Por eso, agregó, “su partida golpeó muy fuerte al proceso integracionista”. “Dejó tantas esperanzas pero también tanto camino” que “si tuviéramos que andar, con él hubiera sido más fácil”.
Por estas razones ubicó a Kirchner entre los “grandes líderes integracionistas y latinoamericanos”, como el brasileño Inacio Lula Da Silva y el fallecido Hugo Chávez, de Venezuela.
“Ahora solo hay retrocesos”, lamentó al hacer un análisis de la coyuntura actual, en el que calificó a los gobiernos de derecha como administraciones que “atentan contra la integración” latinoamericana, así como también contra “democracia y los derechos humanos”.
Así y todo, Correa aseguró que tiene “la certeza de que pronto esto cambiará”. Y afirmó que una señal de ello es el triunfo en Bolivia de Luis Arce, el referéndum chileno que derrocó a la Constitución pinochetistas, y las presidencias de Alberto Fernández y del mexicano Manuel López Obrador.
“Estoy seguro de que vamos a volver a eso. Podrán entorpecer el curso de la historia, no lo podrán cambiar. Lo que hacen es elevar el costo y crear mucho dolor”, pero “no cambiarlo”.
También sostuvo que una eventual derrota de Donald Trump en Estados Unidos redundaría en una mejora de las relaciones de ese país con Latinoamérica, pero relativizó que ello tenga efectos inmediatos.
“Si gana (Joe) Biden no es que cambian mucho las cosas”. “Algunas serán más diplomática y sutiles”, pero “al menos no tendremos un cavernícola como (Donald) Trump” en la Casa Blanca, comparó.