Dos policías estadounidenses mataron a tiros a Walter Wallace, un afroamericano de 27 años en la ciudad de Filadelfia, luego de que un grupo de oficiales acudieran al barrio de Cobbs Creek alertados por vecinos sobre la presencia de un hombre con un arma blanca. Tras el hecho, centenares de personas salieron este lunes a las calles de la ciudad para protestar contra un nuevo caso de violencia policial. De acuerdo a los familiares, el joven estaba bajo tratamiento porque padecía una enfermedad mental.
Un video grabado por un transeúnte y difundido en redes sociales mostró el momento exacto en el que los policías apuntaron a Wallace con sus armas mientras éste caminaba por la calle, alrededor de un auto. El joven tenía un cuchillo y, tras negarse al pedido de los agentes de descartarlo, recibió varios tiros en el hombro y el pecho. La mujer, identificada por los familiares como la madre de Wallace, grita y arroja algo a un oficial después de que su hijo recibe un disparo y cae al suelo. La policía lo subió al patrullero para derivarlo a un hospital, donde murió horas más tarde.
En las imágenes se puede observar cómo dos policías abren fuego varias veces y Wallace cae en la calle. Además, se ve como una mujer (su madre) y varias personas corren hacia él a los gritos, entre insultos hacia los agentes. En el video no queda claro si llevaba un cuchillo, pero la versión policial y los dichos de algunos testigos a medios locales apuntan a que lo portaba.
La comisionada policial, Danielle Outlaw, indicó que se estaba llevando a cabo una investigación sobre el tiroteo fatal y que las imágenes "plantean muchas preguntas" sobre el accionar de los policías. Y agregó: "La investigación abordará plenamente esas preguntas. Mientras estaba en la escena esta noche, escuché y sentí la ira de la comunidad. Todos los involucrados se verán afectados para siempre".
El momento exacto del asesinato y las diferentes versiones
El testigo Maurice Holloway reveló que estaba en la calle hablando con su tía cuando llegó la policía. Relató que Wallace tenía un cuchillo, que estaba parado en su porche y que los oficiales de policía sacaron sus armas de inmediato. Wallace se apartó de su madre y caminó detrás de un automóvil antes de salir de nuevo, dijo Holloway."Se gira y luego escuchas los disparos", dijo Holloway. "Estaban demasiado lejos de él; fueron tantos disparos".
En las últimas horas, el padre del joven afroamericano asesinado señaló que parecía que su hijo había recibido 10 disparos y que, además de ser también padre, estaba medicado porque padecía una enfermedad mental. "¿Por qué no usaron un Taser?" preguntó, citado por el diario The Philadelphia Inquirer. "Su madre estaba tratando de calmar la situación", agregó.
La ira en las calles
Tras el tiroteo, cientos de personas tomaron las calles para protestar por su muerte, por la violencia policial y el racismo, y en simultáneo se dieron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Treinta agentes resultaron heridos y varios fueron hospitalizados, según informó la policía de Filadelfia.
La mayoría de las heridas fueron provocadas por objetos usados como proyectiles, incluidos ladrillos arrojados por manifestantes, y una mujer policía fue atropellada por un vehículo, según un vocero del cuerpo. Algunos manifestantes destrozaron negocios e incendiaron una patrulla policial y varios resultaron detenidos, según las autoridades.
Por su parte, el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, confirmó que habló con la familia de Wallace y afirmó: "Espero una resolución rápida y transparente por el bien del señor Wallace, su familia, los oficiales y Filadelfia". "He visto el video de este trágico incidente y plantea preguntas difíciles que deben responderse", dijo sobre la muerte de Wallace Jr el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, y anunció que se llevaría a cabo una investigación.
"Estamos monitoreando la situación de cerca. Estamos listos para desplegar recursos federales, si es necesario. El presidente Trump no tolerará la violencia hacia las fuerzas del orden de Estados Unidos", declaró por su parte Alyssa Farah, directora de comunicaciones de la Casa Blanca.
Desde hace varios meses, en los Estados Unidos se agudizaron las protestas contra ataques racistas y la brutalidad policial. Uno de los casos que más repercusión tuvo a nivel mundial fue el asesinato el pasado 25 de mayo del afroamericano George Floyd, a quien la policía mató mientras el hombre gritaba "no puedo respirar".