Mientras cada vez más entidades deportivas desarrollan espacios que fomentan políticas de género, las autoridades de la Confederación Argentina de Hockey (CAH) se mantienen sin iniciativas de ese tipo a pesar de registrar el caso de un exintegrante de los cuerpos técnicos a nivel de Selecciones con una causa elevada a juicio oral por “abuso sexual gravemente ultrajante”. El hecho tomó estado público hace dos años, pero hubo silencio oficial hasta hoy. Las principales instituciones del deporte más practicado por las mujeres del país omiten las políticas de género, que a su vez son un tema importante para la Federación Internacional.
La causa penal
A finales de 2016, una mujer de la provincia de Buenos Aires denunció haber sido abusada en 2005, tiempos en los que practicaba hockey a nivel de clubes. El hecho no ocurrió en la órbita de los Seleccionados argentinos, pero implicó a un integrante de los cuerpos técnicos nacionales. “El señor tenía 39 años y ella 14", precisa Sofía Caravelos, abogada defensora de la víctima en diálogo con Página/12.
En abril de 2018, después de año y medio en el que no se registraron avances en la investigación, Caravelos decidió exponer el caso en los medios de comunicación con una entrevista al canal de noticias C5N. Tras ese puntapié, la causa completó la fase de investigación y luego fue elevada a juicio oral. El acusado cumple prisión domiciliaria en la actualidad.
El caso está en manos de la justicia y, en lo fáctico, la causa lleva el número 5864, con las definiciones “abuso sexual gravemente ultrajante” en su carátula. Además, se encuentra bajo la órbita del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 y espera que se fije una fecha para el juicio. Entre tanto, las autoridades de la Confederación nunca interpretaron un llamado de atención a partir de la situación.
El documental Atleta A conmovió al mundo al exponer la crueldad de casos de abusos en el deporte y la necesidad de un accionar institucional que los aborde, aunque la realidad es que no hace falta entrar a Netflix para encontrar iniciativas y espacios de capacitación, además de contención psicológica. En Argentina, muchas instituciones han incorporado esas políticas en sus estructuras, también con el fin de exponer los diversos tipos de violencia.
Algunas posturas marcaron la cancha con fuerza, como lo hizo Vélez al ser el primer club en imponer a sus futbolistas una cláusula contractual contra la violencia de género. También hay otros casos modelo, como las políticas que impulsa el propio Comité Olímpico Argentino con su Comisión de Mujer en el Deporte. La Confederación Argentina de Atletismo, con su Comisión de Género, y la flamante Secretaría de la Mujer, en la Federación del Vóleibol Argentino, son otros ejemplos.
“Declaró la psiquiatra y psicóloga de mi patrocinada, asegurando que si ella tenía algún cuadro traumático era producto de que este señor había abusado de ella. Además, había una declaración de otra jugadora de hockey que no quiso abrir una causa por su caso, pero contó que había pasado una situación similar con él. Ahí ya estamos hablando de dos jugadoras de hockey y ambas sostienen que habrían otras mujeres en la misma situación”, detalla sobre las pruebas Caravelos, quien integra el Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (Ciaj).
La postura institucional
“Él nos dijo que no tenía ningún grado de relación con lo que había ocurrido. Lo que preferimos fue apartarlo de todos los roles que tenía (en ese momento, en el cuerpo técnico masculino), en silencio y sin mucha comunicación a partir del momento en el que se conoció el caso”, cuenta el vicepresidente de la CAH, Alberto Nicosia, sobre la decisión institucional en 2018.
—Siendo que la denuncia data de 2016, ¿se estudió tomar antes la medida?
—Cuando lo convierten en procesado, cambió su condición. Una cosa es imputado y otra es procesado. Era el primer caso que teníamos y a partir de ahí hicimos un trabajo de mucho cuidado, por eso también estamos cerca de los jugadores y jugadoras para saber si hay algún otro hecho en particular. A él no lo conozco mucho, pero sé que estuvo muy ligado a los seleccionados.
—¿Por qué no se generó un comunicado oficial o iniciativas institucionales hacia afuera?
—El Consejo Directivo tomó la decisión de apartarlo, pero no tomó la decisión de hacer de esto una cuestión de género. Quizá en otro momento lo tendríamos que haber hecho, pero nadie lo planteó. Quizá habría sido muy fuerte haberlo hecho público en ese momento. También van evolucionando los países: Pensemos que recién con el gobierno actual existe el Ministerio de las Mujeres. Hace unos años no existía.
Nicosia también es presidente de la Asociación Amateur de Hockey de Buenos Aires (AHBA), que cuenta con una web en la que si se busca bien, se puede encontrar un Código de Ética que apunta más que nada en la promoción del juego limpio. Dentro de esas cuatro páginas en formato pdf, apenas el ítem 4 habla puntualmente del “vínculo entre entrenadores y jugadores”: "No implicar abusos verbales, físicos, emocionales o sexuales".
Amén de ese texto no tan expuesto, tampoco se registran campañas que aborden los tipos de violencia que pueda existir en los planteles, que ya de por sí en el plano deportivo resulta ser un asunto con límites difusos. "Lo que para nosotras es un trato normal, para quien lo vea desde afuera puede ser tomado como violento. Pero quizá nosotras no nos damos cuenta por lo cotidiano", cuenta una jugadora con experiencia en el Torneo Metropolitano.
Se dice poco, pero el "Metro" es la competencia local más importante del hockey a nivel continental tanto en hombres como en mujeres y también la que más jugadoras nuclea a nivel de clubes en toda América. Las dudas sobre situaciones conflictivas existen, pero lo que las estructuras que administran el hockey no generan son espacios que promuevan certezas al respecto. "En los propios clubes muchas veces tampoco hay espacios de género para consultar algo", explica la hockista consultada.
Mientras el presidente de la CAH, Miguel Grasso, no respondió a la solicitud de entrevista, Nicosia accedió a dar respuestas. ”Vos me planteás esto hoy y la verdad que sí, en ese momento lo podríamos haber hecho de otra manera. ¿Me preguntás ahora por qué no le dimos más valor a las mujeres en ese momento? Y, te digo que tenes razón. Nos pasa que está todo el mundo esperando que nos equivoquemos para pegarnos a los dirigentes y nadie se acerca a decirnos lo que sucede”, reflexiona el vice y expone a una suerte de negligencia en la cúpula dirigencial, justamente una falta de herramientas que podría abordarse con una capacitación. “Quizá sea algo que haya que impulsar. Sería interesante contar con las voces de las chicas que han llegado a ser ídolas”, dice.
En tanto, las oficinas de la Confederación en Avenida de Mayo 676 son un reflejo de lo que sucede en el hockey nacional: las mujeres son mayoría, pero todos los cargos de poder están en manos de hombres. En el orden deportivo, por citar un ejemplo, son pocos los casos de directoras técnicas y no existe planificación que proyecte la incorporación de entrenadoras o asistentes técnicas en la estructura de los Seleccionados. Hace pocos días, la Federación Internacional (FIH) aprobó la revisión de su Política de Igualdad de Género, que tiene efecto desde 2017.