Luego de calificar de “contundente” el apoyo al primer paro general contra la política económica y social de la alianza gobernante, Héctor Daer advirtió que, a diferencia del Presidente, “estamos tristes porque hay millones de compatriotas que no tienen trabajo”. Agradeció el respaldo a la medida de fuerza brindado por “los comerciantes, las pymes y por todos los sectores que vienen siendo vulnerados por la política económica y social de este gobierno, que no solo nos acompañaron sino que comparten la  conciencia de la necesidad de cambiar esta política”.

Daer destacó la solidaridad de la central obrera con todos los afectados por las inundaciones, y recordó que “muchos compañeros están supliendo la ineficacia del gobierno nacional, que no ha hecho ninguna referencia” a las catástrofes climáticas que afectan a diferentes provincias del país. “Esta ausencia no es casual –agregó-, porque el poder no mira lo que pasa”.

También agradeció a la Unión de Docentes Argentinos (UDA), “que se presentó a la Justicia, que le dio la razón” y le ordenó al Poder Ejecutivo convocar a la paritaria nacional docente, “donde reside el futuro del país”.

Daer, quien fue el primero de los tres triunviros en tomar la palabra, aclaró que la central obrera “no compartía” las interrupciones de tránsito pero “tampoco creemos que el uso de la violencia y la represión sean necesarias para despejar una ruta”.

Carlos Acuña, por su parte, hizo un repaso de los antecedentes de la convocatoria al paro. Recordó que el año pasado el Gobierno pronosticaba una inflación de alrededor del 20 por ciento pero fue superior al 40. “En noviembre –agregó-, cuando ya preveíamos los problemas económicos y la pérdida del poder adquisitivo, los empresarios se comprometieron a no realizar despidos ni suspensiones pero no lo cumplieron. Tampoco cumplieron el pago del bono de 2000 pesos y el Gobierno tampoco se ocupó”.

“Por todo esto llegamos al paro”, resumió. “El paro no arregla nada –concedió Acuña-, pero es un derecho constitucional, y le corresponde al Gobierno resolver los problemas. Esta CGT está dispuesta a acompañar las rectificaciones (necesaria) para que les vaya bien a los argentinos.”

Juan Carlos Schmid, titular del sindicato de Dragado y Balizamiento, comenzó su intervención con una chicana dirigida al propio presidente de la Nación, Mauricio Macri, y a muchos de los funcionarios del Poder Ejecutivo, acostumbrados a hablar  en inglés en los foros internacionales, y afirmó “nosotros hablamos español, que es la lengua oficial de la República Argentina”. Luego agradeció el apoyo brindado a la medida de fuerza por los trabajadores y especialmente “el acompañamiento de quienes no están federados”. Calificó la jornada como “ejemplar y una apuesta al futuro”. “No nos cansamos de repetir que no promovemos una fogata social. No hay especulaciones partidarias”, aclaró, y acto seguido desafió a Macri, que hace poco exhortó a un grupo de empresarios y sindicalistas a terminar con “los comportamientos mafiosos en los gremios, las empresas, la política y la justicia”, y le respondió que “si hay mafia en este país, que la busquen en la especulación financiera”.

Por último, reclamó “un aumento de emergencia para millones de jubilados, que siguen sumergidos, que se respeten las leyes y se resuelva la puja educativa, donde está el futuro”, y se defendió de los cuestionamientos de los partidos de izquierda: “Somos conservadores porque queremos conservar nuestras obras sociales, nuestros puestos de trabajo y la producción nacional”.