Con una importante movilización convocada por gremios que integran el Movimiento Sindical Rosario y la CTA de los Trabajadores; la ciudad se convirtió ayer, según consideraron los dirigentes gremiales, "en la capital nacional del paro", el primero contra el presidente Mauricio Macri, en quien recayeron la mayoría de las críticas. "Fue un paro contundente", resumieron los principales oradores del acto que se realizó en las peatonales Córdoba y San Martín. "Los trabajadores no vamos a permitir más hambre, más ajuste, más flexibilización laboral, tenemos que decir basta", arengó la secretaria general de Amsafé provincial y Ctera, Sonia Alesso. "El 6 de abril va a quedar en la historia de la ciudad y esto debe continuar con un plan de lucha; si no, no vamos a derrotar este modelo neoliberal", dijo Matías Layús, titular de La Bancaria. El resto de los gremios rosarinos que conformaron el Movimiento por la Unidad Sindical decidieron no movilizar, en sintonía con la CGT, y realizaron una conferencia de prensa (ver aparte).

"Contra el ajuste, el desempleo y la pobreza", rezaba la bandera que colocaron en el palco desde el cual los dirigentes de los diferentes gremios que convocaron al acto se dirigieron a los manifestantes que coparon la esquina de las peatonales Córdoba y San Martín. Durante la movilización, los trabajadores cantaron consignas contra el gobierno nacional. "Es para vos, es para vos, Mauricio Macri la puta que te parió", y "Macri gato, abrí la paritaria o se va todo al carajo", fueron los más escuchados. También hubo espacio para pedir por la liberación de Milagro Sala y por la reincorporación de los trabajadores despedidos de la General Motors.

Había banderas de la CTA de los Trabajadores, Luz y Fuerza. La Bancaria. AEC, Amsafé, Sadop, Coad, SPR, Correos, Jaboneros, Soepu, Sitraju, Aceiteros, trabajadores del Ministerio de Innovación y Cultura, de los trabajadores de la planta Navarro de Acindar pidiendo por su reactivación, y de la Multisectorial contra los Tarifazos.

También participaron de la marcha los diputados nacionales Josefina González y Eduardo Seminara, el diputado del Parlasur, Agustín Rossi, los concejales Eduardo Toniolli, Norma López, Juan Monteverde, Caren Tepp y Pedro Salinas, el ex concejal Roberto Sukerman, y el titular del Centro Unión Almaceneros, Juan Milito, entre otros dirigentes. Desde el palco se leyeron numerosas adhesiones.

El secretario general de la CTA, Paulo Juncos, abrió el acto considerando que la consigna de unidad de los trabajadores fue "la mejor postal" de una jornada histórica tras el primer paro general al presidente Macri. "En la calle, este movimiento está demostrando que, el marco de la unidad, se puede marchar, parar y expresar lo que expresamos los trabajadores", apuntó el gremialista.

Para el titular de Sadop, Martín Lucero, Rosario fue ayer "la capital nacional del paro". Edgardo Carmona, secretario General del Sindicato de Prensa, planteó un cuadro de honor con los funcionarios nacionales a los que acusó de intentar "dividir y desacreditar" a los dirigentes gremiales y trabajadores acusándolos de "destituyentes". Los manifestantes respondieron: "Macri, basura, vos sos la dictadura".

El titular de Luz y Fuerza, Alberto Botto, consideró que la medida de fuerza realizada ayer fue "un llamado de atención, que el gobierno nacional tome perfecta lectura porque no vamos a abandonar la calle". En la misma línea, Alesso señaló: "Esto no termina acá, si el ajuste no para tiene que seguir la lucha".

La columna de manifestantes por peatonal Córdoba.

"Hoy Rosario le dijo claramente al país que la ciudad está de pie para resistir este modelo económico", cerró Layús, mientras los trabajadores cantaban: "Si Macri ajusta, queremos plan de lucha".

La jornada de protesta ayer transcurrió en paz en Rosario, a excepción de algunos episodios como -el más grave- la arremetida de un motociclista sobre el piquete que la Corriente Clasista y Combativa  había montado en Circunvalación y Juan José Paso (ver pirulo de tapa), y algunas intimidaciones de militantes gremiales sobre locales gastronómicos de avenida Pellegrini y el centro cuyos dueños habían resuelto abrir a pesar del paro general.

En el resto de los piquetes organizados por la CCC y organizaciones barriales no hubo mayores conflictos. Todos ardieron a lo largo de Circunvalación, en sus intersecciones con Presidente Perón, bulevar Oroño y en Somoza y Baigorria, y con el correr de la tarde fueron levantados. En la autopista Aramburu, frente a la planta de General Motors, el Frente de Izquierda realizó un mitín aunque sin impedir el tránsito. En el comienzo de la autopista Brigadier López, en cambio, el Sindicato de Camioneros, sí plantó un retén y cortó el tránsito por algunas horas.

A diferencia de la actidud de Gendarmería en el acceso norte a Buenos Aires, que dispersó un piquete de manifestantes para liberar la Panamericana, sobre el anillo vial que rodea Rosario los uniformados se mantuvieron a raya y permitieron que la protesta transcurriera sin conflictos. La ausencia de transporte público ayudó a que la circulación del tránsito vehicular tampoco registrara mayores inconvenientes.

Grupos de militantes gremiales recorrieron temprano a la mañana las calles del macrocentro y en la avenida Pellegrini protagonizaron un momento de cierta tensión con empleados de bares cuyos dueños habían dispuesto la apertura de los locales. Quedó de recuerdo la consigna pintada "El paro se respeta" en algunas vidrieras. Fue en simultáneo con la presencia de militantes del Frente de Izquierda en Pellegrini y Corrientes que cortaron el tránsito en las primeras horas del paro.