Como todos los años, las lluvias trajeron alivio, pero también problemas en casi todo el centro y barrios aledaños de la capital salteña. Tras la intensa tormenta de piedra, viento y agua que se desató el miécoles por la noche, las zonas más afectadas fueron la plaza Gurruchaga y los barrios del sur y oeste de la ciudad de Salta. También se registraron las típicas imágenes de anegamiento en las avenidas Belgrano y Sarmiento.

Por la mañana, en un recorrido por Villa Chartas y la zona de la plaza Gurruchaga, la intendenta, Bettina Romero, reconoció que las obras que se hicieron no son suficientes para mitigar las inundaciones y adelantó que están trabajando en nuevos proyectos para resolver un problema de larga data: “tenemos obras que estamos dialogando con Nación y estamos a la espera de respuestas”.

El municipio ayer desplegó un operativo de asistencia a unas 35 familias que se vieron directamente afectadas por la voladura o desplome de techos debido al granizo, el viento, y la caída de árboles. Sin embargo, los funcionarios del Ejecutivo destacaron la rapidez con que bajó el agua gracias a las obras que se hicieron, pero sobre todo “por la previsión de haber tenido todos los canales y drenajes limpios de antemano”.

El secretario de Protección Ciudadana, Nicolás Kripper, explicó que se esperaban una tormenta de esas características tras los intensos calores que se habían registrado y que por ello mismo estaban preparados para abordarla “con todos los protocolos que exige la situación”.

Detalló que se habían limpiado todos los canales de la ciudad, “y minutos antes de la hora indicada por la alerta, se hizo un recorrido por todas las rejillas, bocas de tormenta y tapas” para retirar cualquier tipo de basura que pudiere dificultar el desagüe. Añadió que durante la tormenta se realizó una permanente inspección de los caudales de los canales accesorios, los principales, y el caudal de los ríos, “sobre todo el Vaqueros”. Eso permite, según el funcionario, determinar “cuándo llega a un punto importante en donde puede llegar a complicar la situación en cuanto a los vehículos y las personas”.

Plaza Gurruchaga como una bañadera

Si bien Kripper reconoció que la plaza Gurruchaga se volvió a inundar como históricamente, subrayó que esta vez se cortaron previamente los accesos a la zona para evitar problemas con los automóviles y el oleaje de colectivos que repercute en las viviendas. De esa manera, aseguró que los vecinos no debieron lamentar grandes consecuencias como las que vivían en años anteriores.

También aclaró que la obra de la cisterna sirve para drenar más rápidamente el caudal de agua y funcionó como correspondía. “Es como si se llenara una bañadera de agua, y si queremos que se vacíe más rápido, hay que buscarle otro lugar por donde salga el agua, porque por el resumidero tarda más tiempo”, contó de manera pedagógica, y subrayó que “antes los vecinos sufrían inundaciones superiores al metro sesenta, mientras que hoy no pasa de los 30 centímetros”.

Lo mismo sucedió en la esquina de Sarmiento y Belgrano, “allí a eso de las 20.40 se vivió el peor momento, donde el agua superó la calzada, pero alrededor de las 22 ya el área estaba despejada”. Por lo que reiteró que a pesar de los 50 milímetros que cayeron en el microcentro y en la zona oeste y este alta, el drenaje fue rápido, “en una hora y media ya se había desagotado, cuando antes podían pasar cinco horas sin que baje el agua”.

Salta/12 preguntó sobre las obras que se deberían realizar para desterrar los problemas que se viven cada año cuando vuelven las lluvias, y si las que se hicieron son suficientes. El secretario de Protección Ciudadana contestó que el Plan Maestro de Desagüe pluvial lo comenzó la gestión anterior (cuando era intendente el actual gobernador Gustavo Sáenz) “con obras muy importantes para ir llevando adelante una mitigación”, es decir, reducir las consecuencias de estos eventos naturales.

Sin embargo, reconoció que aún faltan obras que “demandan muchísimos recursos de Nación, que en estos ocho primeros meses llegaron, pero para hacer frente a la pandemia”. No obstante, informó que están previstos trabajos de adecuación de canales, “sobre todo la zona de Villa Chartas arriba para conducir con mayor velocidad el agua hacia el Canal Juan XXIII”. También está prevista la mejora del Canal del Tineo en la plaza Evita y generar una mayor dimensión de conectividad con el canal ubicado entre Alvear y Entre Ríos.

“Todas esas obras están planificadas en ese Plan Maestro, pero hay que abordarlas de a una para llegar en algún momento a impedir inundaciones, a pesar de toda la dificultad geográfica que significa ese pozo, o esa laguna que es Villa Chartas, en donde hace ya muchos años se realizó un desarrollo urbano”, dijo Kripper, y añadió que la intendenta Bettina Romero ya está trabajando para conseguir esos recursos.

Las bicisendas

También circularon imágenes de un torrente circulando por los nuevos circuitos destinados a las bicicletas sobre la avenida Belgrano, y en las redes sociales apuntaban a que esas obras estaban obstaculizando el normal drenaje del agua.

Kripper rechazó esas teorías al argumentar que los separadores verticales se pudieron percibir en todo momento “y no hubo ningún reporte de accidente al respecto”. Y pidió paciencia, ya que es una obra en ejecución, “y una vez finalizada va a ser una verdadera alternativa de transporte y que va a generar mayor accesibilidad para todos”.