El Gobierno comunicó este viernes la prórroga del programa de Precios Máximos hasta el 31 de enero de 2021. La norma establece que los productos incluidos en la lista, que abarca a prácticamente todo el abanico del universo del consumo masivo, “no podrán superar los precios que resulten de aplicar los porcentuales fijados sobre los precios vigentes al 6 de marzo de 2020 para cada producto, conforme las categorías a las que pertenecen”. De todos modos, se han autorizado dos aumentos a lo largo de la vigencia de la medida y seguramente habrá otra suba antes de fin de año.
El programa de Precios Máximos fue lanzado junto con el comienzo de la cuarentena e incluye a los almacenes, autoservicios, supermercados chinos y grandes supermercados e hipermercados. El control de precios abarca alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza. La fecha de vencimiento del 31 de enero coincide con la de Precios Cuidados. La medida despierta rechazo en los empresarios ligados a la industria, que presionan a los comercios para aceptar aumentos en las listas mayoristas. A su vez, los comercios protestan para impedir recibir subas que luego en teoría no pueden trasladar.
Precios Máximos es una de las principales herramientas que tiene el gobierno para contener la inflación. Se instrumentó mediante la Resolución 100 del 20 de marzo de la Secretaría de Comercio que dirige Paula Español y estableció que 2.300 categorías de productos del consumo masivo debían retrotraer sus valores a los precios del 6 de marzo. El control de precios permitió contener la inflación en alimentos y bebidas. Según el Indec, luego de la suba del 3,2 por ciento en abril, muy superior al índice general de inflación, luego el rubro de alimentos y bebidas tuvo subas más moderadas, del 0,3 por ciento en mayo; 1,2 en junio y 1,3 por ciento en julio.
Con las subas autorizadas a mediados de julio, que permitieron descomprimir el conflicto con las empresas proveedoras de alimentos que amenazaron con afectar el abastecimiento, la inflación en alimentos subió en agosto al 3,5 por ciento.
En septiembre, la inflación en alimentos se redujo al 3 por ciento, por debajo del valor de septiembre pero por encima de los valores del mayo, junio y julio. El mes pasado, los mayores incrementos provinieron de los rubros de verduras, tubérculos y legumbres y frutas, sectores cuyos precios son naturalmente más difíciles de controlar, porque tienen mayor presencia en comercios chicos, que muchas veces escapan a los controles que son más férreos en los grandes supermercados. A principios de octubre se aplicaron nuevas subas, entre 2 y 6 por ciento.
El programa Precios Máximos incluye a todos los almacenes, mercados, autoservicios, supermercados e hipermercados, a excepción de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), y a los establecimientos comerciales mayoristas de venta de productos de consumo masivo, que cuenten con salón de ventas. También rige para todos los distribuidores, productores y comercializadores de cosas muebles, obras y servicios, y prestaciones que se destinen a la producción, construcción, procesamiento, comercialización, sanidad, alimentación, vestimenta, higiene, vivienda, deporte, cultura, transporte y logística, y esparcimiento.
El gobierno volvió a intimar a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización "a incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión durante el período de vigencia de la presente medida".