Temprano a la mañana, cuando el paro general de la CGT ya exhibía su contundencia, el presidente Mauricio Macri inauguró el Foro Económico Mundial para América latina. El comienzo fue una provocación: “Qué bueno que es estar acá trabajando”, afirmó. Ante empresarios y banqueros se sintió cómodo en ese desafío, para ratificar una vez más que es un gobierno de y para ricos. Pese a que le molesta que se lo defina de esa manera, el presidente no hace mucho esfuerzo para que parezca de otra manera. Macri reivindicó su gestión de gobierno afirmando que “queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico, es un cambio cultural”. Prometió a empresarios y banqueros que la Argentina tiene “mucho más que ofrecer de que lo que teníamos en el pasado”.
En una extraña definición acerca del sendero que puede tener un país, Macri exageró diciendo que Argentina tiene una capacidad de crecimiento “infinita” y que “es, por lejos, el país que más listo está para asumir el verdadero liderazgo que el mundo entero esperó de nosotros”. “Si trabajamos coordinadamente, la Argentina será, sin duda, el país que más va a crecer en los próximos 20 años”, añadió el Jefe de Estado al hablar ante líderes mundiales y regionales de los negocios, de gobiernos y de la sociedad civil reunidos en un hotel céntrico.
Luego de un breve discurso de apertura, el Presidente contestó preguntas en el escenario acompañado del fundador y director ejecutivo del Foro, el alemán Klaus Schwab. Para eludir que los resultados económicos son negativos en los primeros 15 meses de gestión, comentó que está liderando un cambio cultural, no económico, “basado en aprendizaje de años los cuales nos llevaron a caminos equivocados y exponía valores que no representaban la esencia de los argentinos”. Así Macri hizo de intérprete de los valores nacionales, lo que es bastante peculiar porque su gobierno ha rehuido de símbolos y próceres, como en la confección de los nuevos billetes por parte del Banco Central que tienen como figuras animales o la política de distintos organismos públicos de elaborar el mapa del país borrando a las Islas Malvinas.
“Estamos decididos por apostar por el futuro, basados en la verdad, en poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos; ser predecibles, confiables” porque “claramente la confianza es lo que lidera la fuerza de crecimiento de una sociedad”, aseguró Macri. Dijo que el Gobierno cree “en la importancia del diálogo, en el interno y en el externo para encontrar cuáles son las mejores vías de desarrollo” para el país.
Recordó que el gobierno nacional junto a las provincias y a los sectores laborales y empresariales se sentaron “alrededor de una mesa” para acordar “esfuerzos compartidos” de desarrollo, que comenzaron con los sectores de energía, automotriz y construcción y que continuarán con otras actividades importantes de la producción nacional.
El Foro que termina hoy reúne a líderes mundiales y regionales de los negocios, de Gobierno y la sociedad civil para debatir sobre la actualidad y las perspectivas de América latina. Publicita que los participantes analizan los retos, los riesgos y las oportunidades para la región en un período de transición y discuten temas políticos, económicos y sociales, que incluyen transparencia, adaptación y estabilidad a largo plazo para mejorar la confianza.
Macri mencionó que entre las acciones más importantes que encaró el Gobierno figura el plan de infraestructura “más grande de la historia” del país para que los argentinos puedan conectarse y optimizar el intercambio “que es físico y virtual”. Plan de obras públicas que recién está arrancando, de una dimensión modesta en relación al ritmo de años pasados que desmiente al presidente y, fundamentalmente, con muy bajo nivel de ejecución.