Familias de niños y niñas del nivel inicial de sala de 5 años de escuelas públicas porteñas manifestaron su rechazo a la propuesta oficial de realizar "actividades educativas de revinculación" que comenzarán el próximo lunes, al considerar que el protocolo es "poco viable y seguro" y la "metodología fría", por lo que evitarán enviar a sus hijos a las escuelas.
"No lo pensamos mandar a Manuel, me parece una locura todo el protocolo y que tengan un recuerdo de sala de 5 de esta manera", dijo la mamá de un nene de preescolar, Carolina Camps, del jardín de infantes número 4, Florencio Escardó, del barrio porteño de Villa Urquiza.
Sin embargo, Camps coincidió con otras madresen que los niños viven con tristeza el hecho de que "no puedan terminar el jardín como se debe".
"Tengo sentimientos encontrados, me da tristeza que no pueda despedirse del jardín con sus compañeros, pero no voy a exponerlo a un riesgo de contagio con otros, porque nosotros nos preservamos en cuarentena", contó Camps.
El viernes 9 de octubre, Rodríguez Larreta anunció la reapertura de las escuelas con la propuesta de actividades educativas de revinculación para alumnos que estén finalizando la secundaria y la primaria, durante este mes, como parte de las medidas para la nueva fase del aislamiento social por el coronavirus.
Desde el martes pasado, el Ministerio de Educación porteño comenzó a enviar los protocolos y autorizaciones a las familias de salas de 5, cuyos hijos concluyen nivel inicial, con un plan gradual de "actividades de acompañamiento educativo" (en patios preferentemente) de escuelas para los alumnos de la Ciudad. La participación es opcional.
Dicha decisión se confirmó luego de que el Consejo Federal de Educación avaló que cada distrito defina, según su situación sanitaria y bajo estrictos protocolos, un regreso escalonado, parcial y gradual a la presencialidad.
Esta semana se realizaron en la Ciudad de Buenos Aires las reuniones informativas entre las familias y los directivos de los jardines donde se dieron a conocer detalles del protocolo y se les envió una autorización, informaron los padres consultados.
La autorización debe ser firmada en caso de estar de acuerdo, o dejar asentado su rechazo, para que sus hijos concurran a la institución entre 1 y 3 horas, de una a cuatro veces por semana, para realizar actividades educativas de revinculación.
"Nos explicaron que va a ser una hora y media, una vez por semana. La idea de burbujas de nueve niñes con una maestra, que no puede tocarlos, guardar dos metros de distancia, no pueden comer, deben ir al baño solos, sin ayuda física de la maestra para nada que necesiten...", remarcó Camps.
"Otra cosa que me pareció terrible es que dicen que en caso de que los niños tengan fiebre, se los va a aislar, estarán solos y nadie se les puede acercar hasta que llamen al SAME y familia, además de que deberán subir solos a la ambulancia", enfatizó la mujer.
"Lo que planteamos los padres es ¿qué clase de revinculación con la escuela está planteando el gobierno porteño para un niño de esa edad cuyo acercamiento es con el cuerpo y todo eso no va a poder suceder?", apuntó y agregó: "Un recuerdo del jardín así y despedirse de esa manera, no tiene sentido".
A su vez, Camps indicó que en el grupo de padres de WathsApp la mayoría rechaza la propuesta, al igual que la Cooperadora, que señaló en un comunicado que "la comunidad educativa --docentes, personal directivo, familias, auxiliares-- no fuimos consultados sobre esta decisión y normativa".
Asimismo, insta a la responsabilidad del Estado para "proporcionar a toda la comunidad educativa los dispositivos tecnológicos y conectividad, para garantizar el derecho a la educación" y que "debe hacerse responsable de la salud de docentes, niñes y familias y los riesgos que esta propuesta conlleva".
Gabriela Glass, mamá de Felipe, de sala de 5 del jardín Javier Villafañe de la escuela 13 Leopoldo Marechal, de Caballito, tampoco enviará a su hijo a la escuela, al igual que casi toda la sala del turno mañana, con cerca de 21 niños y niñas.
"Yo estoy ambivalente, quiero que tengan un cierre, me parece justo para los chicos pero de la manera que se está planteando no me convence", dijo Glass. "Me parece que es muy frío y no quiero que Feli se quede con esa sensación del jardín", afirmó.
En ese sentido, la mamá de Felipe graficó que si la docente "tiene que marcarles algo, al no poder acercarse, va a tener que levantar la voz, llamarles la atención todo el tiempo para que no se toquen, no se saquen los barbijos".
Por su parte, Victoria, madre de un niño de sala de 5 de la escuela Número 2 Mariano Acosta, del barrio de Balvanera, indicó que la mayoría de la sala coincidió por WathsApp que es "un poco ridículo el planteo". "El espacio del jardín del Acosta es muy chiquito, la infraestructura está venida abajo desde hace rato y con problemas de limpieza", manifestó.
Los padres y madres consideraron que la propuesta oficial "expone a un riesgo a los chicos para actividades que son recreativas, demasiado estipuladas", dijo la mujer y agregó que coincidieron en que "puede llegar a ser hasta más traumático para los niños y niñas y no acordamos que ese sea su último recuerdo del jardín".
Además, consideró que "se expone a docentes, no docentes y directivos a situaciones de riesgo, e implica a los padres trasladarse con los chicos, muchos de los cuales no tienen medios para movilizarse por su cuenta y no están cerca de la escuela".