Los índices de precios de marzo de institutos académicos y consultoras privadas que han empezado a difundirse están bastante lejos de la proyección oficial de inflación. Se ubicaron por segundo mes consecutivo por arriba del 2 por ciento dejando en una incómoda posición al gobierno que sigue con la pauta anual del 17/18 por ciento. Esta es la estimación que el Banco Central está empecinado en imponer en base al régimen de Metas de Inflación con el objetivo de condicionar las paritarias. El Instituto Estadístico de los Trabajadores Citra-Umet midió una suba de precios del 2,1 por ciento, mientras que el Estudio Bein calculó 2,3 por ciento. De ese modo, la tasa anualizada de inflación se ubica de 27,9 a 33,6 por ciento.
La inflación del primer trimestre trepó a poco más del 6 por ciento. El impacto del aumento de precios en los estratos más bajos de la pirámide de ingresos de los trabajadores es todavía más intenso. El informe del IET indica que el promedio del primer trimestre de 2017 en comparación con igual período del año anterior la inflación del decil de menores ingresos fue de 31,2 puntos porcentuales contra el 25,8 del decil más alto. Esto se debió al tarifazo en los servicios públicos (en marzo, el de la luz) que afectó más a los trabajadores de menores ingresos.
El rector de la UMET, Nicolás Trotta, quien estuvo a cargo de la presentación del informe de Inflación de los Trabajadores explicó que “las cifras demuestran que la inflación no se desacelera y sigue golpeando con más severidad a los sectores populares. Estos números entierran cualquier instancia de cumplimiento de la meta inflacionaria del Gobierno y reafirman la pérdida de capacidad de compra del salario”. La caída promedio del salario real desde noviembre de 2015 alcanza a 6,3 por ciento.
El dato que resaltó el informe de marzo fue que las mayores subas se dieron en el ámbito de la educación con 7,7 por ciento, impulsada por la estacionalidad de las nuevas cuotas de colegios privados. En el ranking de alzas de precios le siguieron “Indumentaria y calzado” con el aumento de 4,8 por ciento y “Vivienda y sus servicios”, 4,5 por ciento.
El relevamiento de precios minoristas del Estudio Bein registró una suba de 2,3 por ciento mensual, destacando que el dato de marzo se mantiene prácticamente en línea con lo que mostraron los dos meses previos, y está explicado en una tercera parte por la corrección remanente en la factura eléctrica. Señala que en la evolución de precios impactaron las cuotas de la educación formal e informal, habituales en el comienzo del año lectivo, la estacionalidad propia de la indumentaria y un repunte en los precios de los alimentos. Este rubro sensible de la canasta del hogar contabilizó un alza del 2 por ciento mensual, explicado en gran medida por el salto en el precio de las carnes y los panificados.