El panorama de las inundaciones sigue siendo crítico en el país. Aunque en algunas zonas, como en La Madrid, Tucumán, de a poco los habitantes van volviendo a sus casas (no todos pueden), en otras, como en Chubut, el pronóstico de nuevas lluvias para este fin de semana desespera a los pobladores. 

Comodoro Rivadavia, en esa provincia patagónica, es una de las ciudades más golpeadas. El caso del barrio Caleta Córdova es uno de los más desesperantes. En el lugar viven cerca de cinco mil personas que quedaron totalmente aisladas cuando la corriente se llevó el puente de hormigón que los conectaba con la ciudad. Las ratas ahogadas que se amontonan en las playas de la ciudad de Comodoro Rivadavia y la posibilidad de un derrame de petróleo en ese litoral marítimo son apenas dos de las preocupaciones de los habitantes, que intentan recuperar el contacto con ese centro urbano después de cuatro días de aislamiento causados por el temporal que azotó esa zona de Chubut.

Un hombre fue asistido en una estancia inundada, tras haber sido avistado desde un helicóptero en un vuelo de reconocimiento de las zonas afectadas. El helicóptero sobrevolaba el paisaje agrietado, cuando se pudo ver a un puestero de la hacienda El Trahuil sobre el techo de un camión.

En tanto, sólo en Santa Rosa, los evacuados son tres mil. La capital provincial está devastada, hay rutas cortadas y pérdidas millonarias en el sector agropecuario. En seis días, llovió casi lo que llueve en un año y el suelo colapsó. A las lluvias, se sumó el desborde de la laguna Don Tomás. Las localidades de Ingeniero Luiggi, Caleufú, La maruja y Parera también tienen agua en las casas. Además de las pérdidas, las rutas cortadas y la suspensión de clases, los pampeanos se indignaron cuando el gobernador Carlos Verna decidió seguir adelante con sus vacaciones ya planificadas a Europa. Con su licencia por quince días aprobada, el sábado pasado despegó junto a su familia. En su lugar, asumió el vicegobernador Mariano Fernández.