Contra viento, marea y pandemia, la mayoría de los eventos cinematográficos que acercan al público local la producción más reciente de diversas cinematografías lograron llevarse a cabo este año en versiones estrictamente virtuales. Ese es también el caso de Han Cine, el Festival de Cine Coreano que este año llega a su séptima edición ininterrumpida y que, a partir de este lunes y hasta el 22 de noviembre, exhibirá online veinte largometrajes producidos en la República de Corea, una de las cinematografías asiáticas más pujantes y creativamente ricas que comenzó a llamar la atención internacional a finales del siglo pasado. Las dos decenas de películas estarán disponibles durante veinte días, de manera totalmente totalmente gratuita, en una sección especial de la plataforma CineAr Play, uno de los nuevos socios de Han Cine –junto con el festival de Mar del Plata y el Museo de Bellas Artes, entre otros– en esta edición tan particular. Y dificultosa de llevar a cabo.
En comunicación con Página/12, Cho Moonhaeng, director del Centro Cultural Coreano en Buenos Aires –principal organizador del evento y transmisor de la cultura de ese país desde su fundación en 2006–, señala que “fue un desafío hacer el Han Cine este año ya que era un formato de festival que no habíamos realizado antes. Pero esa dificultad se convirtió en una gran posibilidad, ya que nos involucramos con muchas instituciones argentinas, como CineAr y el Festival de Mar del Plata, lo cual nos permitió afianzar vínculos entre las cinematografías de ambos países con la posibilidad de nuevos y mejores intercambios a futuro”. Para Cho, una de las virtudes de esta edición es que, a diferencia de las anteriores, es posible llegar a todo el país y no sólo a la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, destaca que, “por supuesto, la experiencia de ver en cine en salas es algo que no queremos dejar de lado, pero llegar a todo el territorio argentino es de un valor enorme”.
Como suele ser la costumbre, la programación del Festival de Cine Coreano es representativa de sus distintas tendencias, formatos y ambiciones. En otras palabras, resulta tan ecléctica como puede serlo la cinematografía de un país con gran producción, desde las periferias independientes al núcleo de la industria, de los géneros populares al cine de autor más personal. Una de las figuras que se repiten en más de un título, Song Kang-ho es algo así como un embajador del cine surcoreano, posiblemente el rostro más reconocible gracias a su intenso trabajo actoral, coronado el año pasado con el enorme éxito global de Parasite, la película ganadora del Oscar dirigida por el cineasta Bong Joon-ho. Song es el protagonista de Un taxista: los héroes de Gwangju (2017), largometraje de Hun Jang que conjuga el drama histórico, el cine de acción y la comedia de costumbres y cuya historia transcurre en el año 1980, antes y durante la así llamada Masacre de Gwangju, en la cual murieron más de 150 personas, durante el gobierno dictatorial de Chun Doo-hwan. Song es también el protagonista de El lector de rostros, drama histórico dirigido por Jae-rim Han y estrenado originalmente en 2013.
“La selección de este año fue compleja, ya que no contamos con los estrenos usuales ni tampoco con la facilidad de transmitir cualquier película en la modalidad on demand”, afirma Gabriel Pressello, programador del Han Cine. “A su vez, a diferencia de las funciones en una sala de cine, el acceso digital debe dar un abanico amplio de posibilidades de manera continua, para que el espectador pueda pasar de un film a otro y tener variedad de opciones. Nos planteamos un grueso de cine comercial y de género en la programación y cinco películas independientes. La programación es amplia y algunos films con actores conocidos, como Un taxista o Área de Seguridad Compartida, de Park Chan-wook, son una buena entrada a esta edición del festival. En cuanto a la selección de cine independiente, hay buenas opciones como Sin dinero y sin futuro o Microhábitat”.
Ideal para quienes nunca la hayan visto, Área de Seguridad Compartida fue uno de los primeros mega éxitos globales del cine coreano, representante de lo que en aquel momento (el año 2000) solía señalarse como un auténtico boom. Dirigido por el futuro responsable de títulos como Oldboy y Thirst, se trata de un clásico relato de suspenso donde la verdad de los hechos centrales comienza a aflorar gracias a una serie de flashbacks de variada intensidad, luego del asesinato de dos soldados norcoreanos en la famosa “área de seguridad compartida” existente entre ambos países, un pequeño territorio neutral que logró transformarse en lugar de interés turístico. Gangnam Blues (2015), relato de marginalidades y enfrentamientos entre pandillas, fue otro título muy popular en su país de origen, gracias en parte al joven protagonista, la estrella Lee Min-ho, y Diario de un asesino (2017), del realizador Shin-yeon Won, aporta las dosis policíacas necesarias a la programación del séptimo Han Cine.
Picnic de mediodía (2018), film colectivo dirigido por un trío de cineastas jóvenes, cada uno responsable de una de las tres historias que lo integran, forman parte del paquete indie del evento, como así también La suerte de Chan-sil (2019, de Kim Cho-hee), donde el cine dentro del cine dispara una serie de preguntas profundas a partir del encuentro de un productora desempleada y una actriz cuyos años de gloria quedaron en el pasado. En tanto Un perro valiente (2019, de Lee Choon-Baek y Oh Sung-yun) acerca un ejemplar reciente de animación familiar coreana, en una película de gran belleza visual y preciso énfasis dramático. “Cuando empezamos con el festival, la idea fue hacer accesible al público general una cinematografía que aún era de difícil acceso y generar un interés para hacer más cotidiano el contacto con el cine coreano. Creemos que hemos logrado el objetivo”, celebra Cho Moonhaeng. “Sin contar el fenómeno de Parasite, que fue excepcional, otros films coreanos en cartelera superaron los cien mil espectadores y las distribuidoras argentinas estrenaron en cines comerciales más películas coreanas desde que comenzó el festival que en toda la historia anterior. Además, hoy el público ve cine coreano como algo cercano y no como una cosa exótica”.
* La inauguración tendrá lugar este lunes a las 20 con una transmisión de apertura por el canal de YouTube del Centro Cultural Coreano junto a Soledad Silveyra, autoridades de las instituciones y videos especiales. La programación completa puede consultarse en el sitio oficial.