El aumento en el servicio de agua y cloacas planteado ayer por Aysa en el inicio de la audiencia pública fue del 23 por ciento, tal como había dejado trascender la empresa. El debate fue suspendido a media mañana por las dificultades de numerosas entidades de usuarios para llegar al Teatro de la Ribera, en el barrio de La Boca, por el paro general. El subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartúa, dictó un cuarto intermedio hasta hoy a las 10 para continuar con el encuentro, luego de que se hubieran desarrollado una decena de presentaciones sobre los cuarenta inscriptos. El resultado de la audiencia no es vinculante, pero la Justicia ya dejó establecida la obligación de cumplimentar ese paso antes de autorizar cualquier incremento. Una vez pasada esta instancia, la suba se hará efectiva a partir de mayo. El año pasado, la factura del agua registró un aumento del 216 por ciento en promedio, pero a eso se agregó la quita de subsidios que elevó el monto efectivamente a pagar por los usuarios a 297 o 375 por ciento, según el nivel de reducción de ese beneficio, que para algunos fue total.
En la propuesta elaborada por Aysa se plantea un aumento del 23 por ciento a partir del mes próximo y el mantenimiento del subsidio de 25 por ciento en la factura para aproximadamente 1,5 millón de usuarios, en su gran mayoría habitantes de zonas vulnerables, que tenían ese beneficio hasta abril de 2017 y ahora se plantea extenderlo hasta abril de 2018. En el transcurso del año la empresa verificará si estos usuarios podrán quedar incorporados (voluntariamente) a la Tarifa Social.
Activada en 2011 para zonas residenciales de alto poder adquisitivo, la quita parcial de subsidios para otras zonas mostraba hasta el año pasado que quedaban usuarios con un aporte estatal equivalente al 5 por ciento de la factura, para otros era del 25 por ciento y para un tercer grupo del 50 por ciento. En marzo de 2016 se eliminaron los casos de subsidios de 5 y 25 por ciento y a los que tenían un subsidio del 50 por ciento se les redujo a la mitad. Ese beneficio supuestamente terminaba ahora, pero la empresa propuso en la audiencia mantenerlo un año más.
En cuanto a los usuarios no residenciales, es decir para los comerciales e industriales, Aysa proyecta ir a un esquema de facturación basado en el consumo. Estos pagarán un Cargo Fijo único de alrededor de 120 pesos más impuestos y el resto de la factura será calculada por el consumo que registran los medidores. Un esquema similar para el caso de los consumidores residenciales no está contemplado en la propuesta que Aysa presentará hoy en la audiencia. Sin embargo, eso sí ocurriría en noviembre próximo, estableciendo también un cargo fijo equivalente a un 20 por ciento de la factura y el 80 por ciento restante atado al consumo. Para ello, la empresa ofrecerá la instalación de medidores. Aysa presta el servicio en la Ciudad de Buenos Aires y en 23 partidos del conurbano bonaerense, totalizando un área de concesión de 2.588 kilómetros cuadrados habitada por 12.554.449 personas. En los últimos años extendió su área de incumbencia incorporando a los partidos de Escobar, José C. Paz, Malvinas Argentinas, San Miguel, Presidente Perón y Moreno.