Los alumnos de todas las escuelas de Francia guardaron un minuto de silencio en homenaje a Samuel Paty, el profesor decapitado en manos de un islamista radical por haber mostrado caricaturas del profeta Mahoma en clase. Luego de dos semanas de vacaciones, 12 millones de estudiantes volvieron a las aulas este lunes. El país está confinado desde el viernes pasado por una fuerte segunda ola de coronavirus, pero con las escuelas abiertas y bajo alerta máxima tras una ola de ataques yihadistas.
"Conozco su emoción después de los ataques terroristas, incluyendo uno frente a una escuela contra un maestro", escribió el presidente Emmanuel Macron en un mensaje publicado en sus redes sociales y dirigido a los estudiantes que retomaban las clases. "Hoy rendirán homenaje a Samuel Paty. Todos pensaremos en él, en ustedes y en sus maestros", agregó.
Los estudiantes franceses leyeron una carta del célebre diputado socialista Jean Jaurès, escrito en 1888, sobre la profesión de maestro y la misión de la escuela pública. "Tienen en sus manos la inteligencia y el alma de los niños; son los responsables de la patria", decía Jaurès en uno de los fragmentos. Luego, a las 11 horas locales, todos guardaron un minuto de silencio.
"No aceptaremos que los alumnos saboteen el minuto de silencio" en honor a Samuel Paty, había advertido previamente el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que dijo que llegado el caso habría "sanciones". Blanquer estuvo presente en la mañana junto al primer ministro Jean Castex en la escuela en la que enseñaba Paty para participar del homenaje.
"No es normal que un profesor sea asesinado, ¿lo entienden todos? Es importante venir al colegio, aprender y respetar a los demás niños", dijo Castex. El emotivo homenaje concluyó con una célebre frase de Voltaire, escritor y filósofo francés: "No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".
Esas mismas palabras se oyeron, por ejemplo, en el colegio español Federico García Lorca de París. Los niños, organizados en el patio por cursos, con mascarilla y guardando el distanciamiento social, las escucharon atentamente mientras compañeros de distintas edades sostenían unas letras de colores que rezaban: "Libertad de expresión".
Samuel Paty fue asesinado el 16 de octubre en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad en las afueras de París, en el último día de clases antes de las vacaciones de otoño. Paty había mostrado a sus alumnos una caricatura del profeta Mahoma durante una clase sobre libertad de expresión, lo que provocó la furia de algunos padres de familia y una campaña en redes sociales en su contra.
Paty fue decapitado por un joven checheno de 18 años que fue rápidamente abatido por la policía. En tanto, el jueves pasado tres personas fueron asesinadas en una iglesia en la ciudad de Niza en un ataque que el gobierno describió como un acto "terrorista islamista".
Con medidas de seguridad reforzadas y un país confinado debido a la pandemia de coronavirus, cerca de 12 millones de estudiantes de primaria y secundaria volvieron a clases en Francia tras dos semanas de vacaciones. Entre otros protocolos a seguir, el uso de la mascarilla pasó a ser obligatorio a partir de los seis años de edad.
A diferencia del confinamiento decretado en marzo, este nuevo iniciado el viernes y que durará como mínimo hasta diciembre deja las escuelas abiertas: "Lo importante es que los niños no pierdan el ritmo escolar", dijo el ministro Blanquer a la radio France Inter.