El Gobierno salió ayer a criticar y minimizar el paro nacional realizado por la CGT, las CTA y agrupaciones de izquierda. “Inoportuno”, “innecesario”, “fuera de diagnóstico”, responde “una interna de la CGT y el peronismo”, fueron los comentarios que lanzaron los principales referentes de Cambiemos, que le restaron importancia a la medida. “Finalmente fue más que nada un paro del transporte”, aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Si bien evitaron una confrontación directa como la que utilizó Mauricio Macri en los últimos días, en paralelo el Poder Ejecutivo publicó ayer en el Boletín Oficial una serie de “recomendaciones” para mejorar la “transparencia” y la “pluralidad” en los sindicatos, lo que fue leído por los dirigentes gremiales como una provocación por parte del oficialismo.
Peña y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fueron los encargados de bajar ayer la línea oficial del Gobierno nacional frente a la primera huelga general que se concretó durante la gestión de Macri. “No ha sido una expresión mayoritaria de los trabajadores ni de los argentinos”, aseguró Peña, buscando reducir el impacto de la medida, que según la CGT fue “contundente”. Para el jefe de Gabinete “la falta de transporte público, combinada con cortes y acciones intimidatorias que se hicieron públicas, hizo que la mayoría de los trabajadores que querían ir a trabajar no pudieron hacerlo”. En en el mismo sentido, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aseguró que “donde se podía ir al trabajo sin necesidad de contar con transporte público, la gente en general fue a trabajar. Donde, sobre todo por las distancias, el transporte público es indispensable, y donde hubo piquetes que cortaban accesos o arterias fundamentales, el paro se sintió”. En la conferencia de prensa convocada durante la tarde, Triaca evitó precisar un porcentaje de acatamiento pero remarcó que “en el interior el nivel de acatamiento fue muy disímil” y que “en muchos sectores hubo actividad normal”.
Luego de restarle importancia a la protesta, Triaca repitió el latiguillo respecto del “diálogo”. “Por mandato del presidente nuestra predisposición al diálogo es la misma”, afirmó el ministro de la cartera laboral. Sin embargo, ante una pregunta sobre la posibilidad de sentarse nuevamente en una mesa de negociación con la CGT, sostuvo que continuarán con una política de reuniones “sector por sector”. Por otro lado, consideró que los gremios están equivocados en su análisis de la situación. “Hay una diferencia enorme de diagnóstico. Cuando empezamos a recuperarnos esta medida resulta inoportuna e innecesaria”, insistió Triaca, quien reiteró el discurso del gobierno sobre el presunto repunte de la economía.
En el tramo más político de la conferencia de prensa, Triaca apuntó contra “algunos sectores sindicales” que identificó con el kirchnerismo. Aseguró que esos dirigentes “se someten al vaivén de alguna fuerza que dice que quiere volver”. “Este gobierno no tiene en su agenda volver a (Axel) Kicillof o (Guillermo) Moreno. La gente nos eligió para hacer algo distinto”, remató. La vicepresidenta, Gabriela Michetti, también retomó la idea del paro “político”: “algunos dirigentes sindicales siguen eligiendo meterse en la pelea electoral y hacer política de la que no ayuda a nadie, en lugar de defender a sus trabajadores”, aseguró Michetti de visita en Neuquén. La titular del Senado también expresó las condiciones que para ella justifican una medida de fuerza como la de ayer: “El paro es una medida extrema para tomar en momentos de fuerte autoritarismo y cuando los gobiernos no trabajan, no se esfuerzan y no se comprometen con el país”, consideró Michetti. Estamos en un momento de apertura al diálogo, ya hemos conseguido acuerdos productivos en varias áreas, donde el empresariado, los sindicatos y el Gobierno hacen cada uno su propio esfuerzo para poder sacar adelante juntos el trabajo en ese sector”, sostuvo.