Una nena de tres años fue rescatada con vida luego de estar más de tres días atrapada entre los escombros tras el terremoto de magnitud 7 que azotó Turquía y dejó más de cien muertos y casi mil heridos.
La noticia la dio el alcalde de Esmirna. "Hemos asistido a un milagro 91 horas después. Los rescatistas han recuperado a Ayda con vida", anunció Tunc Soyer, en su cuenta de Twitter.
La niña fue rescatada entre aplausos, en el distrito de Bayrakli, muy afectado por el terremoto del viernes pasado. "En estos tiempos de sufrimiento, también hemos tenido este momento de felicidad", añadió el alcalde.
Envuelta en una manta de aluminio, la pequeña fue evacuada en una camilla hacia un hospital por los equipos de la agencia de gestión de emergencias y desastres (AFAD). El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebró la noticia en Twitter "un milagro que se llama Ayda". "Tus ojos sonrientes nos han dado una nueva esperanza", escribió.
Cómo fue que sobrevivió
La niña, Ayda Gezgin, estaba sentada en la cocina de uno del edificios derrumbados cuando llegaron los equipos de rescate, en un hueco que había quedado intacto entre la mesada y el lavarropas, según contó uno de los profesionales que la atendieron a la cadena de televisión NTV.
"Escuchamos una voz, preguntamos quién había allí y respondió: 'Soy Ayda, estoy bien'. Le dijimos: 'Espera que te sacamos', y avanzamos hacia donde estaba", relató más tarde uno de los rescatistas.
Según el socorrista, la niña estaba consciente y sin daño aparente: "No le había pasado nada, estaba sentada y esperando".
El médico Ersin Çoban, que acompañó a la pequeña en la ambulancia, aseguró poco después a la prensa turca que la menor estaba bien, no tenía contusiones ni arañazos y que una tomografía confirmó que tampoco tenía lesiones internas.
Desde el momento en el que los profesionales del rescate escucharon hablar a la niña hasta el momento de alcanzarla pasó hora y media, explicaron los miembros del equipo.
Se cree que su madre, Fidan Gezgin, sigue aún bajo los escombros, mientras que su padre, Ugur, exárbitro de fútbol, y su hermano Atakan se salvaron y ya están con Ayda. Ya ayer, Ugur Gezgin había indicado a los equipos de rescate que su hija y su esposa estaban en la vivienda familiar al momento del sismo, dentro de uno de los edificios que se derrumbó.
Desde el viernes pasado la cifra de muertos ascendió a 102 en Esmirna, la única provincia turca que registró fallecidos. Además, un millar de personas resultaron heridas y 107 fueron rescatadas con vida de entre los escombros.