Afamadas criaturas malvadas del cine y la literatura son aún más pavorosas bajo el afilado lápiz de la artista mexicana Viridiana Montiel, de 33 años, ilustradora que ha reversionado celebérrimos personajes del género terror para hacer patente que el verdadero miedo para tantísimas mujeres, inducidor de pesadillas y escalofríos, no yace en la ficción sino en el día a día. A causa, precisamente, de Los monstruos del patriarcado, como ha bautizado la también diseñadora gráfica a su serie en curso, donde bosqueja a Chucky, Drácula, Frankenstein, Gremlins o Dementores aterrorizando a sus víctimas sin necesidad de apelar a colmillos o fuerza sobrenatural: valiéndose de gestos decididamente misóginos, lamentablemente extendidos. “Es mi pequeña venganza al patriarcado, exhibir a todos sus monstruos”, se relame Montiel, que ha subido un personaje cada día durante el pasado mes como parte del Inktober, desafío mundial que -de añitos a la fecha- llama a dar curso al pincel durante el mes de octubre.
Así, en su cuenta de Instagram ahora conviven los pelafustanes más desdeñables: el horripilante Ogro body shameador que “critica nuestros cuerpos, violentándonos psicológica y emocionalmente”; el Ciclopendejo, varón estrecho de miras que justifica lo injustificable; y el Jurassic-Pack, grupo de tipejos que comparten fotos o videos íntimos de sus parejas sin su consentimiento. También el Onvre Lobo que se dice aliado feminista “ocupando espacios que no le corresponden”, y el Jefe Krueger “que bajo la apariencia de persona amistosa, oculta prácticas de acoso y hostigamiento a sus empleadas”, por mencionar algunos ejemplos de la variopinta galería.
“Este proyecto ha sido para mí muy liberador”, cuenta al rotativo El País la joven con base en Ciudad de México. En pos de dar forma a las mentadas criaturas, después de todo, reflexionó mucho “sobre todas las agresiones que he vivido y normalizado con el correr de los años”; que no le serán ajenas, mal que pese, a prácticamente ninguna muchacha. Al fin y al cabo, ¿quién no ha conocido a un Mojigato sin cabeza, “señores que quieren imponer sus ideas conservadoras y arcaicas sobre nuestros cuerpos”, a un King Celosong o a un Machomomia posesivo? O bien al Ghosteador, “experto en el arte de la desaparición y la falta de responsabilidad afectiva”. “Hay más monstruos patriarcales que figuras del género terror, qué mala sorpresa”, se lamenta Viridiana mientras completa su serie horrífica.