Comunidades originarias y familias criollas del departamento Rivadavia asentadas a lo largo de la ruta nacional 81 (que comunica con Formosa) advirtieron que si no se inicia la obra de provisión de agua para ellos de manera paralela a otra para el acceso al agua en Los Blancos (uno de los pueblos de Rivadavia Banda Norte), paralizarán los trabajos.
Los vecinos solicitaron que de la red hídrica puedan beneficiarse todos los pobladores de la zona, que está sufriendo una de las peores sequías en las últimas cuatro décadas.
Para abastecer a los habitantes de la zona se perforaron dos pozos de agua. Uno de ellos es para proveer a Los Blancos, a 10 kilómetros de la zona en donde se hace el reclamo. El otro es para llevar agua, mediante conexiones, a habitantes de distintos parajes donde residen familias criollas e indígenas. Pero esta última obra se retrasaría más que aquella.
En una carta que elevaron al gobernador Gustavo Sáenz, estos vecinos le solicitaron que “interceda y solucione nuestro problema más grande que tenemos en la zona que es la falta de agua para el consumo humano, animal, y cultivo. Con esta obra se abastecería (…) a más de 150 familias que viven en las comunidades y parajes antes mencionados y acabaría con esta problemática que viene de tiempos ancestrales en nuestra zona”, indicaron.
En una reunión que mantuvieron el fin de semana, los vecinos decidieron que no van a permitir que se inicie ningún trabajo hasta tanto no les den una respuesta. “Lo que queremos es que hagan en conjunto ambas obras”, dijo a Salta/12 Eligio Suárez, el cacique de la comunidad wichi del Lote 6, Lewetes.
El referente indígena afirmó que si bien alguna lluvia que cayó en la zona “alivió un poco el tema del agua”, hace dos semanas que la Municipalidad no lleva el líquido a su comunidad.
Protestas en Morillo
El lunes desde las 19 los vecinos de Morillo (o Coronel Juan Solá, pueblo cabecera de Rivadavia Banda Norte), se movilizaron en reclamo por el mal servicio de agua, luz y conectividad en la zona. “Hay veces que pasan 48 horas y no tenemos agua”, dijo Patricia Aguilar, habitante del pueblo.
El problema viene de arrastre desde hace por lo menos 20 años. Cuando piden alguna explicación, desde EDESA (empresa provincial de energía) les dicen que el problema es de Transnoa (a cargo del transporte de la luz). “Pero quien nos cobra es EDESA y tendría que dar respuestas”, sostuvo la vecina.
Agregó que la falta de luz implica que tampoco haya agua, dado que Aguas del Norte no instaló grupos electrógenos para autoabastecerse en caso de cortes de la energía eléctrica. En ambos casos las empresas cuentan solamente con dos operarios, “que no dan abasto” para dar respuesta a un territorio tan extenso.
Los vecinos solicitaron la intervención del Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRESP), al que por años vienen pidiendo que se expida para que las empresas sean sancionadas y a la vez se hagan los descuentos en las facturaciones, por la falta de servicio. Aguilar dijo que se van a enviar los petitorios al ENRESP, EDESA, Aguas del Norte, la Cámara de Diputados y Defensa al Consumidor. Si no hay respuesta en una semana “vamos a continuar con las manifestaciones y se irán profundizando”, sostuvo.
Reparan la planta de La Unión
El gobierno provincial informó que en la localidad de La Unión (otro municipio de Rivadavia) se trabaja en la reparación de la planta potabilizadora de agua de ósmosis inversa para regularizar el abastecimiento. Los materiales fueron adquiridos por Aguas del Norte y el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) por medio de un convenio para la colocación de filtros, membranas que ayudan al proceso de filtrado, antiincrustante, entre otros productos.
Actualmente, la planta de agua de La Unión recibe asistencia por medio del programa de Asistencia Técnica a Localidades Aisladas de Salta (ATLAS) de Aguas del Norte, que garantiza a las familias el acceso al servicio.
Mientras avanza ese trabajo, se afirmó que áreas del Ministerio de Infraestructura (Instituto Provincial de Vivienda, Aguas del Norte y Vialidad de la Provincia) asisten a los habitantes de parajes aislados de la zona con una cisterna del Ejército. Hasta este fin de semana se habían distribuido 40.000 litros en diferentes comunidades y se sumó otro camión cisterna para la entrega.