La mayoría de los habitantes de California aprobó este martes en un plebiscito una propuesta formulada por Uber y otras empresas similares para evitar cumplir las leyes laborales y preservar su modelo de plataformas con choferes independientes. Un poco más del 58% de los electores de este estado estadounidense votaron por el "sí" a los requerimientos de las empresas.
Uber y Lyft, su competencia estadounidense, se niegan a aplicar la ley californiana --entrada en vigor en enero-- que les obliga a contratar a sus decenas de miles de conductores y ofrecerles servicios sociales como seguro de salud, horas extra, entre otros.
Entonces, las dos empresas líderes de las plataformas de reserva de autos con chofer organizaron un referéndum bajo la base de un compromiso. La "Proposición 22" prevé que decenas de miles de choferes californianos sigan siendo independientes, pero que a la vez reciban algunas compensaciones: un ingreso mínimo garantizado, una contribución a un seguro de salud y otros seguros, en función del número de horas trabajadas a la semana.
"El futuro del trabajo independiente está mejor asegurado ahora, gracias a muchos choferes como ustedes que se hicieron entender y a los que los electores de todo el estado escucharon", escribió el jefe de Uber, Dara Khosrowshahi, en una carta a los conductores. El mensaje precisaba igualmente que la empresa se comunicará con ellos en las próximas semanas para explicarles "qué deben esperar" y "cómo sacar el mayor partido a estas nuevas ventajas".
"Esperamos que los gobiernos de todo el mundo busquen seguir este modelo que pretende mejorar y reforzar este tipo de empleo, añadiendo nuevas protecciones en lugar de suprimirlas", indicó de su lado un portavoz de la compañía. Las acciones de Uber y Lyft se disparaban más de 11% este miércoles al comienzo de la sesión en Nueva York.
"Devastados"
Los dos grupos basados en San Francisco, así como sus aliados Postmates, DoorDash e Instacart, gastaron más de 200 millones de dólares en su campaña, contra menos de 20 millones invertidos por sus opositores, lo que convierte a ésta en una de las consultas más caras en la historia californiana.
El auge de estas compañías estuvo acompañado de tensiones políticas y sociales en todo el mundo, especialmente con el sector de los taxis. Y en California, muchos legisladores demócratas y sindicatos acusan a Uber y sus similares de intentar burlar las leyes de trabajo y de dañar a sus choferes.
"Estamos devastados con este resultado injusto", reaccionó Erica Mighetto, conductora de Uber desde hace cuatro años y quien hizo campaña por el "no". "Pienso que la mayoría de la gente quería votar a nuestro favor. Pero vieron todas estas publicidades para convencerlos de que nosotros queríamos seguir siendo independientes. Aunque en realidad nunca hemos sido independientes", dijo.
Los conductores se mostraron divididos en la campaña y otros hicieron campaña por el "sí". Pero la victoria en la consulta no significa necesariamente que el asunto esté decidido. Los sindicatos "decidieron guardar sus fondos para la próxima etapa: objetar la constitucionalidad de la medida", dijo a fines de octubre David McCuan, profesor de ciencias políticas de la universidad de Sonoma.
Además, Uber y Lyft ya están envueltos en un duro enfrentamiento judicial con el estado de California, en el que se viene planteando la situación laboral de sus choferes.