Desde Washington, DC.
Ya pasaron más de 24 horas desde el cierre de las mesas de votación en los Estados Unidos y todavía no hay un ganador claro. El panorama a esta altura parece mucho más alentador para el demócrata Joseph Biden. Hay proyecciones que le otorgan al menos 264 votos en el colegio electoral, mientras que le dan 214 al presidente Donald Trump. A esta hora, la gran incógnita es el resultado de Pensilvania.
Biden quiere construir un “muro azul” para su victoria. A la proyección que lo tiene como ganador en Wisconsin y Michigan quiere sumarle finalmente Pensilvania. Esta tarde habló desde Wilmington, Delaware, y se mostró confiado en ganar en su estado natal.
“Es la gente la que determina quién va a ser el próximo presidente de los Estados Unidos”, dijo el candidato demócrata. También destacó que su fórmula junto a Kamala Harris fue la más votada en la historia del país.
“Es claro que estamos ganando en suficientes estados como para alcanzar los 270 votos necesarios para ganar la presidencia”, sostuvo Biden en su discurso. A diferencia de Trump, quien ya se adjudicó la victoria, el candidato demócrata añadió que “cuando termine el conteo, creemos que vamos a ser los ganadores”.
Las quejas de Trump
En tanto, la campaña de Trump dio este miércoles sus primeros pasos en la estrategia judicial que seguirá para disputar los resultados. El presidente se quejó durante el día a través de Twitter de los números que comenzaron a serle desfavorables en varios de los estados que todavía están pendientes. “Están trabajando duro para hacer desaparecer la ventaja de 500.000 votos en Pensilvania”, publicó. También sostuvo que “están encontrando votos para Biden por todos lados”.
En Michigan, un estado que CNN dio para Biden durante esta tarde, los primeros números parciales lo muestran al candidato demócrata apenas 0,8 puntos por encima de su rival. La campaña de Trump pidió a un tribunal parar el conteo hasta que se le permita el acceso adecuado a los sitios en los que se lleva a cabo este proceso.
En Wisconsin directamente pedirá un recuento de los votos, algo que la ley estatal permite cuando la diferencia entre los candidatos es menor a un punto. Ese es el caso en esta elección.
El caso de Pensilvania
La demora en Pensilvania era esperada. Actualmente, Trump lidera este estado, casi seis puntos sobre Biden. Con el 83 por ciento de los votos contados, falta ingresar los resultados de casi un millón de boletas que llegaron por correo. La estimación es que gran parte de esos votos vayan para el Partido Demócrata y que, de esa forma, no solo descuente distancia sino que gane el estado.
También allí la definición podría seguir por vías legales. Recientemente la Corte Suprema estatal rechazó un pedido del Partido Republicano para impedir que se cuenten las boletas que lleguen hasta cuatro días después de la elección. Este miércoles la campaña de Trump buscaba detener allí también el conteo.
Sin importar que falte contar casi un millón de votos y que el resultado no esté confirmado, Trump se adjudicó la victoria en Pensilvania durante la madrugada. También lo hizo su hijo Eric, quien tuiteó que habían ganado en ese estado. Twitter respondió agregándole a ese mensaje una etiqueta que está utilizando en estas elecciones: “Puede que las fuentes oficiales no hayan confirmado este resultado cuando esto fue publicado”.
Nevada y Arizona
Este miércoles, las dos campañas también seguían de cerca lo que pasaba en Arizona, confirmado para Biden según Associated Press, pero en duda para otros medios. Nevada, el otro estado que queda pendiente en el oeste, había suspendido el conteo y anunció que lo reanudará este jueves. En los dos, los resultados parciales mostraban a Biden en el primer puesto. Si mantiene ese liderazgo, no necesitaría ganar Pensilvania para consagrarse como el próximo presidente de Estados Unidos.
También quedan pendientes Carolina del Norte y Georgia en el sur, con un resultado ajustado entre los dos candidatos. Trump aparecía en primer lugar en ambos, pero todavía falta contar votos por correo.
La mayoría en el Congreso
Tampoco hay todavía un panorama claro para saber qué pasará en el Senado. Por ahora, las estimaciones muestran que esa cámara tiene 48 bancas para el Partido Republicano, que actualmente tiene el control, y 47 para los demócratas. También falta definir qué sucederá con la Cámara de Representantes, pero las proyecciones ya le dan el dominio al Partido Demócrata, con resultados parciales que le adjudican 204 bancas totales. En contraste, los republicanos alcanzan hasta ahora 188.