Las cifras de diagnósticos positivos de covid-19 del miércoles se mantuvieron en la meseta que se observa desde hace poco menos de 10 días y se espera continúen bajando. En Rosario fueron informados 447 nuevos contagios y 1512 en la provincia de Santa Fe, que sigue siendo, después de Buenos Aires el lugar con mayor cantidad de enfermos reportados. Un índice que se espera se estabilice a la baja es el de letalidad, que entre lunes y martes marcó récord, promediando los 80 decesos en la provincia, la mitad de ellos correspondientes a Rosario. El miércoles fueron 55 los fallecidos, 35 de Rosario. De acuerdo a fuentes del sistema de salud, estos registros elevados de muertes obedecen en buena medida al pico de contagios registrado hace aproximadamente tres semanas. Otro tanto sucede con la ocupación de camas críticas, que no bajan del 80% promedio en la salud pública y del 93% en el sector privado, cifras que ponen en alerta al sistema para evitar su saturación. En cuanto a los indicadores, es auspicioso que se haya elevado a más de 50 días el índice de duplicación de contagios, y que esté estabilizado por debajo de 1 el RT.

En este escenario, y con aperturas paulatinas de actividades --como fue el acceso al río el fin de semana pasado, o los deportes grupales para menores de 12 años en ésta-- la ciudad de apresta a definir la continuidad del aislamiento intermitente, siempre tomando en cuenta las opiniones de los expertos y dejando abierta la alternativa de cierres en el caso de ser necesario.

En ese marco, el intendente Pablo Javkin recorrió algunas obras públicas de la ciudad, que han recobrado su impulso tras la paralización por la pandemia. Lo hizo acompañado del gobernador Omar Perotti, quien opinó sobre la inminencia de la llegada de la vacuna rusa a la Argentina y destacó: "Estamos atentos y con las expectativas de todos, pero con seriedad y el resguardo que esto representa, porque no se trata de terminar el envase para poner una bayaspirina", dijo el mandatario acuñando una nueva metáfora "farmacológica", tal como ocurrió con expresó "cuidado con apretar el pomo y que salga la pasta dentífrica, porque después ya no podes volver a meterla otra vez", en relación con la apertura de actividades en el periodo de cuarentena. En ese sentido, el gobernador sostuvo que "son pocos los sectores que quedan sin normalizarse plenamente, el resto trabaja en forma normal. Hay que reafirmar los cuidados de la ciudadanía, porque por ahora esa es la vacuna: el barbijo, el distanciamiento, y eso permitirá llegar al fin de año con mejores perspectivas".

Cabe destacar que de los casos computados a la fecha --más de 50 mil en Rosario--, la mitad de ellos corresponden al último mes, con el agravante de una tasa de letalidad creciente, que los últimos 30 días contabilizó 500 muertes, una aceleración del 50% con relación a septiembre.

La ministra Sonia Martorano, por su parte, adelantó que "la provincia ya está trabajando en la logística para garantizar la aplicación de la vacuna entre diciembre y febrero del año próximo".