Durante alrededor de una hora, Ivonne Kukoc, madre de Juan Pablo Kukoc, muerto a tiros por la espalda el 8 de diciembre de 2017 por el policía Luis Chocobar, declaró este miércoles por videoconferencia ante los jueces del Tribunal Oral de Menores 2, en una nueva audiencia del debate que se lleva adelante para determinar la responsabilidad del uniformado. La mujer, cuyo testimonio fue el único de la jornada, fue contundente al señalar que "Chocobar tiene la oportunidad de ser juzgado, oportunidad que no tuvo mi hijo que fue asesinado por la espalda".
Ivonne, que se encuentra viviendo en el interior de Salta, declaró desde la sede de la Defensoría General de la Nación en la capital salteña y respondió tanto a preguntas de la fiscal General ante los Tribunales de Menores, Susana Pernas, como de su representante, el abogado de la DGN, Pablo Rovatti.
En el mismo juicio también es juzgado el joven que participó en el robo junto a Kukoc -en ese momento era menor de 18 años y por ese motivo se realiza ante un tribunal de menores y a puertas cerradas-.
Tal como ocurrió en las audiencias anteriores, Chocobar concurrió de manera presencial a la audiencia junto a su abogado Fernando Soto, mientras que en la puerta de los tribunales de Comodoro Py se concentraron grupos que repudian el "gatillo fácil" y un grupo en apoyo al policía acusado, que en otras ocasiones habían lanzado advertencias sobre el resultado del juicio. En el medio de ambos, un cordón policial hasta el momento se había mostrado suficiente para evitar incidentes.
Según aseguró Rovatti, el testimonio de la madre fue "muy duro, muy sentido y doloroso. Declaró durante alrededor de una hora, y debió ser interrumpido durante algunos minutos" a pedido de la mujer, que no podía contener el llanto.
En relación al desarrollo, la declaración de Ivonne se centró en dos partes. En la primera, la fiscal Pernas le pidió que recordara el día del hecho, y le realizó preguntas relativas al joven acusado. En segundo lugar, Rovitta le pidió que describiera a su hijo. Ivonne dijo que era "un chico alegre, que ayudaba" y no negó que "había tenido problemas con el alcohol y el antecedente del robo de un celular".
Cuando Rovitta le preguntó que esperaba de su participación en el juicio, la madre respondió que “nunca lo victimicé, nunca dije que estaba bien lo que hizo, siempre recé para que el turista sobreviva".
Y afirmó que "disparar por la espalda no es para nada cumplir con el deber de un policía. No pido que lo maten a Chocobar como mató a mi hijo, pido que se lo juzgue y que decidan si se merece un castigo. Quiero que los jueces me expliquen si matar por la espalda es el trabajo de un policía",
Tras la declaración de la madre, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, cuando está previsto que se realice una inspección ocular en el lugar donde se registró el hecho.
Según la investigación, el 8 de diciembre el turista estadounidense Frank Wolek (60) caminaba por La Boca y, poco antes de llegar a la calle Caminito, fue interceptado por dos asaltantes, uno de los cuales lo apuñaló una decena de veces en el pecho y lo dejó gravemente herido.
Tras el ataque, ambos asaltantes salieron corriendo, mientras que Wolek fue auxiliado por un par de testigos. Instantes después, dos testigos corrieron a uno de los asaltantes, Juan Pablo Kukoc, a quien lograron retener y que soltara la cámara fotográfica robada, mientas que el otro joven logró escapar (fue detenido al día siguiente). Entretanto, hizo su aparición Chocobar, uniformado de la policía de Avellaneda, mientras Kukoc aprovechó para zafar y escapar, perseguido por el policía.
Tras una breve persecución en la que Chocobar disparó al menos siete veces, algunas al aire y varias contra Kukoc que escapaba, dos balas impactaron en su cuerpo, una en el fémur, rompiéndole el hueso a la altura de la cadera y otra que le dio en la espalda luego de rebotar en el piso. Ambos proyectiles fueron considerados por los peritos como mortales aunque no se determinó si alguno de los dos fue el que le provocó la muerte.
Para la defensa, que uno de los disparos haya rebotado en el piso indicaría que la intención de Chocobar fue no apuntar a matar sino a las piernas.
Chocobar no declaró hasta el momento en debate oral, pero durante el proceso declaró en dos oportunidades y en ambas se contradijo y contradijo la versión de su defensa. La primera vez sostuvo que lo vio darse vuelta y se asustó y le disparó. La segunda dijo, en cambio, que el joven se dio vuelta y se le vino encima y por ese motivo disparó. Para colmo, ambas declaraciones contradijeron las imágenes captadas por una cámara de seguridad, en la que se ve que los disparos son hechos mientras Kukoc le daba la espalda.
Los jueces Fernando Pisano, Jorge Apolo y Adolfo Calvete, del TOM 2, dispusieron que la próxima audiencia, el miércoles 11, se dedicará a una inspección ocular en la escena del hecho, y el 18 será el turno de la víctima del asalto, el turisa Frank Wolek.