Tras cuatro meses sin reunirse de manera presencial, el cuerpo legislativo de la capital salteña volvió ayer al recinto Gobernador Miguel Ragone, para llevar adelante la 30° sesión ordinaria del período 2020.
Desde el mes de julio los encuentros venían desarrollándose por plataforma virtual, a causa de la pandemia del Covid-19. Pero, tomando como referencia el levantamiento de diversas restricciones en la ciudad, los concejales acordaron el martes la vuelta a las sesiones presenciales. Junto con esta decisión, se estableció que las reuniones de comisión continuarán realizándose mediante videoconferencia.
En su regreso a las bancas, los ediles aprobaron dos ordenanzas relacionadas a cuestiones de género y una veintena de resoluciones que, en su gran mayoría, se referían a pedidos de obras para los barrios. En las más de cuatro horas que duró la sesión, también hubo tiempo para los ya conocidos reclamos al Ejecutivo comunal: falta de diálogo, escaso o nulo control a las empresas de servicios públicos y, en relación a los anegamientos del área centro tras la tormenta del últimos miércoles, la falta de un plan de obras para mitigar los efectos de las inundaciones.
En tanto, el bici-proyecto de la semana, en esta oportunidad estuvo a cargo del único concejal que responde al oficialismo municipal: Jorge Altamirano. Mediante una resolución, se le pidió a la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) y a la Sociedad Anónima del Estado de Transporte Automotor (SAETA), información respecto a la reubicación de paradas de colectivos y los nuevos recorridos asignados en el área centro de la ciudad, desde la aplicación del programa Salta en Bici.
Somos locales otra vez
La gastada “caja de resonancia de los vecinos” cedió su lugar, en la sesión de ayer, a un concierto de auto-bombos institucionales, que marcaron el pulso de la sesión. Exultantes por estar nuevamente en el recinto, los concejales no mezquinaron elogios hacia el cuerpo que integran, ni reconocimientos a la tarea realizada en el actual contexto de emergencia sanitaria.
Sin embargo, otro había sido el ambiente en la reunión de Labor Parlamentaria del día martes. En este espacio, integrado por los presidentes de bloque, se definen los temas que se abordarán en cada sesión y se resuelven cuestiones referidas al funcionamiento del Concejo.
Denuncias de trato desigual hacia los proyectos; reclamos cruzados en relación al trabajo de determinadas comisiones; reproches sobre supuestas demoras en el análisis de ciertas iniciativas; estuvieron presentes en la mencionada reunión del martes.
Al respecto, la presidenta de la comisión de Legislación general, Frida Fonseca, sostuvo en la sesión de ayer: “Me dolió mucho que se dijera que hay un trato que no es equitativo con los proyectos”. Sin perder la calma, la concejala agregó: “No es correcto cuestionar a la comisión de Legislación, ya que se ha trabajado intensamente durante los últimos meses”.
Además, Fonseca reconoció que “la virtualidad complica y limita los tiempos” y que “la cantidad de preferencias que se piden, obliga a la comisión a trabajar primero sobre ellas”. Naturalmente, no es lo mismo trabajar de manera presencial que de manera virtual; pero quizás sea éste el costo que haya que pagar para convertirse en “el cuerpo legislativo que más sesionó en la historia” (tal como se dijo más de una vez en encuentros anteriores), aunque la calidad de los debates y las discusiones dejen mucho que desear.
Finalmente, la concejala Fonseca llamó al cuerpo a la reflexión y manifestó: “No me parece positivo que estos debates internos entre concejales tomen estado público”. Trapitos al sol, le dicen en el barrio.
Aguantando los trapos frente el Ejecutivo
En el tramo de manifestaciones, al inicio de la sesión, la concejala Laura García (Frente de Todos) disparó contra la intendenta Bettina Romero y sus funcionarios. En referencia a la tormenta que golpeó a la ciudad la semana pasada, sostuvo: “Para la intendenta es normal que las obras sean casi descartables. Las ciclovías y el puente de Av. San Martín al 2600 no aguantaron ni una lluvia!”, dijo y luego calificó a estas dos obras de la gestión actual como “una metáfora de la fragilidad del gobierno municipal”.
Otra de las legisladoras que cuestionó al Ejecutivo fue Paula Benavides. La concejala del bloque Salta Independiente señaló: “No puede ser que la gestión se excuse en la situación sanitaria, para no trabajar en los problemas y las necesidades reales de los vecinos”.
Ordenanzas de género
Durante la sesión, también fueron aprobadas dos iniciativas que abordan problemáticas de género, aunque desde distintas perspectivas.
Mediante una ordenanza de autoría de la concejala Rosa Herrera (Partido Propuesta Salteña), el Municipio garantizará un cupo para la presencia de artistas mujeres, en la grilla de los eventos culturales y los espectáculos musicales. El proyecto sancionado prevé, para ello, la adhesión a la Ley Nacional 27.539.
En tanto, por iniciativa de la legisladora Laura García, la Municipalidad de Salta deberá colocar, de manera obligatoria, cartelería fija que contenga números de contactos y direcciones de asistencia en casos de violencia de género. Esta cartelería se ubicará en puntos clave de la ciudad, donde exista mayor circulación de personas.