La audiencia de imputación permitió conocer más detalles de la inédita investigación mixta, entre la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad de Salta (UFINAR) y la Procuraduría de Narcocriminalidad NOA (PROCUNAR), que llevó a la detención de seis miembros de un clan familiar que llevaba cocaína desde Orán a Tucumán.
En la audiencia, realizada el martes último, el fiscal federal Eduardo Villalba y el fiscal provincial Santiago López Soto imputaron a los detenidos por el delito de transporte de estupefaciente agravado por el número de personas intervinientes. La imputación, realizada ante la jueza federal de garantías Mariela Giménez, recayó sobre dos grupos familiares, por un lado Silvana Beatriz Tejada y su padre, Jorge Raúl Tejada. Y por el otro, Lidia Aranda Mansilla, sus hijos Marcos Albino y Diego Fuentes, y Vanesa Albino, cuyo parentesco no se informó. Todos quedaron con prisión preventiva.
Según explicó Villalba en la audiencia, el trabajo conjunto entre las fiscalías se decidió porque ambas estaban investigando a Aranda Mansilla. Entre otras medidas, se intervinieron los teléfonos de ella y de otros sospechosos y así supieron, por ejemplo, que "el 31 de octubre pretendían llegar a Tucumán con una carga de cinco kilos y doscientos gramos de cocaína”.
Los investigadores establecieron que Marcos Albino habría transportado la droga desde Orán a la ciudad de Salta en su vehículo, mientras su madre y su medio hermano, Diego Fuentes, oficiaron de “punteros” conduciendo adelante para alertar sobre los controles de las fuerzas de seguridad.
Al llegar a la capital salteña, la droga fue recibida por Vanesa Albino. Y el 1° de noviembre Jorge Tejada, su hija Silvana y Aranda Mansilla retomaron el transporte con destino a Tucumán. Iban en una Ford Eco Sport, en cuya rueda de auxilio se escondió la droga. Pero fueron interceptados en un procedimiento en la ruta nacional 68, a la altura de la localidad de Talapampa.
Antecendentes penales
“Se trata de una organización criminal con serios antecedentes penales en este tipo de delitos, por lo que vamos a solicitar la prisión preventiva de los acusados basados no sólo en la fuerte contundencia probatoria reunida sino porque surge con claridad que al final del proceso, la pena que podría recaer en los imputados no será de orden condicional”, sostuvo Villalba, quien destacó que la detención "no fue casual", sino "el resultado de una compleja investigación que aún se encuentra en marcha”.
El fiscal federal pidió que se los mantenga en prisión preventiva, teniendo en cuenta sus antecedentes y "la proclive conducta delictual de los acusados", lo que hace suponer que "podrían tratar de eludir la acción de la justicia, o bien, insistir en el delito".
Según informó el fiscal federal, Aranda Mansilla tiene una causa por amenazas en el Juzgado provincial de Garantías 5, que data de enero de 2011, y desde 2014 tiene otra acusación por microtráfico de estupefacientes en el Juzgado de Garantías 4.
Su hijo Marcos fue condenado en 2017 a 4 años de prisión por transporte de estupefaciente. Es más, en su caso estaba todavía con libertad condicional cuando cometió el delito que se le atribuye ahora.
Vanesa Albino también tiene antecedentes: en febrero de 2020 cumplió una condena de 5 años y 6 meses por almacenamiento de estupefacientes. Jorge Tejada tiene una condena por tenencia con fines de comercialización, dictada en enero 2013 por el Tribunal Oral Federal 1 de Salta. Y su hija, Silvana, estaba con prisión domiciliaria en una causa por secuestro extorsivo, que se tramita en el Juzgado de Garantías 8 de la justicia provincial.Y tiene un pedido de detención del Tribunal Oral Federal de Tucumán, que data de diciembre de 2012.
El sexto hombre
El fiscal López Soto contó que las actuaciones se iniciaron en mayo pasado, tras una requisa en la cárcel de Villa Las Rosas en la que "se detectó una importante cantidad de estupefaciente en la celda de Ramiro Tejerina, quien es objeto de una investigación procesal en la justicia provincial”, explicó.
Precisó que luego de varios meses de investigación, se pudo avanzar en dos hipótesis: la venta de droga dentro del penal y la venta en la zona de Bajo de la ciudad de Salta.
En esta investigación surgieron los nombres de Aranda Mansilla y Silvana Tejada como integrantes de esta organización. El fiscal provincial indicó que las evidencias indicaban que había un accionar delictivo de mayor porte, como el transporte de estupefaciente, con lo cual se excedía la posibilidad de mantener la competencia penal en el caso y por eso se contactaron con la PROCUNAR NOA.
“Ambos organismos investigábamos a la mismas personas, por lo que se celebró el convenio respectivo" y "se realizaron cuatro allanamientos, uno de ellos en la Unidad Carcelaria 1, lo que permitió identificar a dos internos y un efectivo del Servicio Penitenciario de la Provincia en la venta de drogas dentro del penal”, detalló López Soto. En otros tres allanamientos en domicilios de la ciudad se secuestraron dos kilos de cocaína y un kilo de marihuana.
En la audiecia el abogado Facundo Arnedo, defensor de Silvana y Jorge Tejada, y de Vanesa Albino, planteó la nulidad de la imputación afirmando que no quedó claro cuál fue el rol de sus clientes. Los tres accedieron a declarar para negar su participación en el hecho, dijeron que padecen enfermedades cronicas y afirmaron que sufren una discriminación por sus antecedentes penales.
La defensora oficial Gala Poma, que asistió al resto de los acusados, solicitó el arresto domiciliario de Fuentes, en virtud de que carece de antecedentes y está cursando estudios secundarios. También señaló que con esta medida podría acompañar a un hermano menor de edad que quedó sin cuidado de un adulto.
La Fiscalía aceptó este planteo y la situación de salud expuesta por Vanesa Albino más la necesidad de cuidar de otros menores en su familia.
La jueza Giménez confirmó las prisiones preventivas, pero concedió arresto domiciliario para Fuentes y Vanesa Albino.