El presidente Donald Trump dedicó largos 20 minutos para atacar de todas las maneras posibles a sus rivales demócratas, acusándolos de estar realizando un gigantesco fraude, y asegurar, sin ninguna evidencia concreta, que va a ganar las elecciones de Estados Unidos.
"Si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección", dijo en la Casa Blanca el mandatario republicano, que ya se había declarado ganador en la madrugada del miércoles, poco después del cierre de las urnas.
"No podemos permitir que nadie amordace a nuestros votantes e invente los resultados", dijo. "Tengo la sensación de que los jueces van a tener que decidir al final", afirmó para dejar claro que piensa iniciar una batalla judicial si finalmente pierde las elecciones.
Trump centró sus acusaciones en el voto por correo, aseguró que lo viene denunciando hace mucho y culpó por todo a los funcionarios demócratas de las principales plazas en disputa, en particular Detroit y Filadelfia.
"Saben cuántos votos necesitan y van a esperar y esperar hasta conseguir esos votos. Están encontrando papeletas de repente y es sorprendente que todas vayan para el mismo lado, para los demócratas", dijo Trump.
"Los funcionarios demócratas nunca creyeron que podrían ganar estas elecciones, honestamente, realmente es por eso por lo que hicieron papeletas por correo con esta tremenda corrupción", afirmó ante la prensa en la Casa Blanca, y prometió que "habrá muchos litigios" porque hay "pruebas suficientes".
El magnate acusó a los grandes medios de comunicación y a las empresas tecnológicas de intentar "interferir" en la opinión pública estadounidense con encuestas "falsas" y "fraudulentas" con el objetivo de "crear la ilusión" de que el candidato demócrata, Joe Biden, podría ganar.
"El voto por correo ha destruido nuestro sistema, es corrupto", afirmó Trump, quien cuestionó que ciudades como Detroit o Filadelfia, con "antecedentes de fraude en elecciones menores", sean las encargadas de decidir el ganador de las presidenciales del pasado 3 de noviembre.
"Nuestro objetivo es defender la integridad de las elecciones, por lo que no permitiremos a los corruptos que nos roben", afirmó Trump al afirmar que todas las encuestas previas habías sido manipuladas y que lo mismo estaba ocurriendo con el conteo.
El presidente parece cada vez más aislado dentro de su partido republicano, mientras el escrutinio continuaba en varios estados y Biden lo aventajaba en el número de votos electorales necesarios para alcanzar la Casa Blanca.