Desde Washington, DC.
El conteo de los votos en Estados Unidos ya entró en la última fase. El exvicepresidente y candidato demócrata a la presidencia Joseph Biden se acercaba este jueves a la victoria, mientras esperaba los resultados de los estados clave en el que el margen era todavía muy ajustado. A través de las redes sociales, el presidente Donald Trump pidió que se pare con el "fraude” y con el conteo de los votos.
Según Associated Press, Biden ya cuenta con 264 votos para el colegio electoral, apenas seis por debajo de la mayoría necesaria para convertirse en el próximo presidente. Esos votos podrían llegar desde Nevada, en el oeste del país, pero este estado anunció que no reportará nuevos números hasta la mañana del viernes (después del mediodía de Argentina), por lo que es difícil que se sepa rápidamente con seguridad a quién le irán esos electores. Las autoridades electorales del estado también advirtieron que seguirán contando los votos durante el fin de semana y que el último día para hacerlo es el 12 de noviembre.
La paciencia de Biden
“En Estados Unidos, el voto es sagrado, es la forma en la que la gente expresa su voluntad”, dijo Biden durante la tarde desde Delaware. “Cada boleta tiene que ser contada y eso es lo que vamos a ver a partir de ahora”, agregó. El candidato también aseguró que no tiene duda de que en cuanto termine el conteo”, la senadora Kamala Harris y él serán declarados ganadores. “La democracia a veces es un lío y a veces se necesita paciencia”, remarcó.
A Biden le alcanzaría con ganar cualquiera de los estados que todavía muestran un resultado parcial ajustado, no solo Nevada. Podría ganar Pensilvania, que avanza con el conteo y le permitió recortar la diferencia con Trump a solo tres décimas. Los votos que quedan pendientes son en su mayoría de Filadelfia y Pittsburgh, dos de las ciudades más grandes del estado, con fuerte sesgo demócrata.
La secretaria de Estado de Pensilvania dio una conferencia de prensa y sostuvo que el estado podría terminar de contar todos los votos pronto. Esperaban tener un ganador en la noche del jueves, pero hacia finales del día faltaba contar más de 300.000 boletas.
Todavía Biden podría también ganar Georgia, donde el presidente lleva la delantera por menos de 650 votos cuando falta contar miles y miles que llegaron por correo. Se estima que gran parte de esas boletas son para el Partido Demócrata. En un estado tradicionalmente republicano, esta sería una victoria significativa para Biden.
Con este panorama favorable, el candidato demócrata pidió ser paciente. “Se están contando los votos y nos sentimos bien sobre el lugar en el que estamos”, dijo a través de Twitter.
En la tarde del jueves, Biden siguió en Wilmington, Delaware. Recibió un informe sobre el estado de la pandemia de COVID-19 en el país y sobre la economía. Con él estuvo Harris, su compañera de fórmula. “Nos recordaron la gravedad de esta crisis”, dijo Biden desde esa ciudad.
La angustia de Trump
Trump, en cambio, se dedicó a seguir sembrando dudas sobre el resultado. A través de un comunicado, la campaña del presidente pidió contar solamente “los votos emitidos legalmente”. El equipo del magnate aseguró que en estados como Nevada hubo irregularidades en los votos y también irá a buscar una salida judicial ante un resultado que parece adverso.
El presidente también habló en la noche del jueves y leyó un discurso desde la Casa Blanca en el que acusó a los demócratas de estar haciendo trampa. En su primera aparición desde la noche de la elección, Trump criticó a los encuestadores que a días de los comicios lo mostraban perdiendo frente a Biden en estados como Florida y Ohio, que finalmente ganó.
El candidato republicano también aseguró que los resultados se decidirán en la Justicia. “Como saben, yo me adjudiqué ciertos estados, él se adjudicó ciertos estados, así que los dos podemos reclamar los estados. Pero en última instancia tengo la sensación de que los jueces tendrán que fallar”, indicó.
Trump también cuestionó el desarrollo del conteo en Pensilvania y Georgia, que en la noche de la elección lo mostraban con una amplia diferencia sobre Biden y ahora arrojan un margen muy estrecho. Al mismo tiempo, destacó la trayectoria en Arizona, donde recortó la distancia con su rival.
También para los seguidores de Trump hay votos que hay que seguir contando y votos que hay que ignorar. En Michigan, la campaña republicana pidió frenar el escrutinio a través de una presentación en la justicia. Tuvo un revés y el proceso seguirá. De todas formas, este estado ya está proyectado como uno de los ganados por Biden.
En Arizona, en cambio, un estado que algunos medios ya le adjudican a Biden pero otros no, los partidarios de Trump reclaman que se cuenten los votos más rápido. En las últimas horas, la diferencia a favor del demócrata se achicó y los republicanos creen que el estado fue injustamente asignado al exvicepresidente.
Los traspiés de la judicialización
Las presentaciones judiciales de Trump no solo fracasaron en Michigan, sino que tampoco tuvieron éxito en Georgia, donde habían pedido separar las boletas que llegasen después del día de las elecciones. En Pensilvania, donde reclamaron acceso para fiscalizar correctamente el conteo de los votos, el presidente consiguió una pequeña victoria, pero su gran objetivo, que era detener el escrutinio, no fue posible.
Una de las grandes incógnitas también a esta altura es con qué tipo de Congreso tendrá que trabajar Biden si finalmente gana. Se estima que la Cámara de Representantes seguirá bajo control demócrata. Actualmente, las bancas confirmadas son 209 para este partido, a solo nueve de alcanzar la mayoría. De los resultados que faltaban confirmar, 12 parecían favorables al Partido Demócrata.
Este jueves todavía no quedaba claro si habría una mayoría de alguno de los dos partidos en el Senado. Con 48 bancas para republicanos y la misma cantidad para los demócratas, quedaban cuatro que todavía no tenían resultados. Se estima que dos bancas irán para el Partido Republicano, con lo que por lo menos alcanzaría la mitad de la Cámara. De las otras dos que quedan pendientes, una irá a segunda vuelta y todavía no era seguro si la restante seguiría el mismo camino.