Aunque de a poco Salta vuelve a normalidad, con barbijos, distanciamientos y protocolos para todo, en la mayoría de los municipios donde habitualmente se celebra el carnaval ven complicada la realización de los tradicionales corsos para el próximo año.

Uno de los que se adelantó en la discusión es Orán. Allí, el próximo martes se trataría en sesión del Concejo Deliberante un Proyecto de Ordenanza para suspender los corsos carnestolendos de los meses de enero y febrero del 2021 debido a la pandemia de coronavirus.

Su autora, Lucía Cardozo, le dijo a Salta/12 que la idea es “sobre todo acompañar a las familias en el dolor”, y confesó que ella siente mucho perder esos festejos ya que forma parte de una de las tradicionales agrupaciones locales, “pero yo también tuve Covid, y perdí una hermana y un sobrino por esa enfermedad”, por lo que consideró que no son tiempos de para celebraciones multitudinarios sino para seguir cuidándose.

Aunque aclaró que esa decisión en definitiva la tomará el Comité operativo de Emergencia (COE) provincial y el local, a quienes el cuerpo deliberativo les elevará el pedido debido al peligro de contagios por aglomeración.

En principio, la presentación de Cardozo tiene el visto bueno mayoritario de sus colegas. Así lo ratificaron la edil del Frente de Todos, Verónica Hilario, quien adelantó su acompañamiento por parte del bloque que representa (tres concejales), y el presidente del Cuerpo, Lucas Tévez.

Para Tévez, la suspensión de los corsos ya es cosa juzgada, aunque también subrayó que la última decisión la tomará el Ejecutivo y los especialistas. El titular del Concejo, informó que ya mantuvieron reuniones con 10 de los 50 referentes de las agrupaciones locales y que todos estaban de acuerdo en que no sería posible realizar los eventos.

“Nos dijeron que no llegarían con los preparativos, porque no pudieron ensayar en todo el año y tampoco pueden hacer las compras necesarias, que en general las hacen del lado boliviano”, explicó. A la vez que sostuvo que “este sábado nos volveremos a reunir” pero en este caso para seguir dándole forma a una Ordenanza que instituya cómo se conformarán las Comisiones organizadoras de los corsos año a año porque “antes elegía las autoridades a dedo el intendente, y ahora queremos que sea una decisión de las mismas agrupaciones”.

Los Corsos Color Oran, reúnen a unas 10.000 personas por noche durante los cinco fines de semana que se realizan, y cada agrupación, de las 50 que conviven reúne a más de 100 participantes. Por lo que para Lucas Tévez, es un riesgo “permitir a esta altura que la gente se reúna y que de nuevo se nos disparen los contagios”.

Desde el Ejecutivo municipal también se expresaron a favor de la ordenanza y confesaron que si bien la situación epidemiológica hoy está estable “no queremos tener rebrotes como el que está viviendo Europa, al menos hasta que esté la vacuna”.

Por el lado de Tartagal aún no hay muchas definiciones, aunque su secretario de Gobierno, Santiago Vargas adelantó que “no sabemos si vamos a poder festejar la navidad, por lo que los corsos están muy lejos todavía”, y sostuvo que hoy los vecinos están más preocupados por el Covid que por el Carnaval.

Sin embargo, la concejala de General Mosconi, Ana Guerrero, integrante de una de las agrupaciones de su localidad y que participan en los corsos de Tartagal, también vio muy difícil que se pueda llegar a realizar el evento.

La edil, que asegura que ella y sus hijos nunca faltaron a un carnaval porque lo considera una de sus pasiones, indicó que fue un año muy difícil y que nadie se pudo preparar, “siempre arrancamos en abril o mayo a recaudar para los vestuarios”, ya que ese gasto les insume en promedio $12.000 por participantes. Pero a eso hay que sumarle el gasto en equipos de audio “el año pasado nos salía $80.000 para cubrir todas las jornadas, y este año no pudimos hacer ni una rifa para ver cómo solventarlo”.

Pero también sumó al retraso en la organización y los costos, la posibilidad cierta de que, protocolo mediante, las jornadas de celebración puedan recaudar lo suficiente como para hacer frente a los gastos, “y eso si no te agarran fines de semana de lluvia, en donde hay que suspender porque no va nadie”.

Guerrero contó que de Mosconi participan unas ocho agrupaciones de las más de 30 que asisten regularmente a los Corsos de Tartagal, y subrayó que todas están en la misma situación que la que ella y su familia integran. “Todavía desde la Comisión Organizadora no convocaron, eso algo ya te dice”, concluyó la concejala.

Otras dos ciudades muy convocantes en la materia son Rosario de Lerma y Cerrillos, allí tampoco comenzaron a discutir sobre el tema. El concejal Leonardo Rosas, de Rosario de Lerma, confesó que “muchos están especulando con la vacuna para diciembre” para tomar una decisión.

Mientras que su par de Cerrillos, Matías Tula, adelantó que la semana que viene se comenzará a hablar en comisiones “porque ya hay varias solicitudes de los vecinos”, pero aclaró que todo quedará a merced de lo que decida el COE provincial y municipal.

En Salta quieren

En la ciudad de Salta, el Presidente de la Asociación de Agrupaciones Carnestolendas, Luis Vaca, se mostró favorable a la realización, y aseguró que la mayoría de las agrupaciones está dispuesta a seguir preparándose.

Vaca remarcó que ya se están abriendo distintas actividades grupales similares “por ejemplo los balnearios”, por lo que aseveró que están estudiando distintos protocolos para administrar la cantidad de gente y el distanciamiento, “eso lo venimos hablando con gente de control municipal, que nos está tirando algunas ideas”.

También subrayó que al ser una actividad “a cielo abierto”, hay menos riesgo de contagio, “vamos a adecuar los horarios, la cantidad de gente y los grupos de riesgo”, detalló.

Aunque reconoció que no fue un año normal para los ensayos, expresó que muchos “se la rebuscaron para juntarse en grupos de 10, o a través de reuniones virtuales”, por lo que cree que podrían llegar normalmente para ocupar el tradicional corsódromo ubicado en el Centro de Convenciones de la ciudad.

De todas maneras, aceptó que sus ganas no se condicen con la realidad y que seguirán estudiando las posibilidades con el municipio capitalino y el COE, ya que en caso de darles vía libre pero con protocolos muy estrictos en cuanto a cantidad de gente que pueda asistir, evaluarán si económicamente es rentable.

Todo se tiene que definir en noviembre para tener tiempo de organizarnos como corresponde”, culminó el referente de la Asociación de Agrupaciones Carnestolendas de Salta.