Una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, reveló un cambio generalizado de comportamiento de los animales en el Ártico, gracias a la producción de una enorme nueva base de datos que duró tres décadas de trabajo.
La base de datos, publicada este jueves en un artículo de la revista “Science”, incluye registros de ecologistas de todo el mundo, entre ellos más de 200 proyectos de investigación que rastrean los movimientos de más de 8.000 animales marinos y terrestres desde 1991 hasta la actualidad.
“Lo que obtuvimos es este enorme conjunto de datos que puede decirnos cómo está evolucionando el comportamiento de los animales frente al cambio climático”, explica Gil Bohrer, profesor de ingeniería civil, ambiental y geodésica en la Universidad Estatal de Ohio y uno de los autores principales del estudio.
Los investigadores comprobaron, por un lado, que el Ártico se está calentando, ya que las temperaturas promedio han aumentado alrededor de 2,3 grados centígrados desde la década de 1970. Por otro lado, las primaveras más tempranas, los inviernos más cálidos, la reducción del hielo y el aumento del desarrollo humano están afectando el comportamiento de los animales nativos.
El artículo incluye los resultados de tres estudios fundados en la base de datos y que muestran cambios de comportamiento a largo plazo y a gran escala de águilas reales, osos, caribúes, alces y lobos.
Los cambios de hábito de los animales
Los tres estudios de investigación que basaron sus hallazgos en la base de datos muestran que los animales del Ártico están cambiando sus comportamientos de una manera que podría afectar su capacidad para comer, aparearse y sobrevivir.
Uno de los trabajos comparó los movimientos de más de 100 águilas reales entre 1993 y 2017 y descubrió que las aves inmaduras que migran hacia el norte en la primavera llegaron a esa región después de un invierno suave, lo que indica que las temperaturas más cálidas pueden empujarlas a migrar antes.
Sin embargo, las águilas reales adultas, que suelen comenzar su migración antes que las aves inmaduras, no cambiaron sus patrones. Eso podría tener consecuencias para la nidificación y la supervivencia de los polluelos. En ese caso, el acceso a datos completos brinda a los ecologistas mejores estrategias para manejar esas poblaciones de aves.
Otro estudio rastreó a más de 900 hembras de caribú entre 2000 y 2017 y encontró que más manadas del norte están dando a luz a principios de la primavera, mientras que las fechas de parto de las poblaciones del sur no han cambiado.
Las fechas de parto de las poblaciones del norte aparentemente están respondiendo a las condiciones medias más cálidas y al comienzo de la primavera en el Ártico. Esta reacción puede considerarse negativa debido a que las fechas de comienzos de la primavera están asociadas con una mayor variación climática y es más probable que los eventos de nieve profunda a fines de la primavera maten a los terneros nacidos antes en la temporada.
Un tercer estudio analizó las velocidades a las que los osos, caribúes, alces y lobos se movieron por la región de 1998 a 2019 y encontró que esas especies se movían a diferentes velocidades dependiendo de las temperaturas estacionales, la lluvia y la nieve del invierno.
Esto es importante para la supervivencia de los animales terrestres, ya que la capacidad de muchos de ellos para cazar alimentos se basa en sus posibilidades de desplazamiento por grandes áreas.
La investigación descubrió que los alces y los caribúes se movían más en los días con temperaturas más altas, mientras que sus depredadores, los lobos y los osos negros, tendían a moverse menos. Los resultados sugieren que los herbívoros tendrán más dificultades para encontrar comida y evitar a los depredadores a medida que las temperaturas continúen aumentando.
Finalmente, la base de datos también brinda a los investigadores la posibilidad de identificar la cantidad de animales que modificaron su comportamiento a principios de la década de 1990, lo que les permitirá rastrear los cambios en las próximas décadas.
La base de datos sobre los animales del ártico
Los ecologistas han estado observando especies y animales individuales durante años, pero hasta esta base de datos, no existía una fuente completa de información recopilada a lo largo del tiempo en distintos estudios realizados por diferentes investigadores en agencias académicas, privadas y gubernamentales.
La base de datos está alojada en Movebank, una plataforma de investigación y colaboración para el movimiento de animales que fue desarrollada por el Instituto Max Planck, en Alemania.
Cabe destacar también que recopilar, limpiar y sintetizar la información en una base de datos fácil de usar implicó navegar las fronteras de la política partidaria, las políticas de las instituciones académicas y 30 años de notas de miles de investigadores.
Según Bohrer, recopilar los datos en un solo lugar era importante debido a que sin esta posibilidad los científicos de todo el mundo tendrían dificultades para cuantificar los efectos a largo plazo del cambio climático y otras actividades humanas en los animales en todo el Ártico.
“Los ecologistas están haciendo lo mejor que pueden, pero a menudo, los datos de seguimiento de movimiento se perderían: los investigadores se retiran o se trasladan a otras posiciones, el disco duro termina perdiéndose, el cuaderno de investigación se desecha, y luego esos datos desaparecen”, señala Bohrer.
“El seguimiento de animales es muy difícil de hacer, por lo que un proyecto de investigación podría abarcar un puñado de animales, tal vez decenas como máximo. Cada etiqueta de movimiento de animales cuesta cientos, y a veces miles, de dólares, y es necesario capturar el animal y seguirlo. Es mucho trabajo y mucho dinero”, agrega.
La base de datos permite a los investigadores compartir su trabajo con otros científicos, lo que potencialmente ahorra dinero y tiempo y, por primera vez, permite a los ecólogos identificar y localizar datos recopilados por otros en cualquier parte del Ártico, así como utilizar datos compartidos para evaluar movimientos a largo plazo y a gran escala de múltiples especies de una fuente de datos común.