Misión Planeta Tierra                       7 puntos

Spaceship Earth, 2020.

Dirección: Matt Wolf.

Duración: 113 minutos.

Intérpretes: John Allen, Abigail Alling, Margret Augustine, Steve Bannon, Ed Bass.

Estreno en Google Play y iTunes

“Parecía una película de ciencia ficción, pero sin la ficción”, recuerda uno de los integrantes del Proyecto Biosfera 2, que en su forma original se llevó adelante entre los años 1987 y 1991. Lanzado por un grupo de aventureros, soñadores y pioneros animados de las mejores intenciones, el proyecto estudiaba (estudia, se supone) la relación de los seres humanos con el ecosistema terrestre y la posibilidad de “sanarla”. No sólo eso: Biosfera 2 se proponía investigar la posible subsistencia y desarrollo de vida humana en el espacio exterior. Para ello sus responsables construyeron un sistema ecológico artificial, encerrado en una cápsula hermética, el más grande de sus características jamás creado. Pero el estar integrado más por soñadores que por científicos terminó trayendo al proyecto sospechas de falta de seriedad, siendo drásticamente reconvertido por parte de su financista, miembro de una de las cuatro familias más ricas de los Estados Unidos. De las buenas intenciones iniciales Biosfera 2 pasó a ser un negocio rentable, basado en la explotación turística. Y eso es hoy en día.

El grupo fundador, cuyo derrotero narra Misión Planeta Tierra, era decididamente atípico, y a la vez típico de su época. En pleno “verano de las flores” de 1967 sus integrantes formaron una comunidad en San Francisco, dedicándose a formas teatrales heterodoxas, a la agricultura orgánica, a la administración de un rancho llamado Sinergia, a la investigación de la navegación celeste. Se podría hablar de hipismo o New Age, si no fuera porque no se interesaban en absoluto por terapias alternativas o formas de adivinación, sino en investigaciones científicas (sin ser científicos) y emprendimientos concretos. El más espectacular fue un proyecto digno de Fitzcarraldo: la construcción de un barco por sí mismos, sin personal contratado. Pudieron zarpar y recorrer buena parte del mundo, visitando los infaltables Machu Picchu, Amazonas y Katmandú.

Pero el corazón de Misión Planeta Tierra es, obviamente, el Proyecto Biosfera 2, que se consumó con un encierro de dos años en la cápsula homónima, llevado a cabo por ocho de sus integrantes, que desarrollaron varios biomas sin provisión de oxígeno. El documental dirigido por Matt Wolf aprovecha una ventaja con la que la no ficción estadounidense suele contar: daría la impresión de que en ese país todo el mundo filma todo. Por lo cual es suficiente ordenar cronológicamente todas las películas caseras filmadas por el grupo a lo largo de 25 años, y agregarles los testimonios de sus participantes, para tener un documental que narre esa historia en detalle, con claridad e intensidad. El decurso grupal semeja por un lado el de un grupo de rock, con su esperanzada fundación, su pico creativo, la trampa de la fama, la guerra de egos y la disolución. Por otro lado refleja como una metonimia la historia misma del mundo occidental, de los años '60 para acá: la utopía, el deseo de cambios radicales, la apertura en todas las direcciones posibles, la fusión entre los estudios “serios” y el show. Hasta que la entropía interna y la presión del establishment terminan reconvirtiendo lo que comenzó como sueño en una empresa más. Y en eso estamos.