Mucho más que cerveza

Una postal del recuerdo cercano: veredas repletas de personas charlando animadamente con una India Pale Ale o una Porter en mano. En los últimos años, las cervecerías modificaron el paisaje urbano con su popularidad y éxito. Hoy, en tiempos de distancia social y extremos cuidados, esa cercanía se volvió inviable y muchos debieron pensar otras modalidades comerciales para sobrevivir. Un ejemplo es Desarmadero, que aprovechando sus dos locales enfrentados, convirtió a uno en un almacén de productos gourmet. 

La clave fue una exhaustiva curaduría de productos que incluye desde las cervezas (muchas de las mejores del país) que solían ofrecer en el local pero ahora enlatadas, además de buena variedad de importadas, a lo que se suman pastas y salsas, café, aderezos varios, vinos a precios cuidados, arroces de calidad, mermeladas, distintos tipo de sales y todo lo que puede hacer feliz a un amante de la buena cocina. Se consiguen por ejemplo los increíbles quesos y el dulce de leche de Mauricio Couly (Quesería Ventimiglia) así como muy buenos panes, embutidos y fiambres de los tandileros de Las Dinas. Todo para llevar o pedir por teléfono, para que el confinamiento sea con la heladera llena y el corazón contento.

Con la apertura gradual y mejor clima, Desarmadero de a poco recupera su espíritu original, con sus 50 variedades de cervezas (Itzen, Lumpen, Strange Brewing o Santina, entre otras), sándwiches como el de pastrón en pan multicereal con pepinitos, mostaza clásica y cebollas dulces ($390) o el pancho con queso brie, morrón asado y rúcula ($280) en un viaje sin escalas al Oktoberfest. Hay también empanadas fritas de ojo de bife ($90), así como unos tequeños (típico bocado venezolano) de queso que es sinónimo de festejo a $290. Un buen dato: si el consumo total de la mesa supera los $2000, los comensales reciben un voucher con un 15% de descuento para utilizar luego en el Market. 

No se podrán llenar las calles, es verdad; pero Desarmadero invita a recuperar algo de alegría, con amigos, distancia y protocolo.

Desarmadero queda en Gorriti 4300. WhatsApp: 11-6737-6903. Horario de atención: martes a domingos de 12 a 24. Instagram: @desarmadero_market y @desarmaderobar

Desde la Patagonia a Villa Crespo

Con la idea de que sus frutas y verduras cultivados en su finca del Valle Medio de Río Negro pudieran llegar a la mesa, Pablo Impieri abrió un pequeño local de Villa Crespo. Allí, previo a la pandemia, ofrecía platos y jugos preparados con lo que traían del sur pero Coronavirus mediante reconvirtió el espacio y sumó bolsones de frutas y verduras producidas bajo un estricto cuidado y control. 

La rediseñada Casa Endivia se transformó así en un centro de distribución donde se lavan y preparan los pedidos que se pueden pasar a buscar por el local o recibir en casa, con un listado de productos que incluye importados como la salsa de tomates italiana Mutti;, las conservas de la finca sustentable Lecumberri y los panes de Weikery, entre otros. En su página endivia.com.ar se puede realizar el pedido de los bolsones de frutas y verduras de estación (la composición se detalla todas las semanas, $1000) y el set de jugos détox, uno de los productos estrella del local ($1000, cuatro unidades de medio litro de distintos sabores).

Luego de la remodelación, esta semana el lugar cambió el menú de platos listos que siempre incluye una selección de ensaladas como la Endivia con huevo poché, lechugas, rúcula, endivias, repollo colorado, calabaza asada , crocante de maní, queso brie y tostada de masa madre con reducción de aceto y oliva; y sandwiches que vienen en pan ciabatta de masa madre o pan de papa, acompañados de una ensalada ($400). Los jugos détox son cold press y salen en combinaciones como limón, jengibre, cúrcuma, miel y agua filtrada; o kale, manzana, jengibre, limón y apio ($270). 

Una propuesta sabrosa, de productos naturales, sin conservantes y con trazabilidad garantizada, en una buena muestra del espíritu gastronómico de esta época.

Endivia queda en Loyola 1600. WhatsApp: 11-6967-4074. Horario de atención: lunes a viernes de 8 a 17. Instagram: @somosendivia

Toda decisión es política

Nahuel Carbajo es muy claro: “Naranjo Bar no es un restaurante”. Aquí no hay carta y el menú del día está supeditado a lo que haya en el mercado, presentado luego en diversas opciones de acuerdo a la inspiración del día. Lo que sí hay es un enorme respeto por el producto, intervenido solo para realzar sus sabores pero sin la intención de modificar su esencia. Así, detrás de cada decisión que se ha tomado en Naranjo hay una filosofía de vida, tanto en sus platos como en los productos que se ofrecen en su improvisado almacén. 

Ubicado en una vereda poco transitada del extendido polo gastronómico que crece en Chacarita, a pocos días de haber abierto, los vecinos lo adoptaron como punto de encuentro, costumbre que se fue extendiendo gracias al boca a boca. El retorno está casi garantizado: siempre hay un vino nuevo para probar, alguna torta que se prepara por primera vez o un plato que haya salido de la galera del cocinero. Para comprar comida para llevar piden encarecidamente traer el propio tupper y no contribuir con la proliferación de basura plástica. Los vinos que se ofrecen son todos especiales, de pequeños productores con ganas de jugar y experimentar, y están a precio de vinoteca.

“Todo empieza en la alimentación”, dice Nahuel. Por eso, explica, es importante elegir qué comemos y saber qué hay detrás de cada uno de los productos que ofrecen en porciones o platitos (desde $300). Es una cocina con predominancia de vegetales, de bajo contenido glucémico, donde gran parte del menú es vegano, con opciones gluten free y nunca incluyen papa o arroz. Hay pescados grasos, cerdos de pastura, verduras y frutas agroecológicas y un aprovechamiento total del producto que tiende a minimizar el desperdicio. 

Naranja, dicen, es un lugar de resistencia que desde su espacio busca aportar un granito de arena en el cuidado del medio ambiente, conscientes de que cada decisión de consumo que tomamos impacta sobre el planeta. Y que si no hacemos algo ahora, pronto no habrá mundo para nadie.

Naranjo Bar queda en A. J. Carranza 1059. Horario de atención: miércoles a sábados de 12 a 22; domingos de 12 a 20. Instagram: @naranjo_bar