El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, informó al Tribunal de Juicio Sala II Vocalía II, que se excusará de seguir interviniendo en la causa que investiga la muerte de Yanina Nuesh y Luján Peñalva.
Ramos Ossorio esgrimió violencia moral, según informó el Ministerio Público Fiscal fue por un "intercambio de palabras" con el querellante cuando recibía una declaración testimonial el jueves. El fiscal pidió al Tribunal que "disponga las medidas correctivas pertinentes".
También se refirió a que recibió amenazas y que éstas fueron denunciadas oportunamente, "luego de la publicación de notas periodísticas en las que se dieron a conocer elementos del proceso". Citó también distintas publicaciones hechas por parte de familiares de Gustavo Peñalva, que "descalificaron su labor profesional".
Ramos Ossorio cobró protagonismo esta semana al ser el fiscal que intervino en el juicio a una mujer acusada de haber asesinado a su pareja y que resultó absuelta por el beneficio de la duda, luego de que la defensa adujera que se trató de legítima defensa ante el ataque que estaba sufriendo de parte de su marido.
El fiscal había pedido 9 años de condena para la mujer, lo que le valió que militantes, abogados, abogadas y psicólogas feministas lo interpelaran por "falta de perspectiva de género".
Peñalva, de 19 años, y Nüesh, de 16 años, eran amigas, las encontraron el 16 de julio de 2012 colgadas con una misma soga de un árbol, en un campo de la zona sur de la ciudad, vecino al barrio San Carlos, cruzando un canal bastante profundo. Habían desaparecido dos días antes.
La causa judicial fue caratulada en principio como "muerte dudosa". Fue cerrada en 2014 por el juez de instrucción Pablo Arancibia, quien la consideró "consecuencia de una decisión personal, libre y voluntaria de cada una", es decir, que las chicas se habían suicidado. Pero el caso se reabrió con la carátula inicial el 7 de febrero de 2018. Ramos Ossorio se incorporó a la investigación hace un año atrás.
La familia Peñalva escribió un comunicado, tras conocerse la excusación del fiscal. Plantearon que creyeron en la posibilidad de encontrar justicia cuando el funcionario comenzó a intervenir en la causa.
Indicaron que Ossorio les prometió "todas la reuniones necesarias , acompañarnos con el envío de las prendas para que sean analizadas, poner a disposición al mejor equipo de investigadores, etc".
Pero acusan que solo se limitó a enviar al policía Rodrigo Bautista, "a desvirtuar la investigación". Además reclaman que no investigaron al que la familia indica como el principal sospechoso: Exequiel Dixon Fredes.
Los familiares narraron que durante la presentación de nuevos testimonios ante la jueza Monica Mudsky, el fiscal no hizo ninguna pregunta al testigo "y en su lugar estuvo constantemente ocupado enviando mensajes a través de dos teléfonos celulares, lo que produjo un intercambio de palabras entre este funcionario y el padre de Luján Peñalva", detallaron.
Ese a la postre sería el cruce que derivó en el alejamiento de Ossorio del caso.
"A nosotros nos hace un favor dejando la causa", manifestó la familia Peñalva, que exige se designe a un nuevo fiscal con "ansias de verdad y justicia", para resolver esta causa.
Para los familiares de Luján, la muerte de las chicas fue un doble femicidio no suicidio, por lo que quieren que la Justicia encuentre a los culpables.