Luego de una larga disputa electoral marcada por elecciones parejas en varios estados y una lenta sumatoria de votos emitidos en persona y por correo, el candidato del partido Demócrata Joseph Biden alcanzó -según la cadena CNN y otros medios- los 270 electores necesarios para proclamarse ganador y futuro presidente de los Estados Unidos. Donald Trump ya adelantó que no reconocerá el resultado y lo disputará en la Justicia.

El nuevo mandatario es presidente tras confirmarse su triunfo en Pensilvania y Nevada. El primero de esos estados le dio 20 electores más, suficientes para ratificar su victoria. Nevada aporta otros seis. Junto con Wisconsin y Michigan, el estado de Pensilvania es uno de los tres que votaron por Trump en 2016 y que se dio vuelta este año. Así, Biden llega a 279 electores. Al mismo tiempo, la cadena Fox (conservadora y sostén de Trump), asegura que Biden también se impondrá en Arizona, que suma otros 11 electores, con lo que el candidato demócrata llegaría a 290. Faltaría definir en Georgia (donde se impone Biden), y en dos estados en los que el republicano va al frente: Alaska y Carolina del Sur, cuyos votos solos no le alcanzan.

El propio Biden ya celebró su victoria en Twitter. "Me siento honrado de ser elegido para liderar este gran país. El trabajo por delante será duro, pero les prometo que seré el presidente de todos, hayan votado por mí o no. Conservaré la fe que han puesto en mí", escribió el futuro presidente en la red social.

El recuento de los votos por correo permitió al candidato demócrata tomar la delantera en estados donde en la noche del martes aparecía rezagado como Pensilvania, con sus 20 delegados electorales, y Georgia, con 11 electores, un estado en el que oficialmente aún no se impuso. Sin embargo, Donald Trump reiteró su denuncia de "fraude" y ratificó que buscará disputar los resultados en la Justicia. Poco antes del anuncio de este mediodía, en Twitter escribió: "Gané esta elección, por mucho". De los estados en disputa, Trump gana en Carolina del Sur y en Alaska, pero no le alcanza. 

Biden llegó a la victoria después de ganar estados clave en el medioeste industrial, como Wisconsin y Michigan, que Donald Trump le había arrebatado a Hillary Clinton cuatro años atrás. A pesar de no obtener delegados en el bastión republicano de los estados confederados del sudeste -con la excepción de Georgia-, el creciente voto latino ayudó a Biden a ponerse al frente en Arizona y barrer la costa oeste (menos Alaska), incluyendo California, el segundo distrito electoral.

El colegio electoral

A pesar de haber obtenido los electores necesarios y ser declarado ganador por los medios de comunicación, Biden realmente será proclamado presidente electo cuando se reúna el colegio electoral.

Esa instancia llega generalmente un mes después de las elecciones, aunque las impugnaciones judiciales que anunció Donald Trump podrían demorar su realización. En ese momento, los electores van al Congreso de Estados Unidos y anuncian a qué candidato le adjudican sus votos. 

Trump denuncia fraude

"Esta elección no ha terminado. La falsa proyección de Biden como ganador se basa en resultados en cuatro estados que están lejos de ser definitivos", indicó el equipo de campaña de Trump. "Georgia se dirige a un recuento, donde confiamos en que encontraremos boletas recolectadas incorrectamente y donde el presidente Trump finalmente prevalecerá", afirma el comunicado firmado por Matt Morgan, consejero general de la campaña republicana.

El presidente reforzó esa postura el jueves, en un discurso desde la Casa Blanca"Si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección", dijo el mandatario, que ya se había declarado ganador en la madrugada del miércoles, poco después del cierre de las urnas. 

La campaña republicana venía alertando desde antes de la elección sobre la posibilidad de un fraude con los votos por correo y luego de la votación inició acciones judiciales en estados clave para frenar el conteo.  Autoridades demócratas esperaban que el presidente estadounidense finalmente acepte el resultado de la elección o al menos no interfiera con la transmisión del mando presidencial al exvicepresidente de Barack Obama.

La primera mujer vicepresidenta

El triunfo de Biden marca un mojón en la historia política norteamericana por ser la primera vez que una mujer llega tan alto en el país. Kamala Harris se convertirá en vicepresidenta el próximo 20 de enero, algi que nunca había sucedido en el país. 

La senadora por California fue la cuarta mujer en integrar una fórmula presidencial. Las tres anteriores perdieron. La congresista por Nueva York Geraldine Ferraro fue elegida por el demócrata Walter Mondale, en un hecho sin precedentes, en 1984. Perdieron con Ronald Reagan. En 2008, John McCain optó por la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, que ese año debatió con el entonces candidato a vice de Barack Obama: Biden.

El tercer caso es más reciente y conocido. Hillary Clinton ganó la interna demócrata en 2016 y fue la primera mujer en la historia del país en competir por la Casa Blanca. La ex Primera Dama cayó ante Trump. 

Un Congreso dividido

Biden gobernará la primera mitad de su mandato con un panorama complejo a nivel legislativo. Se espera que los demócratas conserven la mayoría en la Cámara de Representantes, que se renueva íntegra cada dos años. El conteo parcial le da al Partido Demócrata 215 bancas contra 195 de los republicanos, sobre un total de 435. La mayoría se alcanza con 418.

En la Cámara de Representantes, bastión de la resistencia demócrata durante los últimos dos años, los republicanos obtienen por ahora una ganancia neta de seis bancas, un avance que no les alcanza para aspirar a controlar el pleno, pero sí marca una derrota para el liderazgo de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.

El problema es el Senado, que se renueva por tercios cada dos años. Son dos senadores por estado, un total de 100, con lo que la mayoría está en 51. A esta hora hay 48 senadores para cada partido. Los republicanos podrían ganar tres de los cuatro en disputa, de acuerdo a los números que se manejan. El último escaño, el que define la composición final, se determinará en enero. Se trata de una banca por Georgia, que tendrá una elección especial a comienzos de 2021. 

Los senadores republicanos recibieron una lluvia de críticas al final de la campaña por confirmar en tiempo récord a la candidata de Trump para la Corte Suprema, pero por ahora solo perdieron en términos netos una banca.